Let Me Hear You♥[Underfell Fontcest/Sappy]

†44

—Podríamos comenzar con los brazos. Solo extiéndelos hacia los lados teniendo cuidado. Empieza a moverlos, contraerlos y alguna mierda así. — Decidió ir al comedor por una silla, colocándola frente al mayor y se sentó ahí para no estorbarle en los movimientos.

Sans empezó a moverlos de manera calmada. Sentía cierto dolor en los hombros y un pequeño hormigueo en los brazos, pues, como casi no los movía, estaban algo entumecidos. Por suerte no era para alarmarse.

—Lo haces muy bien. Haz pequeñas pausas para que no sientas esto tan pesado.

Solo hacía lo que el menor le indicaba. Esas sensaciones disgustantes desaparecían al constante movimiento. Eso si, el leve dolor en los hombros aún estaba, es probable que eso tardará más tiempo en desaparecer, pero se sentía conforme con lo logrado ahora.

Tras varios minutos de práctica, venía lo más "complicado", por así decirlo.

—¡Perfecto! Tus brazos mejorarán más rápido si sigues así. Por el momento deja que descansen. — Se levantó de su silla y la apartó.
—Me gustaría que hicieras lo mismo con tus piernas. Después de todo, también deben mejorar.

— «Uhm... Me tomará más tiempo que esto... Al carajo, sé que puedo» — Movió su cabeza afirmando.

—Acuéstate en el sillón. Te será más cómodo de esa manera y así podré ayudarte también. — Una vez que el mayor se acostó, Papyrus se colocó a un costado del mueble, en donde estaban los pies de Sans. Miró hacia este y con cuidado levantó sus piernas.

—E-e-eh~ «No seas un mal pensado. Tu hermano solo te está ayudando. No pienses en que esto te recuerda a una jodida posición sexual» — Estaba algo sonrojado por ello.

—Piensas cosas indebidas, ¿no es así?~ — Empezó a mover lentamente las piernas del mayor. Hacía que se doblacen y estirasen a modo de calentamiento.

— M-mhm. — Negó ante oír eso. Aunque fuese evidente, no lo admitiría más que nada por orgullo. Bueno, lo poco que le quedaba.

—De cualquier manera, esas expresiones que haces valen la pena~ «Me gusta joderlo -u- » — Tras algunos minutos de calentamiento dejó sus piernas.
—Sé que eso debías hacerlo por tu cuenta, pero siento que te hubiera dolido más. De cierta manera tus piernas se movieron, eso importaba. Ahora, trata de levantarte solo. — Apartó la mesa del centro para evitar accidentes.

El mayor hizo caso, se sentó y empezó a levantarse con cuidado. Sus brazos y piernas temblaban, sobretodo estos últimos, pero no se detuvo hasta ponerse en pie.

—Camina hasta aquí. — Se alejó un par de metros de su hermano. Esperaba que pudiese caminar un poco.

— «Con calma...» — Dio un pequeño paso, seguido de otro, pero a medida que quería avanzar, tambaleaba más y más, por lo que terminó cayéndose. —Ugh...

—¡¿Estás herido?! — Se acercó rápido y lo ayudó a sentarse de vuelta al sillón. Le tocaba el rostro buscando heridas.
—Uhm, mejor dame las manos mientras lo intentas. — El contrario negó ante esto.
—No quiero que te lastimes, Sans.

— «Estoy bien...» — Tomó las manos del menor y le miró, dándole a entender que quería hacerlo solo.

—... Bueno... De acuerdo. — Regresó a donde estaba antes en pie.

— «Estúpidas piernas...» — De nuevo se levantó, pero al igual que la vez anterior, volvió a caerse.

Insistía en levantarse y continuar solo. Era algo que quería hacer por cuenta propia, para, de cierta manera, no sentirse un inútil.