Capítulo 1

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Busan era un pueblo pequeño y sin vida. El clima era uno de los peores de toda la región. Era bien sabido que no era un lugar muy conveniente para visitar. A decir verdad, estaba en un punto perdido del mapa, no les extrañaría si la mayoría de la población del país no reconociera el pequeño pueblo. Era como si fuera invisible. Los habitantes eran en su mayoría "extraños". Así lo había catalogado él. Era extraño ver una cara nueva por los alrededores, era un pueblo en el olvido. Por algo era conocido por ser "la ciudad muerta" o "cuidad de los muertos" aunque nunca comprendió el motivo oculto tras los nombres. Era listo, mucho más que los niños de su edad, pero aún así su comprensión era limitada por la misma.

Habían parques, parques que no eran ocupados por niños. No había niños correteando por los alrededores, ni siquiera sus tiernas risas. Las casas parecían en su mayoría abandonadas. Vivía gente, claro que sí, pero vivían prácticamente prisioneros. No conocían mundo fuera de "las cuatro paredes" de Busan. Se podría decir que vivían en el siglo pasado. Las personas eran fieles devotas a creencias religiosas que en su mayoría no tenían sentido, por lo que sabía de la religión ellos estaban bastante lejos de ser religiosos.

Suspiró sintiendo el frío viento calando en sus huesos, la neblina dificultaba un poco la visión, vetandole de ver algo con forma o apreciar la poca belleza de la vegetación. El cielo gris oscuro se mantenía como todos los días junto a los árboles con sus ramas desnudas. El pasto era amarillo opaco, seco. Un ambiente triste y sin vida para un niño lleno de ella.

La escuela era todavía más insufrible. No tenía amigos, realmente no le hacía falta. Él creía fervientemente que todos eran raros, al contrario de la realidad donde él era el raro para los demás. No le gustaba esa gente, y estaba seguro que no tenía porque convivir con ellas si no quería.

Para él, su padre era la única persona que valía la pena y tenía gracia en comparación a la bola de defectuosos con las que compartía aire. Su madre era otra cosa.

Él no era cariñoso, sus padres nunca lo fueron, al menos no su madre. Su padre a veces le a premiaba con unas palmaditas en el hombro o desordenando su cabello. Al parecer era su forma de demostrar su cariño  y él estaba bien con ello, era suficiente. Su madre sin embargo, fue siempre fría y distante. No tiene recuerdos de ella profesando palabras bonitas o si quiera regalando una caricia. Se preguntaba porque su padre se había casado con ella, debió ver algo muy agradable en ella.

Su padre de puertas para dentro era un alma libre, divertida e infantil. Recuerda una vez haber salido de su lugar de nacimiento junto a él. Fue la primera y única vez, su madre se los había prohibido. Esa escapada le hizo abrir los ojos al mundo. Seúl era el nombre. Se maravilló del ajetreo de la ciudad grande, de los colores tan destellantes, de las pantallas grandes y de la amabilidad de las personas. Al principio le chocó e incluso lo asustó, no estaba acostumbrado. Pero unas horas le bastaron para prendarse. Qué diferente era de donde había sido criado. Si bien Busan pertenecía al siglo pasado más bien por la actitud de las personas, no era pobre. No carecía de fuente de lujos. Las pantallas grandes mostraban muchísimos colores, diversión y mucho entretenimiento tanto para niños como para el público adulto. A diferencia de su televisor que mostraba como en todas las demás casas de Busan, programas educativos muy aburridos y sobre sus creencias religiosas. En total habían 20 canales, más que suficientes según el pastor del pueblo, que cumplía la función de un alcalde aunque ya tuviera uno, que parecía un títere.

Su madre era una fanática.

Todos los días sin falta iba al "culto", así era como llamaban a sus sesiones de adoración al señor. Agradecía que ella jamás lo obligó asistir. Admitía que no le daba buena espina esa clase de cosas.

Cuando regresó de la escapada con su padre, su madre histérica golpeó a su padre, alegando que quería llevar a su hijo por el mal camino, algo inadmisible. La discusión fue la peor que vivió a su corta edad, estaba asustado escuchando los gritos desde su habitación. Jamás volvió a salir de nuevo. Se había prometido que algún día abandonaría la maldita cárcel a la que había sido sometido, estaba impaciente por cumplir la mayoría de edad.

✝𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐝 𝐒𝐨𝐮𝐥𝐬✝ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍◖𝐕𝐌𝐈𝐍◗𝐕𝐌𝐈𝐍𝐊𝐎𝐎𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora