Capitulo 18

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Capítulo 18

El sujeto me sonrió, estirando sus delgados labios rosados y alzó la mano para saludarme -Hola- musitó, bañando al español con un matiz inimitable de italiano.

Sujeté su mano, respondiendo el saludo y le devolví la sonrisa a sabiendas de que la mía parecería turbia.

Como no hablé para nada, Gaspar, volvió a la plática con HyukJae -Neanche parla coreano?*- le preguntó, confundido.

Hyukjae soltó una carcajada que al instante supo contraer -Penso che odia questi luoghi, man no te la prendere personale**-le dijo él, con amabilidad- Beh, è meglio andare***- el pesar en el rostro de Hyukjae apareció de repente.

Al menos podía estudiar sus expresiones sino entendía nada de lo que hablaban -Ma se siete appena arrivati!****- parloteó el sujeto tras la barra.

-Sì, ma fretta*****- una mueca se dibujó en el rostro de Hyukjae.

-Okay, okay. Saluto Sungmin.

-Chiaro- Hyukjae sonrió, fugaz.

-Hasta pronto, Donghae. Me dio mucho gusto conocerte- me dijo con su acento italiano, distorsionando un poco el coreano.

-Adiós, Gaspar- musité, tímido.

-Arriverdeci- dijo, Hyukjae, despidiéndose con el movimiento de mano también.

-Arriverdeci, Hyukjae- dijo él.

Hyukjae me empujo por la espalda y el tacto cálido de su mano sobre mi cuerpo, llegaba incluso a través de la ropa. La piel se me erizó, como si una lombriz de electricidad me recorriera el cuerpo.

Me sacó de aquel lugar y pude respirar el aire fresco una vez que estaba afuera. Aquel respiro me hizo pensar en Sungmin. Me sobresalté.

-¿Qué hora es?- le pregunté a Hyukjae.

Sacó su celular y miró la pantalla del mismo -Las ocho con cuatro- contestó, como si nada.

-¡Sungmin ya está en casa!

-Conduciré rápido- dijo.

¿Esa era su respuesta? ¿Acaso me sentía más culpable yo que él? ¿Él se sentiría culpable al menos? Las preguntas revolotearon en mi cabeza con voz propia, mientras me esforzaba a mandarlas todas al rincón de mi mente. Callándolas.

Subí a la Hybrid de Hyukjae cuando este me abrió la puerta. El tiempo se me acababa; había pasado un buen rato con él, sin embargo, para mí pareció sólo la prolongación de lo que dura un suspiro y ahora iba a ponerle final al día, a mi tarde con él.

Condujo hasta el departamento de Sungmin, y en el camino casi no hablamos debido a que mi cabeza se encontraba hundida en pensamientos, buscando alguna manera de explicar la situación.

Situación que a Hyukjae parecía no preocuparle. Cuando llegamos y él estacionó frente al edificio, me congelé en el asiento porque aún no tenía el pretexto ideal para decirle a Sungmin. Hoy era una de esas noches en las que la cabeza no me daba para más.

El rugido del motor se detuvo y el silencio se produjo al instante -Listo, subamos rápido- dijo, Hyukjae, satisfecho del tiempo que había tardado en llegar. ¿Veinte minutos se le hacía poco?

-Espera- le sujeté del brazo antes de que bajara. Me miró, intrigado -¿Qué vamos a decirle?- pregunté.

-¿A quién?- inquirió, confundido.

-A Sungmin- dije, obvio.

-¿Por qué?- su ceño levemente fruncido me decía que no estaba fingiendo confusión.

𝑴𝒂𝒏𝒖𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒐 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ◽ EunHae (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora