Capítulo tres

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Mamá insiste en llevarme a cenar fuera de la casa, pero creo que es una señal de que ella quiere que se estrechen mis lazos con Harry.

Desde mi punto de vista, siempre me pregunto, ¿porqué los populares siempre tienen que sobresalir entre todos? ¿Acaso una chica sobresaliente en las materias no puede ser la chica más popular del colegio?
Miro a Harry sin que él se dé cuenta, tiene su cabello despeinado pero su color castaño claro es muy llamativo, supongo que lo que hace más llamativo su rostro son sus ojos color miel, que con el paso del tiempo pueden ser verdes o cafés. Tiene músculos en los brazos y su sonrisa es bastante perfecta, dientes blanco y alineados. Me parece que una vez mamá mencionó que Jackeline tiene una hermana que es dentista.

        - ¿Porqué no te pones algo más apropiado? -Pregunta mamá.

        -Así estoy cómoda -Respondo.

Ella me señala mi habitación sin perder de vista su mensaje de texto. Subo las escaleras con la mayor paz de todo el mundo, un poco más de lentitud y creo que debería ir en reversa.
Llego al armario y busco algo "Apropiado". Lo único que veo es un vestido negro, con una cinta blanca diminuta en la sección del escote. Es tallado hasta la cintura, y luego se hace una falda amplia. Siempre lo utilizo con una mallas negras de rombos y unas botas. Pero creo que podría usar unos zapatos de un tacón alto de mi madre.
Cierro la puerta y me quito la ropa, el vestido aún me queda bien. Abro la puerta en dirección a la habitación de mi madre, pero una figura masculina me impide el paso.

        - ¿Qué quieres, Harry?

Él se queda mirándome de pies a cabeza, abre mucho los ojos y luego su mirada llega hasta mi rostro.

        - ¿Quién eres y que hiciste con Jane? -Sonrió.

        -La golpeé y está inconsciente mientras yo tomo su lugar el día de hoy -Dije agitando rápidamente mis pestañas.

        - Es una suerte, porque me gusta más esta Jane.

¿Me gusta más? ¿En qué momento le gusté algo? Levanté las cejas y seguí caminando hasta la habitación de mi madre, abrí el armario de los zapatos... ¡Tiene millones! 
Busco rápidamente los más bajos y negros. Son tacón número cinco y tienen un pequeño lazo a un costado de la punta. Me gustan.

Nunca me ha gustado maquillarme, mamá insiste en que lo haga y siempre termino siendo su conejillo de indias para algún experimento de maquillaje. Lo único que si me gustan son labiales, colores suaves y más fuertes.
Busco un color apropiado pero sólo tiene colores muy fuertes. Encuentro uno rojo pálido, me lo aplico y veo que me queda bien. Me doy una mirada rápida y veo que mis labios se ven completamente rojos... ¡Oh no!. El labial es mágico y su tono parece opaco, pero es muy fuerte. Tomo una servilleta pero es muy tarde, el color ya se ha quedado en mis labios. Dejo el labial y me pongo los tacones mientras camino hacia las escaleras.

Al bajar mamá sonríe y asiente con la cabeza. Jackeline habla con Harry, pero éste sólo me mira mientras bajo. 
Llego con mi madre, veo que Jackeline usa prendas de mi madre, y Harry usa la misma camisa de RHCP. Cambió sus pantalones, parecen ser de Jamie. Caminamos hacia la entrada, en éste momento ha dejado de llover. Harry me mira y se acerca a mi oído.

        - ¿Besaste a un payaso?

Le dirijo una mirada asesina, él sólo ríe por lo bajo mientras su mamá lo mira de mala manera. Lo escuchó.

        - Cariño, te ves muy guapa -Sonríe Jackeline.

Le agradezco y ella ingresa de primera al auto. Los asientos ya están secos. Harry entra después de su madre. La caballerosidad de éste hombre no conoce límites.

        - Harry, hijo, debiste haber dejado a Jane primero.

        - Ya estoy dentro, no hay otra oportunidad.

Jackeline mira a Harry con su mirada asesina de madre. Harry estás en problemas.
Creo que él no sabe lo que es actuar de buena manera, por lo que pienso que su trato no será válido, por ahora. Tres meses, Jane, sólo tres meses.
Jamie enciende el auto y salimos de la propiedad. A pesar de que insistí a mamá que me dijera donde vamos, no fué posible sacarle la respuesta. Pero conozco a mamá, ella querrá que sus nuevos invitados cenen en un lugar fino y de alta alcurnia. Así que mis sospechas son que nos lleva al "Mare Nostrum", un restaurante Italiano bastante fino.

Jamie conduce muy bien, tanto así que no sé en que momento llegamos tan rápido al restaurante. No me equivoqué, éste es el restaurante favorito de mamá.

        - Espero que les guste -Dice mamá sonriéndole a Jackeline y Harry-

Salimos del auto, Jamie nos abrió la puerta y me ayudó a bajar. Miró de mala manera a Harry y luego me guiñó un ojo. Ese es Jamie. Ayuda a Jackeline y ella le sonríe. Oh Harry, ¿porqué no puedes ser como tu madre?

Entramos al restaurante y mamá habla en recepción. Entrega una tarjeta de crédito y nos hace una seña para que entremos. El portero de la entrada me abre la puerta muy sonriente, hace el mismo gesto para Harry y Jackeline. Nos asignan la mesa cuatro. Un mesero nos acomoda la silla mientras nos sentamos, Jackeline y yo agradecemos mientras que Harry acomoda su silla solo.

Vemos la carta, mamá y yo ordenamos Risotto de Camarones, mientras ellos dos siguen viendo el menú. Mamá ordena un vino tinto, Cabernet Sauvignon. Ellos escogen Spaguettis en salsa de tomate.

El mesero se retira con los menús, inmediatamente trae el vino. Harry está más ocupado viendo a la rubia de la otra mesa. Me ve observándolo y ríe.

        - ¿Estás celosa? -Me pregunta en tono divertido-

        - Sueña -Respondo poniendo los ojos en blanco-

Él ríe y continúa viéndola, ella le devuelve la mirada y le guiña un ojo. Ella hace un gesto con la cabeza de que se vean en el baño, él sonríe y ella me mira. No me quita la mirada de encima, levanto una ceja y ella aparta de mirada.

        - Me disculpan un momento, ya regreso -Anuncia Harry.

La rubia lo mira y se levanta, me mira y sonríe mientras levanta ambas cejas. Ella piensa que me hace sentir celosa. Escucho como sus tacones caminan hacia el baño, chica fácil. Traen primero los Risotto de mi madre y yo. Saben excelentes, Jackeline mira al baño y sigue tomando vino.
Harry llega primero con una sonrisa por todo su rostro. Cuando se sienta, veo que debajo de su boca hay labial rosa.
Llamo su atención y me señaló debajo de mi labio y luego lo señalo a él. Harry se lo retira rápidamente y traen su platillo. Los cuatro comenzamos a comer animadamente, disfrutamos esta deliciosa comida mientras un grupo al fondo toca música relajante, así como el tipo música de Titanic. Para los enamorados esta sería una velada asombrosa, pero para nosotros sólo es música de fondo mientras comemos comida Italiana.

Pedimos un Tiramizú de postres, que al final Harry se terminó comiendo dos. La rubia lo ignoró completamente después de su ida al baño, mientras Harry continuaba sonriendo  como un idiota.

Terminamos todos, y mamá fué a la mesa por su tarjeta. Agradeció y nos dieron una rosa a las mujeres. Harry miró al señor de las rosas y le dijo en tono agudo:

        - Disculpa guapo -Hizo una pose sacando las caderas-. Creo que yo también merezco una flor, yo soy una margarita y quiero ese clavel que tienes ahí.

Jackeline se puso roja y salió el restaurante, mamá la siguió pero yo quise ver que continuaba.
El señor que entregaba las flores lo miró y le entregó el clavel que tenía en la mano. Harry le envío un beso en el aire y salió caminando meneando las caderas.
Cuando ya estábamos fuera del restaurante, Harry y yo estallamos en risas. Mi madre y Jackeline sólo negaban con la cabeza mientras entraban al auto.

When september ends (español) ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora