Separados por la sociedad.

Y por sobre todas las cosas quiero que dejes de ser tan malditamente hermosa.

     

❤ATENCION: ESTE CAPÍTULO PUEDE LLEGAR A CONTENER PARTES FUERTES PARA EL LECTOR. SIGUES BAJO TU PROPIA RESPONSABILIDAD❤

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Llego a la escuela y ya es la hora del receso, entro, saco mi mochila y salgo rápido. En el pasillo choco con Elena que me intenta saludar pero la esquivo, ella me sigue hasta la salida gritando mi nombre. Antes de que continúe y le avise a todos los directivos que me voy me doy la vuelta y la detengo.

-¿Qué quieres Elena?*Pregunto fastidiado y enojado*

-¿A dónde vas Gonza?

-A mi casa, no me siento bien.

-¿O ella no se siente bien?*Dice cambiando su voz a una con un tono más malvado*

-Eso no te importa, no me molestes más.

Salgo de la escuela y camino hasta mi casa. Estoy a unas pocas calles cuando de repente suena mi celular, es mi madre, atiendo y continúo caminando.

-¡Gonzalo!*Dice mi madre alterada*

-¿Qué pasa mamá?*Contesto tranquilo para no alarmarla*

-Me alegra tanto escuchar tu voz y saber que estas bien. Los noticieros están en la puerta de tu escuela.

-¿Qué ocurrió?*Digo acelerando mi marcha pensando que buscan a Luna*

-Mataron a un chico que salía de tu escuela para robarle, se dice que decidió irse por problemas en su casa. Cuando escuché la noticia casi salgo corriendo.

-Está bien mama, tranquila, ya estoy llegando.

-Te espero.

Llego a mi casa un poco agitado, busco las llaves en mi bolsillo y recuerdo que salí corriendo y no agarré nada. Golpeo la puerta y me abre mi madre de inmediato.

-Luna ya ha despertado, está en la cocina comiendo algo.*Dice susurrando mi madre*

Camino hacia la cocina y la veo sentada, está llorando. Mi madre ha ido a la habitación de Florencia a ordenar. Me siento a su lado y miro mis manos con culpa, yo estoy nervioso y ella llorando, definitivamente no es una buena combinación. No sé qué hacer, que decirle o cómo reaccionar. Luna ya terminó de comer.

-¿Ya te habías desmayado antes?*Pregunto mientras levanto los platos de la mesa*

-Es la primera vez, se sintió horrible.

-¡Gonzalo! Ni se te ocurra ponerte a lavar lo platos.*Grita mi madre desde la habitación*

-¿Los lavas mal?*Pregunta Luna sonriendo pícaramente*

-No, casi siempre los lavo yo.

Me apoyo en la pared. No sé qué hacer. Esta chica me confunde, no sé si llevarla a su casa, devolverla al colegio o llevarla a un hospital. Luna me saca de mis pensamientos cuando se levanta bruscamente para buscar algo en su cartera que está colgada en una silla, parece desesperada.

-¿Buscas algo?*Pregunto acercándome a ella*

-Las llaves de mi auto.

-Ah. ¿Estás?*Saco las llaves de su auto de mi bolsillo*