Capítulo 2

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"5 minutos", advirtió la entrenadora una vez más, mientras terminaba de vestirme en los baños del gimnasio.
-¿Sabes que es lo único motivador de esto? - preguntó Chloe, mi mejor amiga, mientras anudaba los cordones de sus zapatillas y refiriéndose al hecho de estar en el equipo de porristas.
-¿Qué?- quise saber, mientras caminábamos hacia el gimnasio, el cual estaba siendo utilizado para un partido de fútbol.
-La hermosa vista - respondió, observando a los chicos jugar.
Reí y rodé mis ojos en respuesta.
- Cuida tus palabras - le advertí en broma - mi novio está allí.
-Vale, lo siento - alzó los hombros.
El entrenador sonó su silbato dando por finalizada la clase y los chicos se dirigieron hacia los baños, a nuestra izquierda, algunos quitándose la camiseta en el camino.
Chris se acercó a mi y me besó, pasando su brazo por mis hombros.
-Pensaba esperarte para ir juntos a almorzar.
-Genial - sonreí y le besé una vez más.
-Estaré en las gradas.
Al final del entrenamiento, Chloe, Chris y yo nos dirigimos a la cafetería y nos sentamos con el resto del equipo de fútbol, incluído Luke.
Chris tocó mi muslo por debajo de la mesa y di un pequeño salto cuando tocó la aún notoria cicatriz.
-Joder, ¿Cómo te has hecho eso?- preguntó, atrayendo la atención de Luke.
-Me caí cuando intentaba subir a mi habitación aquella noche- murmuré.
-Deberías haberme llamado, Kat.
-No necesitaba ayuda, créeme. - dije, mirando a Luke, quien esbozó una leve sonrisa.
Chris miró hacia donde yo miraba para encontrarse con un Luke sonriente.
-¿Y tu que mierda ves, gilipollas?
-Christian - dije, por lo bajo, intentando calmarlo.
-¿Alguien está teniendo un mal día? - desafió Luke.
-Métete en tus putos asuntos, Hemmings, y no tendrás problemas conmigo, ¿Vale?
Chris tenía la manía de ser impulsivo sobre todo cuando se trataba de mí, y sabía a lo que era capaz de llegar, es por eso que decidí interrumpir la batalla de miradas que estaban teniendo en ese momento.
-¿Por qué tienes que ser así con todo el mundo, Christian? - dije con cierto tono de enojo.
-¿Así como?
-Tan... - hice una pausa, buscando la palabra correcta - ¡Posesivo!
-Lo seré, vale, pero al menos yo no ando metiendo las narices en asuntos ajenos.
-Lo siento, ¿Vale? - dijo Luke, con fastidio.
-El que debería pedir disculpas aquí no eres tu, Luke - dije.
-Oh, vamos, ¿Por qué lo defiendes?
-Sólo defiendo lo que es justo, y tú estás equivocado.
-Está bien - dijo, levantándose de su lugar - Me largo, estarás mejor con Luke que conmigo.
Dicho eso, cogió sus cosas y se marchó antes de que pudiera articular palabra.
Miré a mi alrededor y vi que el resto de la mesa, que antes se encontraba concentrada en su charla, ahora me miraba fijamente.
-¿Está todo bien? - preguntó Chloe.
-Si, hablamos luego, no te preocupes. - asintió y desvió la atención de todos para que yo pudiese hablar a solas con Luke.
-Lo siento mucho - dijo.
-Esto no es tu culpa, Luke.
-Siento que lo es.
-Chris siempre ha sido así, ya se le pasará.
-Sí, contigo. A mi me odia.
-Intentaré hablar con el en algún momento.
Luke apartó la vista y permaneció en silencio.
-¿Luke? - lo llamé, y clavó sus ojos azules en los míos, parecía distante - Escucha, pase lo que pase, no le digas a Chris que me ayudaste aquella noche.
-¿Por qué?
-Sólo no lo hagas. Por favor.
Asintió y minutos después sonó la campaña y fui al laboratorio de química.
-¿Puedo? - preguntó Luke, señalando el asiento a mi lado.
Asentí y la profesora llegó minutos después. Comenzó a dar la clase y, al final de la hora, nos dió un par de consignas para un trabajo que era para dos personas y debía entregarse la clas siguiente. Luke y yo formamos un grupo, ya que ni él ni yo conocíamos a nadie en esa clase.
Sabía que eso probablemente me traería problemas con Chris, pero ¿Qué más da? Si el 80% de mi vida eran posibles problemas.
-•-•-
Al día siguiente Luke vino a mi casa después de la escuela para el trabajo de Química. Chris y yo no cruzamos palabra en todo el día y no me sentía bien con eso, pero tampoco me había sentido bien cuando trató de esa forma a Luke ayer.
Él no se lo merecía, no después de lo que hizo por mi.
Fuimos a la sala de estar y dejamos nuestras cosas allí, hasta que oí los estruendosos ruidos de los tacones de mi madre, que se dirigía a donde estábamos nosotros.
-Luke, el piercing - exclamé en susurros, tendiendo la palma de mi mano hacia él.
Luke rápidamente se lo quitó y lo tomé, guardándolo en mi bolsillo.
-Katherine - dijo mi madre.
-Hola mamá - sonreí dulcemente.
-¿Quién es tu amigo?
-Soy Luke - le estrechó la mano a mi madre - Luke Hemmings.
-Oh, es un honor tener al hijo de un exitoso empresario como tu padre aquí, mucho gusto - sonrió - ¿Sois amigos o...?
-Si - interrumpí - Vino aquí para hacer un trabajo, madre.
-Vale, yo saldré en cuestión de minutos así que los dejo trabajar en paz - dijo - Mándale saludos a tu familia, Luke.
-Lo haré, adiós - sonrió con amabilidad.
Mi mamá salió de la casa y Luke y yo nos sentamos en el sofá. Retiré el piercing de mi bolsillo y me lo coloqué en mi labio inferior.
-De ninguna manera - dijo, incrédulo - ¿Has tenido un piercing ahí?
-Sí, hace mucho tiempo. - me lo quité y se lo entregué.
-¿Y por qué no lo usas? Te queda jodidamente bien.
-A Chris no le gustaba, prefería besarme sin él - bajé la vista.
Justo en ese momento mi teléfono comenzó a sonar en mi bolsillo. Era él.
Apagué mi teléfono y lo dejé a un lado.
Nos dispusimos a hacer el trabajo y luego de dos horas quedó terminado. Estábamos viendo una película cuando el timbre sonó. Debía ser Chloe, siempre solía venir a mi casa a esa hora.
Sin embargo, esta vez no era ella.
-¿Chris?
-No puedo seguir con ésto Kat, perdóname, por favor, te extraño - habló rápidamente, y se detuvo cuando observó a Luke a mis espaldas, sentado en el sofá.
Su semblante cambió a uno muy serio mientras me tomaba por los hombros y me hacía a un lado para poder pasar. Se acercó a Luke y lo tomó de la camiseta, obligándolo a levantarse.
-¿Y tu que cojones haces en la casa de mi novia? - preguntó, con un tono de voz siniestro que provocaba permanentes escalofríos en mi cuerpo.
-Sólo estábamos haciendo un trabajo para la escuela, tío, por favor relájate - dijo, soltándose de su agarre.
-Tenías tu teléfono apagado. - me dijo, aún con ese tono sombrío en su voz.
-Lo siento - susurré.
-¡Joder! - di un salto - ¡Es que ya ni siquiera puedo hablar contigo por este gilipollas!
-La estás asustando - dijo Luke, con su voz tan dulce, tan contraria a la de Chris.
Me acerqué a Chris con la intención de hacer que se calme, porque no le veía un buen futuro a la escena.
-Cariño - dije, tomándolo del brazo - Está bien, Luke ya se iba y yo iba a llamarte en cuanto estuviera libre. Todo está bien - dije, acariciando su abdomen por encima de su camiseta.
Luke pareció entender la situación y tomó sus cosas rápidamente, antes de que se marchara su mirada se conectó con la mía y modulé un "Lo siento" justo antes de que cerrara la puerta con una expresión en su rostro que no pude descifrar.

«Good girls» Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora