A Tu Velocidad - Chriserick

Capítulo 17

- ¿Por qué lo estamos siguiendo? - preguntó Richard quién iba conmigo. Zabdiel y Joel venía atrás en otro auto.

- Hice una estupidez.

- ¿Pero cuál?

- Mandé a que le corten los frenos mientras estaba en la casa - dije temblando.

- No puede ser - puso ambas manos en su cabeza - adelanta Christopher, hay que tratar de que pare.

Le hice caso, aceleré un poco más puse mi auto al lado del suyo, iba en dirección contraria, esperaba que nadie salga herido por mi estupidez.

Richard bajó el vidrio de la ventana, escuchaba la bocina del auto de Zabdiel pero parecía no escuchar o quizás nos estaba ignorando.

Después de un rato al fin notó los gritos de Richard, bajó la ventana algo extrañado.

- DESVÍA A LA CARRETERA - gritó mi amigo.

- ¿POR QUÉ?

- SOLO HÁZLO.

Necesitábamos sacarlo de la calle si no queríamos que se produzca un accidente más grave, si le pasaba algo no me lo iba a perdonar jamás.

Cómo era de noche, no transitaban tantos vehículos en la carretera, de hecho ninguno, eso era un punto a nuestro favor.

Comenzamos a escuchar la bocina del auto de Erick, al parecer ya se había dado cuenta.

- Mierda - dije nervioso.

- Tú cálmate y conduce, vas a tener que ponerte adelante de él, hay que evitar que choque con algo.

- Pero mi auto...

- ES UN AUTO CHRISTOPHER - gritó enojado - ese chico puede matarse.

Estaba temblando mucho, tenía que estar concentrado en esto, me dispuse a intentar adelantarlo, pero ya era demasiado tarde.

Vimos que giró el auto para chocar con un muro de cemento, al menos fue inteligente.

Me bajé de inmediato al igual que los demás, el impacto fue fuerte, pero afortunadamente no fue algo peor o algo de lo que ahora podría estar lamentando.

Tenía su cabeza inclinada hacia atrás mientras se quejaba. Abrí la puerta para sacarlo pero me detuvo, tenía una de sus piernas atrapada.

Los chicos me ayudaron a sacarlo de ahí, me ponía más nervioso escuchar como gritaba cada vez que queríamos sacar su pierna.

- Tranquilo, tranquilo - acaricié su mejilla.

- Mi pierna - dijo dejando caer una lágrima - me duele mucho.

El grito de Erick hizo eco en todo el lugar cuando logramos sacarlo. Se me partía el corazón verlo así y por mi culpa.

- Lo siento, lo siento - me abracé a él.

Me alejó de inmediato, sus ojos llenos de lágrimas me miraban con confusión total - ¿fuiste tú?

- Estaba enojado, lo siento - agaché la cabeza.

- ¿Querías matarme? - dejó caer las lágrimas.

- No no no...

- ¡COMO DE QUE NO! - se afirmó en el auto, su equilibrio era mínimo con lo de su pierna.

- Por favor, Erick.

- Por favor ¿que? ¿Quieres que te felicite? TE FUÍ A BUSCAR PARA ARREGLAR LAS COSAS, DEJE MI PUTO ORGULLO DE LADO PARA IR CONTIGO.

- Los celos me ganaron, no pude controlarlo.

- ¿Celos? ¡Celos de qué Christopher!

- De ese tipo, el que fue a mi casa - respondí - me dijo que sólo querías estar conmigo por estrategia.

- ¿Y tú le creíste? ¿Le creíste a un desconocido?

- Insinuó que se acostó contigo ¿QUE QUIERES QUE PIENSE?

- Eres un idiota - desvió la mirada.

- ¿Te acostaste con él? ¿me fuiste infiel? - pregunté.

- ¿TÚ CREES QUE YO ME ACOSTARÍA CON EL HOMBRE QUE MATÓ A MI FAMILIA? - respondió mientras lloraba.

Nos quedamos todos mirando, mi boca estaba abierta debido a la impresión.

- Erick - intenté tocarlo pero me empujó - perdóname.

- Déjame en paz - intentó caminar para irse, quise ayudarlo ya que era tarde, estábamos lejos pero se negó.

- Erick no puedes irte así - se acercó Richard - apenas puedes caminar, yo te llevo.

- Está bien, gracias - le dió una pequeña sonrisa.

Le pidió las llaves a Zabdiel para llevarlo, lo tomó en brazos y lo subió al auto.

- Les juro que no sabía - negué llorando mientras mis dos amigos me abrazaban.