Prologo

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Una suave brisa envuelve mi día, caminar por las tristes calles de la ciudad de Naho asen que todo para mi sea demasiado confuso, no conozco las razones por las cuales siempre estoy solo incluyendo en mi casa es como si de verdad a nadie le interesara.

Hace mucho tiempo para ser precisos cuando tenía 5 años, tenía un amigo de nombre Andrés, él era muy sonriente y siempre estaba a mi lado cuando más lo necesitaba, nos conocimos en el kínder de Ace donde tenía entendido solo podían ir hijos de caudales y pues como yo no solo era hijo de un caudal si no de la más alta clase de ahí se me consideraba como el señor de todo ese lugar, Recuero que Andrés casi no hablaba por las diferencias sociales que se asían en aquel entonces pero rompiendo retas y prejuicios nos hicimos mejores amigos, comíamos juntos, caminábamos juntos e inclusive un día mi madre lo llevo a su casa por motivos que nunca supe, nos graduamos y por asares del destino nos ingresaron en la misma escuela.

-Que coincidencia- Dije sonriente frente mi amigo-.

El solo soltó una risita pero la decepción no vendría ese día, pasaron meses, semanas o incluso años nos graduamos de la escuela, iríamos a la Secundaria pero no fue así, mis padres por alguna extraña razón me cambiaron al instituto Braiwen una residencia para acaudalados ricos, hijos de generales y reyes, la verdad a mi jamás me intereso hablar sobre de quien era yo asi que la verdad para mí eso no era importante.

Un 24 de Marzo del año 2500 yo tenía la edad de 14 años iba por las calles de Naho cuando unos seres extraños de fuerza superior aparecieron por toda la ciudad, eso causo demasiado pánico entre los que nos encontrábamos hay, corrí, corrí y corrí hasta que choque con alguien, ese alguien se me quedo viendo con los ojos perplejos y con rareza, era Andrés el amigo con el que había pasado tantas aventuras desde la infancia pero algo había cambiado puesto que cuando alguno de los dos caíamos uno u otro nos ofrecíamos la mano pero...¿y el por qué no lo hizo?, la verdad parecía un tonto esperando a que Andrés me diera la mano.

-¡¿Que carajos estás haciendo aquí niño inútil?¡- Se escuchó una voz que venía desde el fondo de la calle-.

Era otro joven que se miraba muy extraño, miro a Andrés y este sonrió, me puse de pie, tenía tantas ganas de verle, hablar con él, preguntarle que había pasado con el pero, no me dio chanza, mi amigo al que apenas pude volver a tocar me golpeo en la cara y me grito.

-¡Ojalá te mueras¡- Grito a todo pulmón-.

Yo no podía creer que al que era mi mejor amigo me hubiese dejado así, me hubiese pegado.

-Andrés pero, ¿Qué pasa contigo? ¡¿Que no éramos amigos?¡- exclame muy molesto por su comportamiento-.

Él ni siquiera volteo, se alejó por los pabellones de la ciudad, ni siquiera me ayudo a levantarme, ni nada, vi que cuando llego con el sujeto que le hablaba, este sonrió como solía a serlo conmigo. Un dolor inmenso ardió en mi pecho, tenía años tratando de saber sobre el pero... a él no le importó.

-Que ingenuo he sido, claro que me olvidaría después de tanto tiempo- me dije a mi mismo para a serme el fuerte, pero yo sabía q esto estaba mal-.

Mientras estaba divagando sobre esto, un fuerte estruendo azoto a la ciudad y pues cuando me di cuenta... ya estaba atravesado con varillas de alta tensión.

-Qué demonios, se siente raro- entre sollozos y gemidos, mi vista se iba nublando, estaba perdiendo el conocimiento-.

A lo lejos se escuchó otro estruendo... el mundo que conocíamos... se terminó...

Noticias-... El condado de Naho a desaparecido de la faz de la tierra, y no solo eso, todo el continente de Armibia a desaparecido, la nación más grande a colapsado, los sobrevivientes son llevados a un nuevo lugar al parecer un clan antiguo a atacado al todo el continente

Más sin embargo es justo saber... Que pronto el mundo ha de cambiar.

Oscuro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora