Cuando mis alas desaparezcan

La primera vez que sentí estos sentimientos

Mi cuerpo se sentía extraño y más pesado de lo normal. Me levanté con dificultad de la cama en la que anteriormente Max había dormido ya que pasada la media noche su madre finalmente había llegado para recogerlo y yo me había quedado solo con Ofelia la cual me envió a descansar sin darme una explicación aparente.

Por inercia me dirigí al baño y me quedé mirándome al espejo un largo rato. Mi rostro lucía diferente, dos grandes ojeras se habían alojado bajo mis ojos ahora hinchados por tanto llorar.

―Te ves horrible ― escuché la voz del demonio en mi mente.

―Lo sé... ¿No te parece que estas ojeras me hacen lucir un poco misterioso? Son como las de Damon, aunque a él le quedan mucho mejor que a mí ― le respondí con una sonrisa ― apropósito ¿Cuál es tu nombre?

―No tengo la obligación de decírtelo cabeza hueca.

―Cierto, te podría expulsar, no lo pensé bien ¿Puedo llamarte Poppy?

― ¿Qué crees que soy?, ¿Un pomeranian?

―No lo eres Poppy, pero cuando te vi de verdad pensé que ese nombre te quedaría a la perfección.

― ¡Que dejes de llamarme así!

Salí de la habitación en busca de Ofelia que me esperaba sentada en la sala mirándome con curiosidad.

― ¿Cómo fue tu primera noche con un demonio?

―Igual que todas, aunque me siento un poco cansado...

―Es natural, ya no posees tu barrera y un demonio se alimenta de tu energía.

―Ya veo... señorita Ofelia ¿me puedo ir ya?

―Puedes irte cuando quieras, siempre que vuelvas a hablar conmigo...

―Volveré ― le sonreí ― usted fue muy buena conmigo y Max.

―Pero antes quiero hablar de ciertos temas de interés contigo.― me sonrió mientras se retiraba de manera grácil.

Me quede mirando la puerta cerrada, pensando que serían aquellos temas de interés mientras me alistaba para poder volver a hablar con la mujer.

―Poppy... ¿De qué crees que quiera hablar Ofelia?

―Y yo que sé... aunque es una bruja ¿Quién puede confiar en ellas? Lo único que quieren es poder... por mí está bien que hables todo lo que quieras con ella Jejejeje.

―Yo pensé que no podía confiar en demonios pero Damon resultó ser una buena persona...

―Claro, porque no es humano... no puedes confiar en ellos, los humanos siempre te traicionan Jejejeje.

― ¿Conoces a Damon?

―Conozco todos tus pensamientos cabeza hueca, y también los de Max... ¿quieres saber las cosas que hacía?

―Ofelia dijo que no te escuchara yo...

Corrí al despacho de Ofelia donde esta me esperaba sentada tomando el té.

―Tardaste...

―Lo siento.

―Siéntate por favor ― me invitó.

― ¿De que querías hablar?

―Sobre el demonio, él puede implantar pensamientos en tu mente... puede hacerte sentir realmente miserable, pero quiero que entiendas que todo es parte de su plan.

― ¿Su plan? ― pregunté curioso.

―Hay demonios que no se alimentan únicamente de almas como los mayores, menores como este se conforman con la angustia y desesperación de tu corazón, trata de no caer en ella..