Yo soy mi propio demonio personal

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Una vez ví una película, que decía que cada persona tiene un demonio personal, alguien que te hace hacer cosas malas, pero que en el fondo te gustan, desde que escuché eso, me pasé mucho tiempo intentando averiguar quién era el mío, pero me dí cuenta de que yo no tengo amigos, ni nada que se le parezca, supongo que yo soy mi propio demonio personal.

 No había sido buena en mi vida, pero tampoco mala, reconozco que con la unica persona que me e comportado como una auténtica hija de puta siempre a sido con mi padre, desde que nos abandonó, siempre había querido pasar días con migo y que hablaramos por teléfono como si nada, pero yo no era tonta, siempre le insultaba y le decía que era un asco como persona, sé que está mal, pero el nos hizo mucho pero que mucho daño.

-¡SU PRIMER DÍA Y YA ESTÁ EN LAS NUBES SEÑORITA MASON! - Me gritó la profesora, joder llevaba desde que había enpezado la clase pensando y sin escuchar una mierda.

Me limité a no contestar a esa horrible mujer y a hacer ver que escuchaba, escuché una risita detrás mio, era Tate, joder, porque será tan sigiloso el puto niño, nunca me entero de su llegada.

-¿Y tu de que te ríes ahora? - Me giré y le dije enfadada, pero madremia, tenía una carita de niño travieso en ese momento, hasta me hizo gracia a mi, en serio, llevo poco, pero no parece de esos que se ríen facilmente, pero es que ahora se reía de mi, y su sonrisa era realmente muy bonita, pero me recordaba al Joker y sé, de todo corazón, que por lo que opinan de Tate, es de todo menos buen chico.

Cuando vió que le miraba, cogió de nuevo su actitud séria y me miró fijamente, de nuevo con esa cara de violador del futuro. Entonces me giré de nuevo y noté su aliento cerca de mi oreja. Se había inclinado sobre la mesa hacía mi, y ahora estaba demasiado cerca.

-Ten cuidado, si juegas con el infierno, acabas cayéndote dentro.

El timbre sonó y él se levantó de golpe, dejándome ahí como una tonta, pensando en que significado tendrían esas palabras.

¿Acaso él era el infierno? ¿Era tan malo como todos decían? Decidí empezar a investigar de una puta vez.

En el pasillo, busqué desesperadamente a la única persona que por el momento conocía y que suponía que me lo explicaría. Andrea.

-¡Andrea! - Le llamé cuando la encontré. Ella se acercó hacia mi y la cogí del brazo, metiéndola en los baños.

-Andrea necesito que me ayudes en un tema, soy nueva y realmente estoy muy perdida.

-Claro, dime, ¿Que te preocupa?

-Necesito que me cuentes quien es de verdad Tate Langdon. - Un silencio sepulcral se hizo en el baño y Andrea me miró atónita.

-Bueno, por donde empezar...es complicado ¿Que quién es Tate? él es el demonio reencarnado, maldad pura, pero que se podía esperar de un pobre niño maltratado...La família de Tate era conocida en toda la ciudad por los gritos que se escuchaban desde su casa. La madre de Tate murió cuando él era pequeño y le crió una mujer que le pegaba, o eso dicen, su padre y su madrastra estaban realmente locos, su padre sufría de bipolaridadad y esquizofrénia, cosa que Tate también sufre. Cuando él cumplió los trece años, se levantó a cosa de las tres de la madrugada, cogió un cuchillo de la cocina y mató a su padre y a su madrastra, fue horrible, los degolló y los descuartizó, cuando encontraron los cuerpos, estaban casi irreconocibles. Tate estuvo muchos años, hasta que cumplió los dieciocho, en un centro psiquiátrico, salió este año. Todos le tenemos miedo porque el primer dia que volvió al instituto, los profesores nos advirtieron de que ni siquiera hablaramos con él, pues también sufre de ataques de violéncia. No debes acercarte a él y mucho menos hablarle, ¿Me has entendido, Megan? Te lo digopor tu bien, seguro que no soy la primera que te lo dice hoy.

Tenía razon, no era la primera que me diecía que no me acercara, pero había algo dentro de mi que me decía que tenía que hacerlo, tenía que estar cerca de él, no soy de esas personas que juzgan los actos de otras, siempre pienso que si alguien hace algo, tiene sus motivos, si Tate había salido de ese centro, suponía que ya estaría recuperado, y al menos conmigo, no parecía un monstruo, pero él mismo me había advertido...

-Ten cuidado, si juegas con el infierno, acabas cayéndote dentro.

El infierno tiene un nombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora