Donde quieras que estes te amaré (BL)

Unas copas de más

Las clases ya habían dado a su fin y tendríamos un fin de semana largo por que habían dos feriados, todo el día estaban hablando de una fiesta que iban a organizar, cosa que a mí no me dio gran importancia y dispuse irme a casa con el pretexto de tener que hacer algo para distraerme.

Fui al supermercado para comprar y después de unas largas horas de fila logré salir para irme a casa, al llegar ya estaba muy cansado y con muy poca motivación para hacerme el almuerzo así que me tiré en mi cama para encontrar descanso pero aún así me encontraba intranquilo desde que volvía a entablar conversación con Jack, era extraño, casi como si no fuera quien recordara en esos tiempos donde nos abrazábamos los dos y habían miradas de complicidad en ambos, su mirada ahora era turbia y muy chocante.

Mi mente se encontraba intranquila y yo solamente quería descansar un rato para no tener más estrés del que ya había acumulado esta semana, pero sin darme cuenta cerré mis ojos y los abrí de una con un fuerte sonido, mi móvil estaba sonando en la cocina, me levanté y vi quien era, Damián estaba llamando, era la primera vez que el divino me llamaba así que conteste rápidamente sin dar más atrasado.

-Hey, como te encuentras? -pronuncio muy calmado y casi serio-

-Bien -bostece sin esfuerzo- estaba descansando un poco.

-Perdóname, espero no haberte molestado.

-No, no pasa nada. ¿Y para que me llamabas?

-Bueno, hoy nuestro curso va a hacer una fiesta y me invitaron pero a mí no se me da bien ir ya que no asisto a muchas. Me gustaría que me acompañaras si no tienes nada que hacer hoy.

Me quedé un momento en silencio y lo pensé con algo de detalle para no topar con nada importante que hacer. Finalmente acepte su propuesta para salir.

-Bien, entonces nos vemos en el lugar acordado para que entremos juntos. Ok, nos vemos en un rato más. Adiós.

Al cabo de las horas me arregle y fui muy intranquilo en nuestro encuentro, todavía no había podido despejar mi mente del todo pero aún así esperaba que al estar junto al divino se logrará disipar todo aquel pesar. Casi llegando al lugar de encuentro lo veo ahí, tan inmerso, Galán y sereno a su presencia tan dispuesta a mi que ya hacía parado frente al local en mi espera.

Lo saludé y entramos juntos a la pista, sin estar mucho rato allí, un grupo de chicas se amontona alrededor del divino dejando fuera de su alcance, un vago recuerdo surge en mis memorias “Nunca has sido suficiente para él” resonaba una y otra vez en mi interior, me aleje y fui en busca de un trago fuerte para deshacer esas duras palabras, comencé a pedir uno y otro cada vez más rápido para poder olvidar.

Al cabo de la hora ya mi mente se despejó, y el dolor que ya hacía años en mi pecho se tranquilizó, era al fin libre de decir todo lo que alguna vez tuve que guardar, me arroje sin tapujos al medio de la pista de baile y hice mis caderas bailar al ritmo de la música que descontrolaba cada uno de mis movimientos, mi cuerpo se sentía liviano, casi como si flotase y me entregué a caer en mi nube de ensueños, abrí mis ojos muy pesados para encontrarme con un chico que me sostenía apenas, tome lo poco y nada que me quedaba de conciencia para buscar a Damián dentro del bochornoso lugar que solo dirigía mis pesados pasos a solamente a él.