Capítulo 7

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Jin estaba muy paranoico cada vez que pillaba a JungKook cerca de JiMin. Desde ese día la relación entre ambos mayores se volvió tensa. Era más que obvio que el rubio no confiaba en JungKook, el pelinegro le guardaba rencor y seguía enfadado por alejar a su hermanito de él.

Los días posteriores JungKook se sintió sofocado, hacía un gran esfuerzo en moderar su carácter y no explotar. Sin embargo era difícil cuando tenía un par de ojos encima de él todo el tiempo. Cada vez que se distraía un rato con el pequeño podía sentir la pesada sensación de ser vigilado, y no eran imaginaciones suyas. Las escuetas palabras era lo único que existía en la relación de los mayores.

Tenso y cortante.

Así se podía percibir el ambiente en la casa, pero JiMin era ajeno a ello.

Un mes. Un mes en el que se había alejado de JiMin completamente. Los roces entre los dos eran mínimos, lejanos y dolorosos para ambos. El pequeño se sentía desatendido por la persona más importante de su vida, y contrario a lo que muchos pudieran pensar, en él empezaba a desarrollarse un sentimiento de antipatía hacia su hermano mayor.

Apenas se veían, apenas se dirigían la palabra. JiMin poco a poco fue perdiendo el interés por JungKook. Al fin y al cabo era un niño. Los niños olvidan y reemplazan rápido, para ellos la vida funciona de otra manera. Seguía adorando a su hermano y lo extrañaba, sí. Pero ya no era como antes.

Ya no quedaba nada de los mimos, de las caricias, besos en la frente, en las mejillas, besos en todos los sitios donde habían sido explorados por los labios del mayor antes. Ya no habían abrazos reconfortantes que lo hacían sentir protegido y a salvo. No quedaban ya palabras melosas y cargadas de cariño. JungKook no hacía más eso y JiMin a pesar de ser un niño pequeño era muy perspicaz. Como el niño que era, centraría su atención en otras cosas y no en alguien que al parecer no le quería cerca.

Se dice que los niños van donde saben que serán bien recibidos. Por inercia se alejan y nunca se acercan donde saben que no son de agrado de alguien. Les gusta la atención, les gusta sentirse queridos y mimados. JiMin dudaba si recuperaría eso con JungKook. Ahora se sentía como un extraño y no como aquel hermano mayor que le adoraba.

JungKook harto de la amplia brecha que había sido creada por Jin, decidió ponerle fin al absurdo acuerdo. Necesitaba al menos un rato con JiMin. Necesitaba tenerlo para él y no ser constantemente vigilado como si fuese hacer algo malo.

—Jin.—llamó su atención.

Extrañado, el rubio de giró hacia él. Casi no hablaban por lo que era un tanto desconcertante que JungKook le dirigiera la palabra.

—¿Vas a salir? Estaba a punto de hacer la comida.

—No voy a comer aquí. Me voy a llevar a JiMin conmigo.—le lanzó una mirada neutra, no dando permiso a réplica.

—¿Con que permiso?

—Con el propio. Es mi jodido hermano y tú, un simple sirviente.—recalcó la ultima palabra. El rubio quedó mudo, eso realmente había dolido.

El rubio parpadeó repetidas veces y retuvo el aire en sus pulmones.

El chico quería a ambos hermanos y el que el JungKook lo viera solo como un simple sirviente le dolía, pero entendía que no tenía derecho a quejarse cuando era verdad. Era un simple sirviente.

Se giraron a la vez al oír un pequeño jadeo proveniente de las escaleras. El pequeño de la casa tenía la boca tapada con ambas manitas y con las cejas elevadas por la sorpesa. Estaba arreglado para salir. Tenía puesta una camiseta amarilla con el dibujo de el súper héroe favorito de su hermano. Iroman. Vestía unos shorts rojos y unas cómodas zapatillas combinadas con su atuendo.

✝𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐝 𝐒𝐨𝐮𝐥𝐬✝ 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍◖𝐕𝐌𝐈𝐍◗𝐕𝐌𝐈𝐍𝐊𝐎𝐎𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora