Capítulo V

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Sábado por la mañana y la escuela lucía semivacía, sumida en un inquietante silencio, perturbado apenas por el murmullo de unos cuantos estudiantes que se dirigían a sus aulas, seguramente por talleres extra. Maki no era de las personas que se ponían nerviosas con facilidad, o al menos, no lo era hasta hace unos meses atrás. Justo ahora, sentía sus pasos pesados, dificultándole avanzar.

La idea de ver a Honoka la atormentaba, no esperaba verla de esa forma, ¡diablos! Simplemente no esperaba verla tan pronto. Una semana de tortura no se comparaba con lo que atormentaba su corazón en esos momentos, esta vez sí que quería retractarse y regresar. Al menos sentía un extraño alivio de conocer la razón de que dejara sus trabajos y, que no era algo malo.

Maki no sabía cómo actuar, no sabía cómo ella actuaría después de todas las cosas que pasaron. Era consciente de que, para conservar a Umi como su amiga, tenía que arreglas las cosas con Honoka... y si era sincera, algo en la idea de perder a la chica hiperactiva no se sentía nada bien.

«Sé que eres la chica de la que Honoka-chan está enamorada»

Las palabras de Kotori resonaron en su mente provocando que el calor estallara en su cabeza, ¡eso no podía ser cierto!, ¡De ninguna forma!, ¡Honoka no podía enamorarse de ella! No cuando siempre la había tratado tan mal...

Una amarga sensación reemplazó al calor; cierto, ella siempre trató a la chica como una molestia, nunca hubo un momento en que le mostrara amabilidad, ni siquiera una sonrisa o un halago, siempre fueron regaños y desprecio ¿cómo podría Honoka quererla?

Ella debía odiarla.

Y tendría toda la razón para hacerlo.

Su ánimo se desplomó de inmediato, cualquier rastro de entereza que había logrado reunir, la abandonó.

Llegó hasta el auditorio de la escuela con 20 minutos de retraso, sin atreverse a entrar. Las puertas estaban cerradas y sólo se escuchaban los murmullos del interior, no tenía el valor necesario para abrirlas.

Se tomó su tiempo para prepararse mentalmente y cuando creía estar lista, una repentina voz agudizó sus sentidos, o mejor dicho, una canción.

Aún a través de la puerta, podía escucharla con tal claridad que parecía estar en frente, no podía describir qué era lo que escuchaba o si incluso había una forma de describirlo. Cualquier pensamiento moría en su mente, mientras que una explosión de nuevas emociones estallaba.

Conocía de memoria la música, había leído antes las letras pero nada se comparaba a la voz que las hacía vivir. Su esfuerzo, su pasión, su amor, estaban tan compenetrados en el eco del canto que se sentía envuelta en un mágico hechizo, ¡tenía erizada la piel! Una sensación de placer en su interior explotaba en cada célula de su cuerpo, ¡juraba que un fuego electrizante la envolvía! Acaso ¡¿era esto un frisson?! No podía creerlo, ¡jamás había experimentado uno!

Tuvo que cerrar los ojos para no marearse, dejándose llevar por la melodiosa voz de la cantante. Su corazón latía tan loco que estaba segura de que, si por alguna estúpida razón le daba un infarto, se iría feliz con aquella voz de ángel en el fondo.

Sintió un tremendo golpe de regreso a la tierra cuando la canción terminó y la melodía dejó de escucharse. Respiró hondo, con algunas gotas de sudor bajando por su rostro. Era un estado deplorable que se opacaba con la enorme sonrisa de satisfacción en ella. Aquello fue un canto digno de dioses.

—Vaya, este es probablemente el mayor logro de Honoka-chan —alguien silbó a su lado, al voltear totalmente sorprendida, se encontró con la sonrisa pícara de Nozomi Toujo, la misma que encontró en el parque de diversiones—. Sabía que ella cantaba bien, pero no sabía que podía poner en trance a las personas, aunque siendo tú, no me sorprende.

Contagiosa Melodía [Love Live!! School Idol Project]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora