Han pasado tan solo un par de horas desde la intensa batalla entre los últimos miembros del Clan Uchiha. El menor de ellos finalmente había cumplido su promesa de matar a su hermano mayor con toda la intención de vengar la muerte de todo su clan, pe...
—¿Por qué precisamente debo ir yo? —Se quejó el Uchiha viendo a la Hokage directamente a los ojos, esta tenía un semblante inseguro y ambos lo habían notado. — Ya no soy el único Uchiha, si creen que es una misión importante y que no debe tener fallos, envíen a Itachi.
—A él le tengo preparada otra misión aún más importante y confidencial, solo podías ser tú. —Explicó en un suspiro. — Y como posiblemente se verán atacados, Sakura tiene unas buenas habilidades tanto como ninja como también médicas, se las arreglarán muy bien ustedes dos.
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—¿De qué va la misión exactamente? —Preguntó curiosa de saber que la habían enviado a una misión muy importante. Ambos la miraron, era verdad que ella no estaba presente en la explicación.
—Deben transportar a una princesa desde el país de la Luna a su tierra natal. —Le resumió rápidamente con la intención de que se fueran lo antes posible para preparar sus cosas, comenzaba a anochecer y debían de estar descansados para su partida. — Constarán con dos semanas para completar la misión, como máximo tres.
—No puedo creerlo... —Se dijo a sí mismo por lo bajo, aunque no lo suficiente dado que la peli rosa le había oído. Ella antes de que pudiese decirle algo, este salió del despacho dando un portazo, dejando a ambas mujeres confundidas, sobre todo a la que sería su compañera en su misión.
—¿Habré hecho algo que le molestó? —Se cuestionó volviéndose a ver a su maestra quien se encogió de hombros en su silla.
— Toma el informe y ve a preparar las cosas para su salida. — Ordenó, dejando también una bolsa que estaba extrañamente llena en el escritorio. — Este es el dinero de tres semanas que podrán utilizar, tanto para hospedaje en hostales como también para utilizar en viajes de barcos y en comida.
—Sí... —La jóven acepta sin mucha convención en el sus palabras, se le hacía extraño, era demasiado dinero para solo tres semanas y además, la rubia jamas había dado tanto dinero para una misión así, ni si quiera tratándose de señores feudales. Dio unos cuantos pasos hasta llegar al escritorio y tomar el pergamino y la bolsa con dinero. — Tsunade-Sama... —Le llamo, a lo cual esta le dio su atención. — Itachi se ha estado comportándose muy extraño, ¿Usted no sabe algo al respecto? —La rubia arqueó una de sus cejas, mirándole seriamente.
—Itachi ha sido un criminal toda su vida, es normal que tenga cambios de personalidad. —Dijo, girándose en su silla para darle la espalda y mirar por su ventana. — Mientras no cometan ningún crimen más... Lo demás que hagan los Uchiha no es mi problema.
Aquella frialdad en como ella lo había dicho realmente le había extrañado, normalmente a ella también le habría parecido raro, pues en un principio también se había alegrado por su relación con Itachi, que ahora estuviese tan desinteresada no lo encontraba normal, pero aún así, prefirió no pedir explicaciones a algo que sabía que su maestra no le diría.
