Capítulo 3

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Seguíamos sentados en la cafetería, esperando que se cumpliera el horario de almuerzo, estábamos sentados en un silencio para nada incómodo. Pero dicho silencio no era muy notable por todo el ruido que había en la cafetería, siempre estaba llena de bullicio, pero no sería lo mismo sin todo ese ruido. En lo personal, bueno, me gusta escuchar todas esas voces es como estar en un mundo donde escuchas un poco de todo, te enteras hasta de lo que no deberías. Estas paredes guardan muchos secretos, muchas vidas que ni siquiera el que estuvo aquí más de seis años sabe y ese es el Señor Carlos, el conserje de la preparatoria.

Estar aquí me alivia un poco hasta que llega la hora de volver a casa lo cual no quiero hacer.

— Pely... Tierra llamando a Pely, ¿me escuchas?— dijo Joseline tratando de llamar mi atención moviendo su mano frente a mis ojos.

— Si, si te escucho Joseline— contesté brindándole mi completa atención.

—Pareciera que no, bueno al grano, que dices ¿podrás ir? —  preguntó animada

—¿ir? ¿a dónde? — tengo que prestar mas atención a sus charlas.

— ¡ya ves, nunca me escuchas Pely Klassen!— afirmó histérica

—Tranquila Joseline, tranquila yo le explico— intervino Taric— Bueno, como te íbamos explicando, Wilson hará una fiesta mañana en la noche he invito a Joseline, lo cual no es raro porque desde el primer año de preparatoria se estuvo gustando de ella, y le ha dicho que puede llevar a dos personas con ella, y como era de esperarse nos eligió. —  finalizó Taric encogiéndose de hombros.

— Ahhh, bueno chicos no lo sé, depende mucho de como éste evolucionado Stephanie, no la quiero dejar así como así —realmente dejar a Stephanie en esas condiciones no muy favorables no era algo que me llamara para nada la atención— Les avisaré mañana por la mañana.

—Tranquila nena, pero avisanos antes de las 05:00 pm porque la fiesta empieza a las 08:00 pm — concluyó Joseline.

 Joseline siempre fue muy comprensiva, aunque a veces bastante aniñada, y realmente no era algo que me molestara.

—Tranquila Pely, piensa positivo, saldrá todo bien — empezó Taric dedicándome una sonrisa cálida — además la semana entrante es su chequeo semanal ya veremos que pasa.

—Ahí está el problema Taric, tengo miedo a lo que vaya a Salir— tengo bastante miedo, Stephanie ya pasó por mucho y no quiero que le pasé nada a pesar de todo es mi hermana y la amo y si le sucede algo no sería capaz de soportarlo, me quedaría como nada y nadie, sentiría que por todo lo que estoy pasando fue en vano. Sería como si el mundo se me derrumbara. Solo agradezco profundamente que ese asqueroso de mi padre está cumpliendo con su promesa, solo espero que no la rompa y nada me asegura tal cosa.

 Nos levantamos de la mesa y salimos de la cafetería, a recoger algunos libros de nuestros casilleros para la siguiente clase.

****

Caminamos hacia la clase de historia. Lo bueno de la preparatoria era que los tres teníamos las mismas clases, y estamos aplicando para la misma universidad, solo esperamos que nos acepten a todos en las misma. Entramos a la clase de historia como diez minutos antes del horario establecido.

 En ese momento mi móvil replico, mire la pantalla y era mi madre la que me estaba llamando salí del salón y contesté

—Mamá ¿paso algo? — miles de escenarios se pasaron por mi cabeza

—Solo quiero que te tranquilices, no te altares — habló mi madre, en su tono de voz era serio

—Mamá ya dime ¿paso algo con Stephanie? — pregunte desesperada

— Bueno, la traje al hospital después de que partiste hacia la preparatoria. La traje  para que la revisen porque vomitó mucho la noche anterior —hubo una pequeña pausa de su parte— el doctor dijo que no está viendo muchos resultados, aclaró que no es que las quimioterapias no estén haciendo efecto, pero aumentaron las sesiones Pely, desde mañana en más serán una vez cada cinco días, ya no solo cada tres días. — finalizó con un suspiro cansado.

—Mamá eso quiere decir que — pensar en eso era horrible, y tratar de pronunciarlo era aún  peor — Stephanie empeoró — solté con un leve tono de duda.

— El médico no digo eso Pely — dijo desesperadamente mi progenitora — solo que no está viendo resultados. No quiero que te alteres, tranquilízate — dijo con voz firme— ahora le están haciendo una sección, luego vamos a casa.

— apenas salgo y voy para allá Mamá.

— está bien hija, te quiero.

— y yo a ti, saluda a Stephanie de mi parte.

—Estaremos bien— soltó sin más

—Claro que si mamá, claro que si— lo afirme dos veces más para mi que para ella.

Ingrese justo antes que la maestra Martha. Pude ver la confusión en el rostro se mis amigos. La maestra ya había iniciado su clase, así que sólo alcancé a susurrar “es Stephanie”.

Al terminar la clase salí disparada del salón para dirigirme a casa hasta que escuche a Taric gritar mi nombre, pare y mire hacia atrás y lo visualice corriendo hacia mí.

— ¿quieres que te lleve?— preguntó

—¿puedes? — la desesperación era palpable en mi voz.

—claro pequeña— afirmo —¿al hospital o a tu casa?

—a mi casa por el camino te explico — finalice empezando a caminar.

Caminamos hasta el estacionamiento de la preparatoria, estaba repleto de alumnos. Cuando logramos llegar al auto de Taric, nos montamos al mismo. Y entonces pude ofrecerle una explicación a Taric.

—tranquila Pely, sabes que a Stephanie no le gusta verte así— dijo fijando si vista en la carretera.

— lo sé, lo sé, pero no puedo, presiento que hay algo que los doctores no nos están diciendo, y presiento que es grave.

Malditos presentimientos estúpidos, mil veces malditos.

— Pely, tranquila, no pienses eso, no serían capaz de hacer eso— pude jurar ver duda en sus ojos.

— eso espero Taric — conteste cansada, deseando que todo esto acabará.

Nos dirigimos a casa lo más rápido posible y el resto del camino fue en silencio.

Nota de la autora:
Bueno vamos avanzando bellezas ;)
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