Recuerdas

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Todos los días estaba la rutina de mamá de hacer el almuerzo para mí, pero desde que no estaba en casa iba a almorzar en el casino de la universidad, allí todo era tranquilo y había grandes cantidades de comidas para elegir. Lleve un poco de comida y me senté junto a la ventana para observar el patio central con calma, era todo muy verde y los sectores eran muy espaciosos para sentirse con total libertad.

Un sonido metálico hizo que me sobresaltara y girara un poco hacia ese lugar. Vi a Jack colocar su bolso encima de la mesa mientras se acomodaba justo frente a mí, esto claramente no me hacía sentir para nada a gusto.

-Lo siento por lo ocurrido del otro día –decía mientras apagaba su cigarro-

-¿Que? –exprese-

-¿Acaso no me has escuchado?

-Claro que sí, solamente que no creo que te estés disculpando conmigo correctamente.

-Es que, estuve pensándolo luego de esa discusión y me di cuenta que se me paso la mano en decir cosas hirientes... -suspiro con pesar para luego mirarme- Espero que me puedas perdonar.

Me quede perplejo ante todo aquello, sentía como si una sorpresa apareciera de la nada, tenía mi orgullo dañado y tocado por él pero aun así sentía que debíamos hablar, había un espacio en blanco que solo estaba lleno de preguntas y no había respuestas exactas, solo Jack podía responder a aquellas dudas que llevaban años ahí esperándolo.

-Solo con una condición –le propuse, mientras tomaba un sorbo de agua de mi almuerzo-

-¿Y cuál sería esa condición?

-Que dejes de molestarme cuando este con Damián

-Está bien... -se encogió un poco en su asiento-

-Se nota que no has cambiado del todo.

-Yo no he cambiado, pero tu si – reprocho-

-¡Pero yo no me teñí el cabello como un tomate!

-¿Yo no parezco tomate! –Dijo sorprendido con un tono de burla-

-Oh, sí que lo eres –lo moleste cada vez más-

-¡Que no!

-Que sí –dije muy tranquilo-

Nos quedamos en silencio un momento y al cabo del rato nos reímos por las idioteces que hablábamos juntos, a pesar de los años seguíamos siendo muy iguales en ese aspecto, como cuando éramos grandes amigos. Era nostálgico recordar todo eso, recordar lo que éramos antes que de su desaparición repentina, había veces en donde me preguntaba donde se hallaría él o que excusa pondría por haberse ido. Sin darme cuenta recordé un momento que creí haber olvidado, pero, el sentimiento seguía allí arañando la gran costra que traía en mi corazón.

-¿Y cuéntame, en qué carrera estas? –pregunto animado-

Mis pensamientos del pasado fueron despojados cuando Jack me comenzó a hablar mientras estaba distraído en mis pensamientos rotundos del pasado, logre colocar a tiempo mis ideas y decir mi respuesta.

-Ahora mismo estoy estudiando diseño de modas –respondí sin titubear-

-Oh, eso es increíble y eso que a ti siempre se te dio todo lo que era crear y diseñar

-Claro que sí, aparte que nunca me aburro ya que Damián siempre me ayuda cuando me quedo trabado o sin ideas para crear algo

-Agh, aprovechando de que hablas de él, no te molesta que sea tan así –señala al fondo del casino-

Al girarme me tomo un momento darme cuenta en donde se encontraba, se veía al divino sentado en su mesa con unas 4 chicas que le estaban coqueteando descaradamente y el solamente sonreía.

- ¿Que tiene?, tú también haces lo mismo con tu fanclub de chicas que te adoran o no

-Ja, ni que fuera tan casanova como ese tal modelito –dijo con sarcasmo mientras encendía un cigarro-

-¡Jack!

-¿Que?

-Acaso se te olvido lo que prometiste, aparte no tienes nada que decir si tú eres peor en ser el casanova de toda la universidad –le di una indirecta más que discreta-

-Solo dije lo que pensaba y era –se estiro en su asiento y fumo de su cigarro mientras refunfuñaba en silencio-

Jack tenía en una parte razón, Damián siempre estaba ahí con una o que otro grupo de chicas a su alrededor que le hacían preguntas tontas para poder hablar con él, pero siempre el divino lograba distraerlas o las alejaba para irse a otra parte conmigo. Pero esta vez el divino no se inmutaba en darles una sonrisa, ni siquiera pensó en irse de ahí, ¿acaso se sentía cómodo estando con ellas? Una extraña sensación hizo que mi corazón latiera rápido y angustiado, pero, ¿Por qué era el motivo de esto tan repentinamente?, no lo sabía pero aun así mi vista estaba posada en la mesa donde se hallaba el divino junto a ese grupo que tanto dejaba que desear.

Donde quieras que estes te amaré (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora