¡No seas irracional!

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Hola chicxs!!!

Les traigo algo pa' que entren en calortz y no se les entuman los dedos como a mí mientras estaba tratando de escribir, pues les cuento que hasta mi computadora tiene frío y las teclas se trababan jajajajajaja.

Se podría decir que esta es la segunda parte del capítulo anterior, pero hubiera sido demasiado ponerlo en uno sólo. Espero que les guste y recuerden que los capítulos son +18, así que no vayan a dejar su celular, tablet, computadora, etc. abierto y olvidado. A menos que quieran que esa chica especial se entere que a ustedes también les gustan las chicas e invitarla sutilmente (ajá! como si esta historia fuera sutil) a compartir un momento de recreación mutua. Coshar, le dicen.

Creo que este capítulo no es tan intenso como otros, pero este es un fic-manual y no porque usen sus manos, bueno si, pero no es lo que les quiero dar a entender. Resulta que casi todo lo narrado en esta historia está científicamente probado y si lo quieren aplicar con su pareja pues se van a llevar una grata sorpresa, sobre todo con el contenido de este capítulo. Más adelante sabrán de qué se trata.

Así que gracias por todos sus votos/likes/kudos/fav/follow, sus comentarios que me encanta leer y algunos nos divierten mucho, obvio no sólo a mí, sino a todxs lxs que nos detenemos a leer cada uno. Son maravillosas.

Y ahora sí, las dejo con este capítulo y espero sus opiniones. Besos!

Capítulo 4

¡No seas irracional!

Despertó sin saber dónde estaba. Con los ojos entreabiertos miró alrededor tratando de reconocer el lugar, orientarse de algún modo.Al darse vuelta se encontró con Kara dormida y totalmente desnuda. Y así recordó la noche anterior.

Después de lo del sillón, la rubia la había guiado hasta su cama con la idea de dormir, aunque entre besos y caricias la había vuelto a penetrar. La tenía en la orilla de la cama y se había deslizado en su interior mientras ella misma tocaba su clítoris. Había llegado al tercer orgasmo y como Lena no llevaba ninguno le pidió sentarse sobre su cara para hacerle un oral que la dejó con las piernas temblando y cansada después de tanto esfuerzo. Jamás imaginó que usar un arnés fuera tan agotador.

A pesar de que el deseo seguía presente, ambas estaban exhaustas. Por lo que se dedicaron a acariciar sus cuerpos sin intención de ir más allá. Era más como un reconocimiento del cuerpo de la otra que jamás habían hecho.

-Hacía mucho que no tomaba un rol pasivo.- le confesó Kara, mientras acariciaba uno de sus pezones casi de forma inconsciente, pero que se sentía delicioso.

-¿Por qué...me...?- no estaba segura de cómo formular la pregunta sin sonar brusca o arrogante.

Kara se encogió de hombros sin necesidad de que la terminara.

-Me dieron ganas. Creo que me centré demasiado en interpretar mi papel en la exposición, ya sabes, dejar que Lex dominara la conversación y usar mi encanto femenino. Y luego tú con ese aire tan autoritario en el que me hablaste, cómo fuiste por mi y me llevaste al almacén. Estaba vulnerable y sólo podía pensar en que quería que me poseyeras en ese momento.

-¿Siempre eres la dominante?

-Por lo regular, usualmente salgo con gente que le gusta lo mismo que a mí y son ellas quienes me buscan. Es algo placentero y en cierto modo liberador, después de escuchar órdenes todo el día.

-¿Llevas mucho tiempo metida en esto?- Le hubiera gustado saber con cuantas mujeres lo había hecho pero le parecía una grosería preguntarlo, así que buscó una pregunta alternativa.

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