Salvándote.

♠Capítulo 7♠

BaekHyun miró fijamente a ChanYeol, que no hacía otra cosa que no fuera observarlo de vuelta, y por su mente pasó la idea de que él podría ser una ilusión, un producto de su mente hiperactiva y desesperada, pero aquél beso se había sentido tan real y sus manos sobre sus mejillas eran cálidas y pesadas. Eran verdaderas, él realmente estaba ahí, después de tantos años, acompañándolo.

Quiso llorar de alegría, y probablemente lo estaba haciendo, pero todo el revoltillo de sentimientos pasó a un segundo plano cuando los labios carnosos, ardientes y apasionados de su alfa encontraron los suyos nuevamente y lo llevaron rápidamente a la locura. La poca cordura que le quedaba se fue a la mierda cuando la lengua filosa de ChanYeol lamió la suya y la instó a chocarla con ella, invitándolo a explorar la cavidad olvidada, a reencontrarse y a unirse en movimientos poco decorosos llenos de necesidad.

BaekHyun no recordaba que besar a alguien se sentiría tan bien.

Los chasquidos que sus labios húmedos producían fueron un bálsamo para su lobo agitado y sirvió para imaginarse una serie de imágenes que nada tenían que ver con aquél beso. El nudo en su vientre se aflojó y de nuevo un chorro de semen salió de su miembro en un orgasmo incontable y que se unía a tantos otros pasados en un lapso de tiempo estúpidamente corto.

ChanYeol gimió, oliendo la esencia de su chico, y BaekHyun lo miró con ojos suplicantes y llenos de anhelo,

−Por favor, Chan...

Y eso bastó para que el alto actuara.

Fue cuestión de segundos cuando ChanYeol dejó de estar frente a su rostro y pasó a posicionarse detrás de él. Las cálidas y fuertes manos acariciaron la piel de su espalda, pasaron por sus caderas y se detuvieron en el par de globos sonrosados y BaekHyun dio un brinquito y soltó un gemido sonoro cuando el alfa palmó una de sus mejillas. ChanYeol quedó absorto mirando la carne del culo redondo y firme de su omega y de su boca surgió un gruñido al ver lo bien que estaba preparado su agujero para recibirlo; no retuvo sus impulsos al inclinarse hacia él y sacó su lengua, tomando con ella la corriente de fluidos dulces que salía de su interior y gimió de gusto, totalmente deleitado con su sabor exquisito y único.

BaekHyun gritó y retorció la sábana bajo su cuerpo, apretó los ojos con fuerza y sintió como la lengua ansiosa del alfa lo penetraba con certeza, hundiéndose en su interior, dominante, firme y enloquecedor, tres factores que definían a su pareja completamente. Hizo el culo hacia atrás, queriendo más contacto, y lloriqueó cuando ChanYeol puso sus grandes palmas en sus caderas y lo mantuvo fijo en su lugar.

Se sentía tan bien que podría opacar una parte de su dolor.

Sollozó cuando la legua de su alfa se retiró de su interior y luego soltó un jadeo al sentir como la misma hacía un camino candente en la raja de su culo, de arriba hacia abajo, pasando por encima de su agujero y llegando casi a sus testículos. Aulló cuando la boca del alto atrapó una de sus bolas y se sintió en el paraíso cuando su sinhueso volvió a actuar, esta vez sobre ella.

¿Cómo pudo perderse de aquello por tanto tiempo?

Cuando ChanYeol se hubo retirado completamente de su culo, lo giró de un solo movimiento para quedar cara a cara nuevamente, su espalda contra el cómodo colchón, y sus ojos azules fundidos con el más increíble color café existente en la faz de la Tierra. El pelinegro llevó su mano hasta su mejilla y acarició la piel caliente y roja con suavidad antes de inclinarse hacia su rostro y besar su boca con entrega, pasión y deseo.

BaekHyun gimió, extasiado, y deleitó sus papilas gustativas con el sabor de su propio lubricante proveniente de la boca de ChanYeol. Estiró los brazos y enredó sus dedos en las hebras desordenadas y levemente húmedas y sus piernas se encargaron de encerrar las estrechas caderas del alto e impulsarlo hacia abajo, causando un choque delicioso en sus entrepiernas y arrancándoles un gemido y un gruñido respectivamente. Se separaron por culpa de la necesidad del aire en sus pulmones y ChanYeol bajó sus manos, tomando sus piernas por la parte interior de las rodillas y las llevó hacia arriba, abriéndolas totalmente para él y dejándolo completamente expuesto a sus ojos ansiosos.