Dolor reencarnado.

Hola, de nuevo.

—Hola... — ¿Quién es él?

—Ah, hija. Él es Noa, tu nuevo manager... —mi madre señalo discretamente al hombre a su lado, aunque bueno, a juzgar por su apariencia parece más bien un chico de mi edad pero si un poco mayor.

—Mucho gusto Ishara, me llamo Noa Grimm. Por contrato de su madre se su nuevo manager... así que espero no haya tensión como con su anterior empleado...

Me acerque a él y le tendí la mano, mientras con la otra me quitaba los lentes de sol. Pude verlo con más cuidado, cabello negro un poco largo, ojos color miel y una piel clara. No lleva un smoking como esperaría, solo unos pantalones de vestir con una camisa de botones manga larga azul. Es... guapo.

— ¿No es muy joven para ser un manager? —de inmediato sentí la mirada de mi madre apuñalándome por la espalda. Él solo rio.

—Pues quizá su poco, tengo 22 años pero he sabido abrirme camino en esta industria. Mientras más rápido se empieza mejor... ¿no?

No pude evitar sonreír un poco, es casi tan perspicaz que yo, aunque... nadie se me compara; si, ahora mi ego esta por los cielos. Nos acompañó en el auto camino al instituto. Me explico que ahora que estaría más "expuesta" mi seguridad sería un nuevo tema importante, podría ir yo misma hasta el instituto en mi auto pero siempre debía tener mi celular a la mano para llamarle a él o a un guarda espaldas por si había un problema. Era bastante estricto pero comprensible, ya no era una chica normal, era una pop star que andaría por un instituto como si fuera una chica normal.

Al llegar mi madre, Ángel y yo entramos nada más. Todos estaban en clases por lo que no me encontré con nadie, que mal. Quería joder un poco a las chicas. Después de terminar todo el papeleo la directora nos dijo que desde hoy podíamos empezar las clases, era inicio de un nuevo periodo hacia que no habría problema. Ella misma nos llevó hasta nuestra a mí y a mi hermano donde ¡O sorpresa! Estaban las chicas, bingo.

—Lamento interrumpir vuestra clase jóvenes y señor Cortes. Pero hay dos nuevos estudiantes que comenzaran a estudiar con ustedes desde hoy... pasad chicos.

Ángel y yo nos miramos un momento, luego entramos en el salón, él iba por delante y yo detrás, todavía llevaba puesta la pañoleta y los lentes así que no me habían reconocido aun, pero a mi hermano sí. Los murmullos no tardaron.

—Mirad... es Ángel, el hermano mayor de Ishara... —esa voz... se de quien es.

—Sí, ¿pero y esa chica? Se ve ridícula —logre escuchar las risas contenidas de Katherine y Michelle, de inmediato las mire y solo lanzaron sus estúpidos gestos burlones que conozco bien, menuda sorpresa se llevaran, solo sonreí.

—Muy bien jóvenes... ¿pueden presentarse? —esta vez hablo el señor Cortes.

—Sí, soy Ángel Vial Gattas y tengo 17 años, un gusto —sonrió, tan radiante como siempre, y como era de esperarse todas las chicas comenzaron a derretirse, JA, si tuvieran idea.

Mire alrededor un último minuto, el profesor me miro insistentemente, quería que me presentara también, suspire y aclare mi garganta levando una mano a mi pecho dando un paso al frente.

—Soy Ishara Colette Vial Gattas... —lleve mis manos a los lentes y la pañoleta quitándome ambos sonriendo. Mire a todos en la clase, las caras de Katherine y Michelle no tenían precio. —Tengo 17 años... un gusto.

—Bueno, podéis sentaros donde mejor les parezca.

Mire a mi hermano de reojo quien me sonreía muy alegre y yo igual, pero era esa alegría malvada, la que tienes después de vengarte de alguien, esa sonrisa. Ambos caminamos hasta una mesa vacía que estaba casi al fondo del salón de clases, no podía dejar de escuchar los muchos murmullos sobre ambos: "¿Qué hacen estudiando aquí?", "¿será para algún reportaje?", "De seguro es solo una pantalla para su nuevo álbum...".

[ . . . ]

Era hora de almorzar, durante el corto camino al comedor no faltaron quienes se acercaban a mí y me pedían autógrafos, cosa que en absoluto me molestaba pues también había practicado la firma de Ishara. También fotos, era muy raro, me sentía en un sueño, uno que había tenido desde niña pero nunca lo pude hacer realidad, el karma existe según parece.

Forzando un poco las cosas llegue al comedor tomando lo que mejor me apetecía, lo cual llamo la atención de Ángel.

— ¿Y tú dieta, hermanita?

—Se quedó en casa, ahora comienzo a vivir como una chica normal. Comer a base de lechuga y vegetales no es muy agradable, para eso están mis sesiones de ejercicio.

Le sonreí cosa que el también hizo, fue una pequeña batalla salir del comedor para poder ir al jardín del instituto, habían muchas mesas al aire libre y es donde me encantaba comer con mis amigas. Mis amigas... solo he visto a Jade, me pregunto dónde estarán las demás.

Después de observar un buen rato, me di cuenta de que solo había una mesa libre y reconocía perfectamente cuál era. Sonreí comenzando a caminar con Ángel detrás, al llegar puse la bandeja y mis cosas sobre la mesa sentándome a un lado de mi hermano. Pasaron varios minutos donde comíamos tranquilamente mientras charlábamos, era natural lo cual me favorecía.

De la nada vi como una mano se posaba sobre la mesa, alce la vista para encontrarme con mi peor pesadilla, Katherine. Obviamente no estaba sola, todo su séquito de arpías la seguían, arpías asesinas ahora. Solté el cubierto de plástico que tenía en la mano al escuchar su horrorosa voz.

—Hola Ishara. Lamentamos si te interrumpimos pero no pudimos evitar venir y saludarte — ¿labia? ¿Dónde? No la veo, en serio. 

— ¿En serio? No me sorprende —ops. Creo que soné muy yo. —Quiero decir... todos lo han hecho, sería difícil que alguien no lo haga...

—Yo puedo decirte quienes no lo harán —ahora la chupasangre de Andrea hablaba, podría decirse que es la sub-teniente del ejército de tontas. Señalo con su dedo una mesa detrás de mí, me gire para encontrarme con una gran sorpresa, mientras ella seguía hablando. —Son unas chicas muy solitarias... sobre todo no son tus fans. Te aconsejo no cruzarte con ellas.

—No veo nada malo en ellas —y nunca lo haría, son mis amigas.

—Veo que eres nueva aquí, en este instituto los clichés de las películas americanas no existen... cada quien tiene su grupo de amigos y se mantiene así por todo sus años escolares, no hay populares, ni deportistas y tampoco nerds. Así que por eso... te ofrecemos unirte a nuestro grupo...

— ¿Y yo no voy incluido? —de inmediato mire a Ángel, se estaba tomando las cosas con demasiada calma para mi gusto.

—Pero claro que si —Lili faldas cortas a la escena, sonreía tan coqueta que casi se me escapa la risa.

—Chicas... —me puse de pie y camine hasta el otro lado de la mesa, recostando mis caderas en ella mirándolas con una sonrisa. —Si los clichés no son reales... —fije mi vista en los ojos de Katherine sonriendo. —Prefiero a las raras antes que a ustedes...