Give Yourself a Try

13 Peter

Cuando Peter se puso el traje, se sorprendió de lo acertado que había sido Tony al adivinar sus medidas. El traje le queda como un guante. Los gemelos que había comprado del Ejército de Salvación parecían un sueño con el color metálico del traje. Óvalos de base roja con telas plateadas superpuestas. Eran hermosos.

May estaba casi en lágrimas cuando terminó el look con sus zapatos de vestir y su cabello recogido.

"Esto es como en Titanic cuando Jack Dawson va a encontrarse con Rose", gritó. "Oh, déjame hacerte una foto".

Peter posó frente a la puerta del apartamento obedientemente.

"Ni siquiera es una cita, May", Peter se sonrojó. "Es sólo una cosa amistosa".

"Es una cita, Peter. Es totalmente una cita."

Peter levantó las manos en señal de derrota: "Ojalá lo fuera".

"Confía en mí", dijo May. "Si quieres puedo preguntarle cuando venga".

"¡No! No, no, no hagas eso", suplicó Peter. Su corazón ya latía más rápido con la anticipación de la vergüenza.

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Cuando Tony golpeó la puerta, Peter se sintió mareado.

"¿Estás seguro de que es una buena idea?", Le preguntó a May. "Sabes, treinta años es bastante... si quisieras que me quedara en casa".

"No me tientes", ella se rió. "Ahora que estoy invirtiendo en esto, necesito ver cómo funciona".

"Oh Dios", Peter tragó saliva. "Él viene aquí".

Peter se estremeció cuando escuchó el golpe en la puerta. ¿El ascensor era usualmente tan rápido?

"Limpieza," Tony llamó a través de la puerta.

"Oh, es divertido", May golpeó a Peter en el brazo. "Relájate", la tranquilizó. "No es una cita, ¿recuerdas? Beca. Ciencia. Ingeniería aburrida ", cantaba ella. "Tranquilo tigre."

"Sí, genial. De acuerdo," Peter asintió, alisando su traje. "No es una cita. Por supuesto. Genial."

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"Mmm", murmuró Tony mientras entraba en la habitación. "¿Quién es esta hermosa joven?"

"Esa es. Esa es mí. Esa es la tía May ", luchó Peter.

"Por supuesto que lo es," Tony alcanzó su mano para besarse.

Peter apartó la mirada en celos. ¿Por qué Tony era así? Que caballero.

"Peter", saludó Tony.

Peter trató de no hacer pucheros cuando su mano no fue besada. Él consiguió una palmada en el hombro en su lugar.

"Guau. Recuérdame darle propina a mi sastre. El traje parece excepcional".

Peter le dio a Tony una sonrisa de autocrítica. "Sí, gracias de nuevo".

"Oh, esos gemelos", reflexionó Tony. Alcanzó la muñeca de Peter para examinarlos más de cerca. "Linda."

Peter podía decir que Tony lo decía en serio. Sus ojos se ablandaron cuando estaba siendo genuino. La expresión coqueta era diferente. Este fue un verdadero cumplido.

Peter deseaba que Tony hubiera seguido sosteniendo su mano.

"Está bien, May", Tony dio una palmada. "Déjame sacar al joven Pete de tus manos para pasar la noche. ¿Qué dices? ¿10? ¿10:30?"

"10 estará bien", May cruzó los brazos.

"10 es", sonrió Tony. "Está bien, ¿vamos, Pete? El restaurante está a poca distancia, y estamos a la hora".