Capítulo 7

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2 Meses

     La temperatura empieza a descender y comienza febrero, el tiempo ha pasado y cada vez me estoy volviendo más loco, Samantha y yo... No sé que tenemos, somos amigos pero parecemos novios o al menos quiero serlo. Nos la pasamos juntos la mayor parte del tiempo, me consulta casi todo, salimos a todos lados y me presentó a sus padres, su mamá es muy simpática, normalmente siempre es ella la que está en casa. Estas vacaciones nos veíamos varias veces a la semana, ya fuera para ir al cine, que la acompañara de compras o simplemente pasar la tarde en su cuarto escuchando música. Ya no sé cómo decirle que la quiero, de verdad, ya no lo puedo negar.

     Una tarde fuimos a un parque cerca de su casa y nos sentamos en el césped a ver el atardecer, en un momento la vi contemplando el cielo y sin pensarlo tome su mejilla en mi mano y ella volteo el rostro hacia mí, sus ojos se clavaron en los míos y acaricie su labio inferior con el pulgar. Moría por besarlos, quería saborearlos lentamente y al mismo tiempo devorarlos. Me incline hasta que nuestras frente se tocaron, poco a poco acortaba los escasos centímetros que separaban nuestras bocas, podía escuchar nuestro latidos desbocados tratando de salir de nuestros pechos o seguramente solo era el mío. Un perro que pasó corriendo sobre nuestros pies nos sacó de nuestro trance, ahí quedo el momento y desde entonces no lo he vuelto a intentar.

     Nos veíamos con menos frecuencia cuando las clases comenzaron nuevamente y acapararon nuestro tiempo, pero hoy quedamos en vernos en la cafetería a la hora del almuerzo y aquí estoy esperándola. Samantha llegó con una pequeña caja entre las manos.

—¿Qué es? — le pregunté.

—Es para ti—sonrió y me entrego la pequeña caja —es un regalo, se me había olvidado dártelo.

—No tenías porque hacerlo.

—No seas tonto, ábrelo.

     Su sonrisa llena de expectativa era hermosa, estaba ansiosa. Solté el pequeño lazo y quite la tapa, adentro estaba una placa militar, la saque de la caja y me di cuenta que tenía algo escrito.

"Que nuestras almas se vuelvan a cruzar en otras vidas"

Samantha

     Era un detalle increíble, y la frase que tenía grabada me dejo fascinado. Yo también estaba feliz de haberla conocido y de que estuviera en mi vida, y estaría feliz si me la encontrara en otra.

     La abracé y susurré contra su pelo.

—Gracias, es un hermoso detalle.

—Me alegra que te haya gustado—contestó devolviéndome el abrazo.

     Inspire el aroma de su pelo y deje caer mis brazos, separe mi cuerpo del suyo y la observe con una sonrisa.

—Bueno señorita, ya que usted me dio este hermoso regalo, yo quiero corresponderle invitándola a cenar este jueves— le propuse.

—Adam no tienes porque...— sus mejillas se sonrojaban y yo la interrumpí.

—En serio quiero... Samantha quiero invitarte a una cita— confesé con timidez —¿Aceptarías salir conmigo?

     Ella se quedo en silencio, no sabía que pensar ¿y si no quería? Ya me había armado de valor y no podía hacer nada.

—Si— dijo finalmente acabando con mi agonía —estaría encantada de salir contigo Adam.

     Su mirada era dulce y sincera, realmente quería salir conmigo y yo sentía algo indescriptible y magnifico. Podría pedirme cualquier cosa y yo lo traería a sus pies, así de mal estaba por ella.

Alguien más te esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora