¡Tiene un arma!

4.2K 340 129
                                    


Hola!


Largo tiempo sin actualizar, lo sé y créanme que no es por falta de ganas, pero como ya expliqué  en varios comentarios y un mensaje público, mi mamá tuvo un accidente y se fracturó un dedo. Pareciera algo simple pero tiene inmovilizada la mano izquierda y obviamente no puede hacer las cosas normalmente así que requiere de mucha ayuda.


El fic no está abandonado pero a veces no tengo tiempo o quedo muy cansada para escribir, así que tal vez vaya un poco más lento o con capítulos más cortos como este, que estaba planeado para ser un capítulo extra largo y con mucha acción.


Agradezco cada mensaje donde me piden que actualice ya que eso indica que les está gustando la historia, pero en verdad chicxs, en esta ocasión no es por falta de entusiasmo ni por olvido. La presión no funcionará. Disculpen cualquier error ortográfico o de redacción, esta vez no pasó los tres controles de calidad o no publicaba hasta sabe Dios cuando. Ups!, tampoco puedo prometer actualización rápido, pero veamos que sale. Lo siento.


Y bueno, espero que disfruten lo que les traigo y recuerden no leer en lugares públicos ni cerca de gente curiosa como hermanxs, tíxs, primos o maestros, que nada más los van a antojar y a dejar con las ganas.


Besos a todxs

#

 Capítulo 8

¡Tiene un arma!

Kara se aferró al borde de la encimera. Sentía la lengua de Lena apretarse contra su entrada, llevándola hasta el cielo y a punto de alcanzar el paraíso. Sus músculos estaban tan tensos que dolían. Le hubiera gustado tomar a Lena por el cabello y hundirla un poco más entre sus pliegues pero no estaba en condiciones de soltarse.

-¡Dios, Lena!

Abrió los ojos y se encontró a la chica mirándola desde abajo. Fue demasiado sexy, la intensidad de esos ojos verdes que la observaban mientras su boca le daba placer. Sus oídos eran invadidos por el sonido de la mano de Lena frotando su clítoris rítmicamente. Se sintió un poco culpable, pues tenía varios días sin atender las necesidades de la joven.

Extrañaba el sabor de sus fluidos al llenar su boca y el color que adquiere su intimidad, pasando de un rosa pálido a un rojo intenso, necesitaba adentrarse en su apretado cuerpo.

El órgasmo llegó casi de sorpresa con aquellos pensamientos y gritó con fuerza su nombre. No logró contenerse como otras veces, en las que le procuraba no importunar a los vecinos y sobre todo a las pocas familias con niños en el edificio. Con suerte sus padres no irían a reclamar por los lascivos sonidos.

Sintió los dedos de Lena forzar un poco su entrada cuando la penetró a mitad del clímax, las contracciones de su vagina sensible provocaron un segundo orgasmo sin haber terminado el primero. Lena llevó su mano libre a la boca de la rubia y la cubrió para moderar sus exclamaciones sin mucho éxito . Siguió penetrándola con intensidad y Kara no pudo suprimir sus gemidos cuando Lena hizo seña de que guardara silencio.

-Ssshhhh. ¿Qué es eso?

¿Estaba loca? Lo que menos le importaba era poner atención a cualquier cosa que no fuera el placer que la invadía. Aunque no pudo evitar poner atención a lo que sonaba como una discusión justo afuera de su departamento.

La BecariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora