Separados por la sociedad.

¿Más amenzas?

❌ATENCIÓN ESTE CAPÍTULO PUEDE CONTENER PARTES FUERTES Y LENGUAJE VULGAR. LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.❌

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Estaciono el auto a un costado de la calle, no quiero llorar pero el llanto en silencio de Luna me duele, intento agarrar su mano para calmarla pero me suelta, se aleja de mí y empieza a llorar más fuerte.

-No llores, por favor. No puedo verte así, a pesar de que prometí protegerte no pude hacerlo.*Digo con culpa*

No quiero llorar delante de ella, agacho mi cabeza y la apoyo en el volante. Mis ojos comienzan a nublarse por las lágrimas y estas empiezan a caer a mi pantalón, Luna no puede verme por suerte. Abro la puerta, bajo y la cierro rápidamente. Me apoyo en el auto y miro el cielo, no volveremos nunca más a esa casa, el padre de Luna tiene la cabeza totalmente dada vuelta y Leila prácticamente está vendiendo su cuerpo por unos billetes.

El viento helado del invierno choca con mi cara mojada por las lágrimas que cayeron de mis ojos, me doy la vuelta y secándome la cara con las mangas de mi buzo abro la puerta del auto, me siento y miro a Luna que tiene su cabeza apoyada en la ventana, muevo levemente su brazo pero ella no responde. Me acerco a su rostro y veo que sus ojos están cerrados, regreso a mi lugar y me preparo para encender el coche. Suspiro antes de comenzar a manejar, miro por un espejo y veo dos coches de policía acercándose a toda velocidad. Ambos frenan atrás del auto de Luna, un policía se baja de uno de los autos y se acerca a la puerta, bajo la ventana y golpeo por debajo el brazo de Luna para despertarla.

-¿Quién es ella?

-Romero Luna.*Digo nervioso al ver como el policía coloca su mano sobre su arma*

-¡Bájese del auto ya mismo!

-¿Qué?

-¡Golpeaste a su padre, robaste y la secuestraste! ¡Baja del auto!

Ellos están acá seguro porque el padre de Luna ya llamó a la policía y dio su versión. Acelero y salgo lo más rápido posible de ahí, uno de los coches de policía me está siguiendo mientras el otro todavía nos está intentando seguir el ritmo. Debería subir a la autopista para no meter en la persecución a otras personas, miro el nivel de combustible del auto para asegurarme de que pueda escapar por un tiempo más, pero este este es muy bajo. Logro hacer diez cuadras más hasta que el auto se detiene. Los coches de policía se detienen detrás de nosotros, miro a Luna por última vez y decido bajar. Me paro al lado del auto, levanto mis manos y cierro mis ojos. Unas manos me agarran y me arrastran, casi caigo al suelo pero me reincorporo para correr y seguir a la chica que tomó mi mano.

-¿¡Gonzalo en que estabas pensando!? ¡Te llevaré hasta mi casa!*Dice Elena*

-¿Qué hay de Luna?*Contesto mientras sigo corriendo*

-¡Ellos se encargaran!

-¡No! *Freno repentinamente y miro a un costado*-No la voy a dejar, le hice una promesa. ¡Quiero regresar por ella Elena!

-Joshua también se quedó atrás. Él se iba a encargar de sacar a Luna de la misma manera que yo te saque a ti, pero ella no bajó contigo. Regresemos.

Damos la vuelta y corremos de regreso hasta el auto, las calles en esta zona no están muy iluminadas por suerte. Llegamos hasta donde dejé el auto y vemos a Joshua en el suelo siendo pateado por los policías, Elena corre a empujar a estos y ayuda a Joshua a levantarse.