Capítulo uno

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Los meses más lindos pueden ser cuando comienza el verano, pero para mí la lluvia le gana a todas las estaciones. La brisa fresca y las gotas de lluvia no se comparan con nada. Agradeceré  a mi madre que cuando comprámos ésta casa, me dejó tener el balcón más grande, así puedo mirar más a la lluvia en ésta época de Julio. A penas comienza el mes número siete y siento como todo cambiará, la música en el fondo de Aerosmith me relaja, I Don´t wanna miss a think me relaja y casi llego a punto de querer dormir, cuando escuché que la puerta de mi habitación se abrió. Era mi madre.

        - Estoy cansada de repetirte mil veces, ¡No entres sin permiso! -Le dije muy enojada a mi madre.

        - No estoy de humor para tus reproches, toma un suéter y sal, debemos irnos ahora -Exigió ella.

Fruncí el ceño pero ella se veían bastante preocupada, no era muy usual ver a mi madre así, siempre estaba llena de vida y sonrisas.
Tomé el primer suéter verde que ví, era de mi color favorito desde siempre. Quité mis sandalias de estar en casa, busqué unas medias y coloqué Converse verdes. Tomé mi celular y audífonos y bajé al primer piso. Mamá estaba impaciente esperándome en la entrada, su pie daba fuertes golpes al suelo. Me miró a los ojos y habló:

        - ¡Rápido! No tenemos mucho tiempo.

        - ¿Qué es tan importante?

        - Te lo diré en el camino, ahora sal.

Salimos corriendo al auto que estába frente a nuestra casa, Jamie abrió la puerta para que entraramos, es nuestro chofer. Él me sonrió y cerró rápidamente para que el agua no cayera en el auto. Mamá salió con su paraguas y abrió la otra puerta a mi lado. Se sentó y le dijo a Jamie una dirección. Él asintió y encendió el auto. Abrieron las puertas de la entrada y emprendemos el camino.

        - ¿Ahora si me vas a contar lo que sucede? -Pregunté

        -Mira, sé que recuerdas a Jackeline Wegmüller, mi mejor amiga desde siempre, también sabes en las condiciones que ella vive -Asentí-, bueno pues con éstas lluvias su casa quedó inundada y se fué a un precipicio, por suerte ella y sus dos hijos pudieron salir a tiempo.

Jackeline siempre llegaba a quedarse en la casa cuando yo me iba de fiesta con amigos, su hijo mayor tiene mi edad y estudia en mi secundaria, no me agrada en lo absoluto. Harry es de los chicos "populares" y piensa que puede creérse más que los demás. Su familia es muy pobre, pero él insiste en querer ser mejor que los demás. Vivían cerca de un río, en una casa dónde estaba llegando a su fin, y por lo visto hoy fue el fin.
El otro hijo de Jackeline tiene diez años, es muy amigable y su nombre es Gerald. No lo veo muy seguido pero cuando me ve me saluda y habla conmigo muy animadamente.

        - ¿Vamos a ayudarles, mamá?

        - Jackeline no puede vivir con la miserable pensión que tiene por parte de Frank, así que ellos se quedarán a vivir con nosotros, por un tiempo.

        - ¡¿Qué?! -Grité.

        - Nada de réplicas,ellos se quedarán todo el tiempo necesario.

        - ¿Ella y sus hijos?

MI madre mi miró e hizo una mirada de "¿Y tú que crees?.

        - Pero no me agrada Harry, mamá, y tú lo sabes.

        -Será sólo hasta setiembre.

        - ¿Setiembre? ¡Me quieres ver morir!

        - No seas dramática, Jane.

When september ends (español) ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora