𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ◽ EunHae (Adaptación)

Capitulo 6

Maratón 5/5 

Si no comentas ni votas un unicornio muere xdxd

Capítulo 6

Luego, un atractivo chico se asomó de detrás de aquellos grandes almacenes y me miró con sus grandes ojos acaramelados.

Su piel pálida, casi albina lo hacía ver demasiado guapo y el color caramelo de sus ojos artísticamente coloreados resplandeció con la luz del exterior. Su cabello, alisado y con un color castaño oscuro, yacía peinado perfectamente. A simple vista podría decir que ese cabello era realmente suave. Me sonrió, con sus labios rosados.

-Hola- me dijo, amable.

-Amm... hola.

-¿Hablas coreano verdad?- preguntó curioso.

Asentí con la cabeza sólo una vez.

-Genial, entonces, ¿en qué puedo ayudarte?- me regaló una sonrisa bastante extensa, llena de amabilidad en donde pude distinguir un brillo especial en sus dientes; era realmente reluciente.

-Bueno yo...- tartamudeé -quería, quiero- corregí - revelar algunas fotos- dije finalmente mientras intentaba sacar mi cámara del morral, pero su voz me interrumpió.

-Oh claro... sólo, ¿podrías esperarme un poquito? Tengo problemas allá atrás con esa tonta máquina de fotocopiado- hizo un mohín.

-Claro- reí.

Se perdió de mi vista en aquella densa oscuridad detrás de los almacenes de los que antes había salido, pero aun podía escuchar con claridad sus refunfuños hacía la máquina.

-Eres asiático, ¿verdad?- dijo.

-Emm... sí- intenté adivinar el lugar exacto del que provenía su voz, elevando mi cabeza sólo un poco para poder ver algo -¿También tú?

-No, bueno sí, pero nunca he visitado el lugar... nací aquí, pero mis padres son asiáticos, aunque, claro, me encanta el continente. ¿Y de dónde vienes?

-Pues mi ciudad natal es Mokpo, pero llevo viviendo en Seúl un tiempo- explique rascando ligeramente mi nuca.

-¿En serio?- saltó de pronto del lado contrario al que se había metido y me hizo pegar un brinco.

-S-Sí- balbuceé.

-¡Qué emoción! Siempre he querido ir a Corea, pero aún me falta mucho por vivir aquí así que...- se encogió de hombros -Me llamo Kim Ryeowook, nombre coreano, ya lo sé- parloteó poniendo los ojos en blanco -Pero a mis padres también les gusta todo lo relacionado con Asia- me extendió la mano -; Por cierto, dime Wook, es que Ryeowook... bueno, como que es muy largo, además me gusta más Wook- explicó soltando una ligera risilla que me contagio al instante.

-Un gusto enorme, Wook. Soy Donghae.

-¡Qué bonito nombre, Donghae! Me encanta- dijo e hizo que me riera, halagado.

-Gracias, Wook.

Aquel tierno chico hizo que el tiempo que esperaba para que mis fotografías fuesen reveladas, se me pasara en un santiamén; platicaba conmigo y me hacía sentir como si me conociera desde hace años, además de que el entusiasmo que aplicaba en cada palabra me hacía sentir cómodo y familiarizado, Sungmin era casi igual.... además de que le comenté sobre mi orientación y lo tomó bastante bien... aunque sentí que me estaba ocultando algo, pero no le tome mucha importancia.

-¿Quién es el chico apuesto de las fotografías?- me preguntó, mientras sacaba tales papeles del ácido cianhídrico y los colgaba en el lazo con cuidado -¿Un modelo?