«Good girls» Luke Hemmings.

Capítulo 1.

«Good girls» Capítulo 1.

Era un sábado a las 7 pm cuando a mi padre se le ocurrió la fantástica idea de hacer otra de sus aburridas reuniones con sus compañeros de trabajo. Las odiaba porque mis padres no hacían otra cosa de hablar de mis notas, mi solicitud a Harvard, mis talentos y mis habilidades. Parecía que amaban más todo aquello que a mí en sí. Amaban la sensación de presumir y creerse mejor que los demás, lo amaban más que a mí.

En fin, se puede decir que tengo una doble personalidad. Por un lado está la chica correcta, obediente y perfecta que mis padres quieren que sea, y por otro estoy yo, mi verdadera yo, la cual no sale a la luz en presencia de mis padres, no, eso me traería muchos problemas. Demasiados.

Era frustrante el hecho de que mis padres no me acepten, y era mucha la presión de saber que debía ser perfecta para ellos, pero lo sobrevivía, era algo a lo que ya estaba acostumbrada.

Miré mi reflejo en el espejo. Me daba asco. Estaba demasiado prolija y correcta a lo que sabía ser mi aspecto desaliñado y acorde a mi estilo.

Suspiré y bajé las escaleras viendo la multitud de gente que se encontraba en mi vestíbulo, más de lo normal. Estaban allí los mismos hombres de siempre, vestidos con sus típicos trajes de etiqueta al igual que mi padre, «aunque no se puede esperar otra cosa de los abogados» pero esta vez éstos venían acompañados de elegantes y sofisticadas mujeres y algunos hasta con niños.

Genial. Los superficiales compañeros de trabajo de mi padre habían traído al resto de su club de superficialidad, mejor conocido como sus familias.

-Miren quién a llegado -dijo mi madre, tomándome de los hombros, abrazándome de lado.

Saludé a todos con mi mano y con una aparentemente sonrisa amable.

-Mi pequeña pianista - dijo mi padre, levantando su vaso de champagne - ¿Por qué no tocas algo?

Vaya sorpresa. Siempre ocurría lo mismo. Una y otra vez. Me gustaba tocar el piano, pero el hecho de tener que tocar pura y exclusivamente piezas de Mozart o Bethoveen todo el tiempo era aburrido.

Me senté frente al piano de cola que estaba en el centro del enorme salón y lo hicé una vez más, complací a mis padres.

Sonreí mientras todos allí aplaudían y me elogiaban, cuando divisé cerca de mis padres una cara conocida.

Era Luke. Luke Hemmings. Iba a la misma escuela que yo y teníamos un par de clases en común. Lo observé más en detalle y noté que no traía en su labio el piercing que solía llevar a la escuela y a todos lados. Al verlo de esa forma me sentí un poco menos patética.

Al parecer no era la única que debía cumplir con los estereotipos de mis padres.

-•-•-

«Te extraño demasiado. Necesito verte»

Releí el mensaje en mi móvil, indecisa.

Era Chris, mi novio. Él y yo salimos desde hace 5 meses, en secreto, ya que si mis padres viesen que estoy saliendo con un chico cubierto de tatuajes y de piercings que maneja una motocicleta a 150 km por hora, estaría cavando mi propia tumba.

Yo también lo extrañaba, mucho. Pero era un domingo a la noche cuando recibí su mensaje, y no contaba con el permiso de mis padres para salir un domingo a altas horas de la noche, y no tenía excusa.

Observé la ventana de mi balcón. Luego mi reloj, que marcaba las 8 y media en punto, y así sucesivamente. Pensé en escaparme, como había hecho en varias ocasiones, pero me encontraba algo nerviosa esta vez porque mis padres aún estaban despiertos y corría el riesgo de que me descubriesen, y si eso pasara arruinaría mi vida, o al menos todos estos años de actuación.