Capítulo 13

818 94 142
                                    




Todos lo ignoraban. Era la peste, repudiado y rechazado. Así lo veían en el colegio. 

Y JiMin... 

Él estaba feliz con eso. 

Odiaba a todos. Los odiaba tanto... Así que cuando se sumergía en la soledad de su habitación y daba rienda suelta a su imaginación, se sentía en paz. Imaginar como sería su vida si cumpliera cada una de sus oscuras fantasías.

Las más retorcidas incluso para un adulto. 

Le gente lo veía como si fuera una anomalía. Como si fuera un monstruo... 

Y a él le encantaba. Amaba tener el control. Adoraba el terror y el miedo que podía llegar a causar en una persona. 

Ah. 

Nunca olvidaría aquella cara aterrada de su compañero de mesa cuando por "accidente" las tijeras traspasaron los tejidos de su mano, impidiendo que la separara de la mesa. Ver la sangre chorrear y empapar la mesa encendió en el un sentimiento indescriptible. Cuando aquel líquido carmesí y viscoso se deslizó a través  de la mesa hasta llegar a sus pantalones sus fosas nasales se ampliaron y sus ojos se dilataron. 

Los gritos rotos junto al llanto descontrolado no hizo nada en él. Estaba más concentrado en palpar y jugar con la textura tan agradable de la sangre y con su hedor a hierro tan asqueroso, pero tan adictivo. 

No entendía por qué Mark lo miraba así. ¿No se estaba divirtiendo como él? 

El niño rubio había intentado alejarse de él, se había deslizado apenas de su silla. Las tijeras atravesadas por su manos estaban clavadas a la madera, como si se aferraran y el dolor era insoportable. La cara empapada de lágrimas y el líquido deslizándose por su nariz más su cara deshecha de dolor no trastocaron ni un poco el corazón de JiMin, que no entendía por qué gritaba. 

No era estúpido, sabía que se veía doloroso. Sin embargo el pensaba firmemente que no hacía nada malo. 

Por ello no entendió cuando lo apartaron bruscamente del niño llorón y lo encerraron lejos de cualquier ser vivo. La mirada llena de pánico de su Hyung rubio lo descolocó. ¿Por qué lo miraba así? Él no había hecho nada malo. Todo había sido culpa del niño llorón. 

Jungkook. 

No pudo descifrar su mirada. Tampoco le importó, como tampoco le importó el resto incluyendo a  SeokJin. Odiaba la atención, odiaba ser el centro de atención. 

Desde entonces nadie se acerca a él. Por ello lo cambiaron de colegio. Cuarenta y cinco minutos andando hasta el pueblo más cercano al suyo no era tan malo, era un desconocido más. 

JiMin era un niño muy inteligente. Fácilmente el más inteligente de su generación y no sólo por sus notas. Su mente era un enigma hasta para él mismo, nadie lo entendía y a veces eso le frustraba. Aún no entendía como funcionaba el mundo, todo parecía ir su contra. No le importó faltar el primer semestre a su nuevo colegio, le habían dicho que era necesario hasta que las cosas se calmaran. Él no protestó. 

—Cariño ve a vestirte, saldremos en cuanto tu hermano esté aquí con Nam.— obedeció sin decir nada. Como siempre. 

Jin suspiró. Por más que pasara el tiempo no se adaptaba a la situación. Su niño estaba tan cambiado, extrañaba al niño tierno y angelical que conoció. 

No quedaba nada de él. 

Ni si quiera su tierna mirada que ahora era sustituida por una indiferente, carente de emoción.

Frente a él había un niño que nunca sonreía. Ya casi no se acordaba de sus hermosa sonrisa. JiMin era ahora tan serio y callado, apenas hablaba. Él no sabía como tratarlo, así que optó por ser el mismo. Por más que cambiase JiMin seguirá siendo la luz de su vida, siempre lo querría. 

✝𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐝 𝐒𝐨𝐮𝐥𝐬✝ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍◖𝐕𝐌𝐈𝐍◗𝐕𝐌𝐈𝐍𝐊𝐎𝐎𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora