Lo primero que notó BaekHyun al despertar fue que no estaba en el duro suelo lleno de grama de la universidad, sino sobre su cama en casa; lo segundo fue que su cuerpo se sentía extremadamente pesado y adormilado, probablemente porque aún quedaban vestigios del veneno vampírico en su sistema, y lo tercero es que tenía muchísimo calor, tanto que el sudor corría por su frente, bajaba por sus patillas y se perdían en la piel de su cuello.
Gimió con incomodidad y trató de girar el cuerpo para sentarse, pero lo único que consiguió fue jadear de gusto cuando su pene desnudo rozó la tela de las sábanas. Se removió para obtener más de aquella sensación y soltó una maldición silenciosa al caer en cuenta de lo que estaba haciendo. Tenía los sentidos nublados por el placer y la necesidad y su olfato captó su aroma multiplicado en dulzura e intensidad y apretó los puños con fuerza.
El celo había llegado.
Maldijo de nuevo y guió una mano temblorosa a su miembro erecto y goteante. Parecía que apenas estaba comenzando su ciclo porque el dolor aún no se había presentado, solo la oleada de calor, pero no era algo que lo tranquilizara realmente, solo era cuestión de horas para que su lobo e instintos se desesperaran y pidieran neciamente un pene alfa que los satisfaga y BaekHyun, desgraciadamente, no tenía uno de esos en su poder.
Cerró los ojos y dejó a su mano vagar por la extensión de su miembro, su palma húmeda por el líquido preseminal que brotaba de la punta permitió que los movimientos fueran fáciles y veloces y BaekHyun se mordió el labio inferior para no gemir.
Normalmente no duraba mucho en su mano, pero tampoco sentía alivio; su pene era intenso y hacía lo que le venía en gana porque no importaba cuantas veces BaekHyun se corriera por su propia cuenta, el muy maldito seguía estando igual de recto y duro que un tubo de acero.
Aumentó el sube y baja de su mano y apretó los testículos, los giró y rozó con su uña las venas marcadas en su extensión, pasó los dedos por la piel rugosa de sus bolas y cerró la mano sobre ellas. Jadeó y echó la cabeza hacia atrás. Sus uñas subieron de nuevo y jugó con su hendidura hasta que su pene tembló y de él salieron chorros blancos de esperma que volaron y salpicaron su su vientre. Se dejó caer sobre el colchó boca a bajo y gruñó con molestia al sentir como su pene estaba nuevamente alzado y orgulloso.
Desgraciado.
Limpió con su mano libre de esperma su frente, eliminando el sudor sobre ella y casi inmediatamente después la puerta de su habitación se abrió, revelando el rostro preocupado de KyungSoo.
Al ver que estaba nuevamente cubierto con la sábana, a pesar del calor infernal, el otro omega dio un paso adentro y cerró la puerta detrás de él antes de caminar hacia la cama. BaekHyun lo miró en todo momento y sus ojos cayeron en el envase con agua y el trapo sobre el borde de la misma que tenía el pequeño en sus manos. Su segundo tomó asiento a su lado, mojó el trozo de tela y lo puso sobre su frente. El agua estaba helada y eso fue un alivio para su frente ardiente.
−Tu celo ya comenzó. ¿Te masturbaste? −preguntó con rostro estoico, siguiendo su labor de enfriar su rostro.
BaekHyun asintió, aunque no había necesidad de contestar puesto que era obvio lo que había hecho y KyungSoo hizo una mueca con los labios.
−Hace tres días fue el ataque de los neófitos en la universidad, ayer tu celo se activó así que imagino que no tardarás en sentir dolor −BaekHyun cerró los ojos y sintió escalofríos cuando el trapo helado llegó a su cuello−. Baek, creo que deberías buscar un sustituto esta vez. Odio verte sufrir así por tu celo.
−Sabes que no puedo hacer eso, KyungSoo.
−Entonces déjame llamar a ChanYeol para que él se encargue de ti. Es su deber como tu alfa cuidarte y atenderte cuando estás pasando por esto.
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Salvándote.
FanfictionByun BaekHyun es el príncipe de los cambiaformas y un omega revelado que huía de su pasado y del recuerdo de su alfa. Park ChanYeol era el líder de la manada Growl que echaba de menos a su omega y vivía anhelándolo. ¿Qué pasará cuando ambos se enter...