Capítulo 5

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- Ten ¿Fue muy difícil? - le entregué lo restante del trato.

- Bastante, pero ahí hicimos lo que pudimos.

- Muy bien, muy bien.

- ¿Vas este viernes a las carreras?

- Si me entregan mi auto si, está en revisión - respondí.

- Entonces nos vemos por allá quizás - chocamos nuestras manos - para apostar por ti digo.

- Dalo por hecho. Te acompaño.

Avancé con el hasta la entrada, esperaba que de verdad haya cumplido con su trabajo.

Hacía un calor del asco, me fui quitando la ropa de a poco para darme un buen baño con agua helada.

- Que bello eres - me dije a mi mismo mirándome al espejo - hermoso.

Abrí la llave para ver que tan helada estaba el agua, pero estaba perfecta.
Cuando pensé que tendría un día tranquilo me equivoqué, escuché que llamaban a la puerta, en realidad que golpeaban la puerta.

- SALE IDIOTA - era él, era la voz de Erick.

- Puta mierda - puse los ojos en blanco.

Detuve la llave para que deje de correr el agua, me puse una bata y ver que demonios quería.

- Espera...¿sabe donde vivo? - me detuve en la mitad de la escalera - qué tipo de psicópata es este.

- VÉLEZ - escuchaba desde afuera. Qué raro era que me llamen por mi apellido.

Sentí que algo se rompió dentro de la casa, bajé lo más rápido posible encontrándome con mi ventanal roto y una gran piedra en el suelo.

- ¿Que?

- A TI TE QUERÍA VER - fijé mi vista en él que aún estaba afuera.

- ¿Que demonios te pasa a ti?

- ¿Crees que soy idiota? - se acercó un poco más a la casa, pude ver algunos golpes en su rostro - ¿crees que no sé qué fuiste tú quien me mandó a golpear?

- Vete a la mierda - caminé en dirección a la sala para buscar mi celular y llamar a alguien que pueda arreglar este desastre.

- No, no, no - me giré viendo que ya se había metido de lleno a mi casa - ¿no qué muy machito? Arreglemos las cosas como hombres.

- ¿Acostumbras a entrar así como así en todas las casas? ¿Cómo delincuente?

- Eres un cobarde, ni siquiera eres capaz de arreglar las cosas por sí solo.

- ¿Y ensuciarme las manos con tan poca cosa como tú? ¡Já! No me hagas reír por favor.

Si había algo que no me gustaba era que invadan mi espacio.

- Ven acá - tomó mi brazo con fuerza, lo que me hizo reaccionar algo violento.

Lo tiré al sofá dejándolo recostado y cargando mi cuerpo de lleno en él - PRIMERA Y ÚLTIMA VEZ QUE HACES ESTO.

- Y si lo hago ¿qué? - tomó mi bata con fuerza. Por un momento olvidé que estaba con ella y que prácticamente anda desnudo.

- Vas a desear no haber nacido - contesté a su pregunta - como corredor ya tienes un enemigo, no me hagas tomarlo personal.

No sabría decir cuál tenía más cara de desprecio por el otro, las gotas que caían por mi húmedo pelo comenzaron a mojar su polera, sus manos comenzaron de a poco a soltar su agarre dejándolas caer en su polera y sentir lo mojada que estaba.

A Tu Velocidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora