❣ Parte Cinco ❣

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Finalmente, la capucha que cubría totalmente su cabeza había sido quitada pudiendo tener como primer plano lo que parecía ser un antiguo bar abandonado, lo supo por las viejas mesas y sillas que iban acorde a los antros, también por la lejana barra delante de algunos estantes empolvados en donde supuestamente iban las botellas de alcohol. KyungSoo observó lo que tenía a su al rededor más próximo notando que había sido encerrado en una clase de pequeña jaula pues era más que obvio por las barras de acero frente tuyo así como también la base y el techo. Tragó saliva y frunció el ceño viendo el par de botas negras que estaban posadas frente suyo, no tenía idea de quién había sido el responsable de su secuestro pero fuese quien fuese le harían falta miles de años para poder quitarse todas las maldiciones que el peliazul le dirigía.

El sujeto fue colocándose en cuclillas hasta llegar a la altura del rostro de KyungSoo y una vez hecho sólo pudo esbozar una enferma sonrisa debido al ligero asombro que había puesto el bajito en su rostro.




-Te ves tan hermoso cuando luces indefenso, a mi merced, como siempre debiste estarlo, hijo de perra.

-Já — KyungSoo dibujó aquella sonrisa llena de burla y superioridad — Así que estabas tú detrás de esto, SeHun.

-Recuperando lo que es mío suena mejor.

-¿Tuyo? — preguntó con sorna.

-¡Como siempre fuiste!




SeHun golpeó las barras de la jaula con ira en demasía, llegó incluso a hacerlo tres veces porque estaba cansado de que KyungSoo se jactara siempre de no haber sido suyo ni un sólo momento cuando en su cabeza todo era lo contrario. Se alteró por no causar un fuerte impacto en KyungSoo como lo esperó; él quería ver al más bajo desesperarse, rogar por su libertad, pedir auxilio aunque nunca nadie lo escucharía en la desolada zona en la que estaban. KyungSoo se dedicaba a mirarlo con desprecio, con poca tolerancia e incluso hasta aburrido; eso estaba colmando la poca calma que tenía SeHun.




-¡¿Por qué mierda no estás asustado, rogándome que no te haga daño o gritando?!

-¿Crees que alguien tan patético como tú podría asustarme siquiera? — rió alto — No te engañes SeHun, admito que estoy sorprendido de que hayas sido capaz de secuestrarme pero hasta ahí llegó tu "genialidad". Ahora, ¿por qué no me desatas las mano y me dejas ir? Este circo es tan aburrido como las noches en las que follábamos.

-¡Hijo de perra! ¡Esta noche no vas a siquiera poder dejar de pensar en mí!




SeHun llevó su mano hacia su entrepierna haciendo que KyungSoo la viese por sobre los pantalones del pelirrojo.




-¿Sabes? Siempre me pregunté por qué diablos me enredé contigo.

Luxxxury » [KAISOO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora