don't let me go || ashton irwin y tú

Capítulo 4

Llegué a casa a eso de las once y media de la noche. Ashton, extrañamente, no me dijo nada así que subí al baño para cepillarme los dientes y acostarme. Después de un larguísimo rato intentando dormir mis ojos se fueron cerrando hasta que sentí el colchón hundirse y supe que era Ashton. No pude reprimir una sonrisa. Él sólo llevaba un bóxer aunque no lo podía ver ya que yo estaba de espaldas a él. Mi sonrisa aumentó cuando sentí sus musculosos brazos rodear mi cintura debajo de las sábanas ¿era malo sentirse tan jodidamente bien?

Es gracioso saber que lo puedes ver de diferentes formas porque, el que su respiración se sienta en mi cuello puede sonar lindo, el que me abrace puede interpretarse como algo normal que pasa entre hermanos y el que mi trasero esté pegado a su miembro puede relacionarse con algo sexual, sin embargo, no pasaba absolutamente nada o quizás, pasaba todo.

—¿A dónde estabas? —preguntó de repente.

—Ya te dije: en la casa de una amiga.

Hubo un silencio, se aferró más a mí y pude descifrar que sabía que estaba mintiendo. Me conoce de toda la vida y sabe cuando oculto cosas así que decidí hablar:

—Fui al parque y traté de leer un poco pero no pude así que me puse a caminar —confesé.

—¿Por qué no pudiste leer?

Claro, esa era la parte que quería evitar.

—No me podía concentrar.

—¿Por qué?

—Pensaba en cosas —me encogí de hombros tratando de disimular que no me importaba.

Pero era él en lo que pensaba y me importaba demasiado para disimular.

—¿Estás bien? ¿Pasa algo? —preguntó.

—Estoy bien y no me pasa absolutamente nada —mentí.

¿Desde cuándo le miento tanto? De todos modos, sabía que mis pensamientos les parecerían ridículos a todo el mundo.

—Sé que te pasa algo. ¿Por qué no me lo quieres decir?

—Porque no lo entenderías.

No entenderías que te veo de otra forma a la que tú me ves. Me di la vuelta y le sonreí, de verdad no quería preocuparlo, me sonrió de vuelta y escondí mi cabeza en su pecho.

Al día siguiente me  desperté y acto seguido alguien carraspeó su garganta. Ashton sacó los brazos de mi cintura y nos dimos vuelta para ver quién era.

—Chicos —dijo Ash tragando saliva sonoramente.

Oh, no. Las prendas de la cama estaban en el suelo, lo que dejaba en descubierto a mi hermano con una erección y a mí con la camiseta de Ashton hasta el abdomen lo que dejaba a la vista mis bragas. Y como si fuera poco, nos habían visto abrazados como novios, no como hermanos. Esto no estaba bien. Me bajé la playera para que me quedara un poco más arriba de las rodillas.

—¿Por qué...? —empezó Cal pero se calló.

Los tres chicos nos miraban con los ojos abiertos de par en par. En mi mente no se formulaba alguna excusa coherente para librarme de la situación y, seguramente,  a Ashton tampoco porque no decía nada.

—Iré a darme una ducha —dijimos al unísono.

Nos miramos y por un momento me sentí aún más nerviosa.

—Ve tu primero —mascullé.

Inconscientemente miré su erección,  me mordí el labio y segundos después me arrepentí como no se imaginan, mis mejillas no podían estar más rojas. Me levanté rápida y completamente avergonzada y salí de ahí yendo abajo. Me preparé un desayuno basado en frutas y otras cosas. Realmente, no estaba prestando atención a lo que me echaba a la boca, sólo quería desaparecer. En ese momento bajaron Luke, Michael y Calum.

—Deberías de haberte puesto un pantalón para dormir —comentó Luke.

—Lo sé, pero no recordé anoche que Ashton iba a dormir —repliqué y era verdad.

Mikey iba a hablar pero lo miré suplicante y se calló sin entenderme.

—No quiero hablar sobre lo de hace un rato, chicos, en serio —bajé la mirada a mi casi vacío plato de frutas.

—No te preocupes —me calmó Cal con una sonrisa.

—Igual sabremos porque Ashton nos contará —dijo Michael en tono burlón.

Calum le dio un codazo. Oímos los pasos de las escaleras y nos volteamos a ver a Ashton. Su pelo estaba mojado y sus mejillas estaban en un ligero tono rojo que hacía verlo adorable pero terriblemente sexy.