don't let me go || ashton irwin y tú

Capítulo 7

—¿LISTOS? —preguntó Luke al volante.

Todos gritamos 'sí' muy emocionados. Lukey arrancó y con los chicos íbamos cantando, riendo, haciendo voces raras, Ashton contando chistes, etcétera. Yo iba en el lado qde la ventana, o sea, atrás de Luke, Ashton iba a mi lado y Mikey iba a su lado. Calum iba en el asiento de copiloto.

—Oh, Ashton —reí—. Eres malísimo contando chistes.

Me miró como ofendido y empezó a hacerme cosquillas. Después di patadas de la risa y Luke nos dijo que paráramos. Lo miré sacando la lengua y se cruzó de brazos, cosa que me hizo reír nuevamente.

-

—¡Llegamos! —gritó Mikey saliendo de la camioneta y corriendo a la casa en la playa.

Ashton hizo lo mismo al igual que Calum y yo. Me tiré en la arena con los brazos abiertos y cerré los ojos. Entonces, mientras tenía los ojos cerrados, sentí como todo se oscureció y supuse que alguien se había parado en frente de mí tapando el brillante sol. Abrí los ojos y vi a Ashton con una sonrisa maliciosa, oh n...

—¡ASHTON! —dije.

Se había tirado encima mío.

—CHICOS VENGAN —pidió.

Y en una cuestión de segundos, todos estaban encima mío haciendo que el aire me faltara pero aún así estaba riéndome por la risa de Ashton, era totalmente inevitable enojarse cuando el soltaba esa risa tan graciosa.

—Ya, salgan que me estoy ahogando aquí abajo —dije pero nadie se movió—. Agh, ¡por favor chicos! —ningún movimiento— No haré comida, entonces.

Luke fue el primero en salirse, seguido de Cal y Mike. Todos seguían riéndose pero Ashton aún no se movía.

—Ya es suficiente, ¿no? —le dije casi inaudible.

Negó sonriente.

—Me salgo pero sólo si tú desempacas mis cosas —propuso.

Rodé los ojos. Bien, apenas podía respirar así que:

—Está bien.

Se levantó y me ayudó a levantarme.

—Eres la mejor hermanita del mundo —dijo y me dio un largo y sonoro beso en la mejilla.

Me quedé congelada por algo tan ridículo. Recordé que sólo soy su hermanita, una chica a la que hay que proteger de todo, eso... eso yo era para él. Y era ridículo porque yo lo sabía perfectamente, pero hay ocasiones —tal vez siempre—, que no me gusta pensar que soy su hermana, y eso era horrible.

—_____, ¿pasa algo? —preguntó preocupado al notar mi estado.

—Voy... voy a sacar las cosas que trajimos —dije con una sonrisa triste.

Antes que dijera cualquier cosa, me fui. Caminé a la camioneta y empecé a sacar las cosas, que era bastante ya que los chicos no saben priorizar entre lo más importante y lo que no.

—¿Te ayudo? —preguntó de repente alguien y di un salto.

—Demonios Mike, me has asustado —dije y me llevé una mano al corazón.

Rió.

—Entonces, ¿necesitas que te eche una mano con eso?

—Como quieras.

Me encogí de hombros. Después de un rato seguíamos trasladando objetos desde la camioneta hasta la casa.

—Quiero ser mujer —repitió por quinta vez.