my happy end

capitulo 8

La charla sobre los nuevos cursos disponibles, fue mejor de lo esperado. Los interesados ingresamos al salon principal donde se presentan las obras y entrega de reconocimientos y demas actos que se planean en una universidad. Luego de algunos cinco minutos mirandonos la cara, o nuestros celulares, entraron tres personas y tomaron asiento en la plataforma. Una la conocia como la rectora de la universidad y supongo los restantes se presentarian para empezar a darnos los detalles de las oportunidades se abririan. 

Solo esperaba que la carrera que estoy interesada se encontrara entre las nuevas que fueron habilitadas, para mi sorpresa el noventa por ciento de los interesados en los cursos son chicos, conmigo seriamos solo 8 chicas en todo el salon. Detuve mi escaneo de los presentes cuando el que se presento como el profesor de Artes Escenicas empezo a hablar sobre los cursos en su area y solicitar que se inscribieran en el mismo luego de el terminar y podian retirarse, ya que por ahora solo podiamos optar por uno de los nuevos cursos pues tendriamos que tomar clases en la universidad para completar nuestro credito universitario. 

Todos se han presentado, han hablado de los cursos impartiran y aun no escucho mi carrera. me preocupa pues cuando aplique hace seis meses especifique el curso estaba interesada. De repente ingresa al escenario todo apresurado un joven de algunos 27 años luchando con el nudo de su corbata mientras pide disculpas por el retraso, ya quedamos solo alrededor de 15 personas en el auditorio y solo yo chica, se presenta y descubro que es el profesor de mi curso. Vaya, Vaya sonrio con picardia, todo un bombon. 

MATT

Todo estaba saliendo como la mierda, en casa, en la universidad y mi vida en general. Muchas veces intente rendirme pero recordaba que tenia que velar por alguien mas, alguien que me necesitaba y por quien me mantenia cuerdo. 
Ella era la luz de mis dias, por quien volvia a casa la mayoria de veces a pesar de lo que me esperaba, gritos, discusiones e insultos, que aunque no siempre iban dirigidos a mi, si me angustiaban porque sabia que ella sufria mucho. Se sentia culpable, pero no era asi, solo nos tocaron padres llenos de tanto odio el uno por el otro que nos salpicaba a nosotros. Miles de veces me pregunto porque no se separan o divorcian, pero les encanta la imagen que venden de cara al vecindario como para hacerlo, y los afectados siempre seremos los que no tenemos que ver con la mierda que ellos se echan. Si, solo por mi hermanita me mantenia luchando, aunque las ganas de largarme de casa y traerla conmigo no me faltaban, sabia que no podia darle la estabilidad que ella necesitaba, tanto economica como emocional, primero debia graduarme y luego conseguir un buen empleo. -aunque como van mis calificaciones dudo que eso pase- .

-matt.!!! volviste- escucho su grito de felicidad en cuanto entro a casa, si, es la unica que es feliz al verme volver-

-Claro que volvi, por mi princesa favorita- al responderle mientras ella trepa para darme un abrazo, pienso en mi otra princesa, mi princesa de hielo como la llamo en mi mente.

-Vemos una pelicula de princesas?- me pregunta mientras me mira con su hermosa sonrisa faltandole dos dientes, y sus ojos color miel que me derriten de amor cada que me pone su cara de cachorrito

-Ummm a ver, has hecho los deberes tenias pendiente?- pregunto mientras camino a mi habitacion con ella aun trepada a mi cintura

-Si, mama me ayudo antes de ir a dormir- mama dormida a esta hora? me resulta un poco extraño

-Y comiste algo luego?- sigo mi interrogatorio mientras suavemente la dejo caer en mi cama

-si, mamá me preparo merienda, un batido de chocolate con galletas--respondió acomodándose en posición de indio sobre mi cama mientras yo me dejó caer al lado de ella descansando mi espalda en la cama.

- Bien. Pues veamos esa película de princesas entonces. 

........

Dos horas y quince minutos despues tenia a mi revoltosa roncando con su cabezita apoyada en mis piernas. Disfruto la pelicula y era hora de llevarla a la cama a echar su siesta completa. Mientras iba saliendo de mi habitacion con mi hermana en brazos me topo con una escena nada agradable, mi padre esta besando a una persona que por los rasgos no se parece en nada a mi madre, ni en edad ni en tamaño. Joder que no estas respetando la casa donde crecimos. Veo como la chica abre uno de sus ojos sorprendida y se despega de mi padre luciendo apenada. En ese momento mi padre voltea y me mira con cara de sorpresa y luego con una mascara de indiferencia le dice a la chica que mejor sigan esto en otro lado, mientras la toma de la mano y se dirigen al primer piso. 

Ardo de rabia, primero por la falta de respeto a mi madre, a la casa y segundo por que la chica parece su hija, Dios.! que bajo ha caido mi padre.

Decido volver a dejar a Mya en mi cama, pues si las cosas se ponen feas, es el unico lugar estaria a salvo. mis padres saben leer donde dice peligro y mi habitacion es algo asi como un santuario, el cual no tienen permitido ingresar, luego bajo las escaleras con las manos en puños, estoy harto de esto y esta escena es mi limite

-Sera mejor que te vayas- digo lo mas calmado que puedo cuando bajo al salon y encuentro a la chica sentada a horcajadas sobre mi padre besandole como si la vida se le fuera en ello.

-Ella se queda donde esta, el unico que tiene que irse a su habitacion eres tu si no quieres ser parte- dice mi padre con una mezcla de enojo y burla.

-Creeme linda, no querras ser testigo del infierno que se armara en breve lar- ga-te.- digo mientras con la adrenalina a mil me acerco a mi padre, no bien se ha quitado ella ya le estoy golpeando como si se me fuera la vida en ello.

-Quien te crees hijodeputa- son sus palabras mientras intenta defenderse y devolverme los golpes. Pero no se lo pongo facil, no se hice fuerte todos estos años, para dejarme vencer, llevo demaciado tiempo acumulando rabia, decepcion y enojo y se ha roto el freno, 

-Más hijodeputa eres tu que traes mujerzuelas a la casa, donde esta tu hija y tu esposa- respondo mientras golpeo su cara en repetidas ocasiones

- Esa escuincla no es mi hija. ¿Por qué crees que la relación de tu madre y yo cada vez es peor? ¿ah?, me monto los cuernos con uno de mis socios- al oir sus palabras me quedo congelado aun sujetandolo por su camisa, él parece cansado pues no intenta golpearme mas. 

- ¿Qué diablos dijiste?-