Clarissa Marín

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Desde que tengo memoria lo paranormal ha sido una de mis más grandes pasiones, convirtiéndose incluso en una parte importante de mi vida, y es que no solo me conformo con las historias de TúVideo sino que también me fascinan las películas, los libros y los videojuegos; cualquier cosa que tenga que ver con lo desconocido formará parte de mi colección, eso tenlo por seguro. Hablando de TúVideo soy poseedora de un canal en el cual expongo mi fascinación, es hermoso ver como miles de personas al igual que yo, les atrae lo que la ciencia no puede explicar; recibo comentarios tanto negativos como positivos, del mismo modo llegas a conocer la opinión de muchas mentes, algunas filosóficas otras no tanto. Y es que las opiniones de las personas son tan diversificadas que te sorprenderías de ver como cada persona tiene su percepción de cualquier tema. Como dice el dicho: "Cada cabeza es un mundo" y no esperes que los demás piensen igual que tú.

Mi canal se llama: "El sótano de Clari" posee bastantes visitas, las suficientes para atraer los ojos de cualquier persona, el ser mujer, creo yo, ha sido un impulso ya que no hay muchas mujeres que se dediquen al terror dentro del portal, es raro de ver o pasamos desapercibidas.

Gracias a mi pequeña fama han salido mujeres que quieren intentarlo y debo admitir que hay unas muy buenas, a veces me mandan mensajes diciendo que yo fui su inspiración y eso me llena más, el saber que yo fui una parte importante de esa persona.

Mi amigo Matias, siempre ha estado para mí, apoyándome he incluso ayudándome con la cámara o con los guiones que debo memorizar. Lo conozco desde que soy un embrión, resulta que mi padre se mudó al residencial antes que yo naciera justo a la par de la casa de Matias. Ese lugar es conocido por ser de gente acomodada, mi padre era un muerto de hambre y se mudó allí para guardar apariencias mientras conseguía ser administrador de una de las tiendas de su jefe, después de tantos años lo consiguió y abandonó a mi madre; bueno, físicamente, el dinero nunca nos faltó. En cambio, Mati si tiene dinero, su padre maneja un negocio internacional que ha sido parte de su familia por generaciones. A pesar de todo y gracias a mi querida madre la señora Cynthia, nunca se me inculcó la arrogancia y es algo que agradezco mucho, Mati también se empapó de ese sentimiento aunque a veces se le olvida y tengo que recordárselo. 

Tengo un hermano menor llamado Caleb, tiene 14 años es un puberto adicto a los videojuegos, recuerdo la vez que llamaron del colegio por su adicción, aquel mes fue de sufrimiento para Caleb, su maestra incluso pensó que mi hermano menor fumaba marihuana o usaba alguna droga, ese día mi madre no pudo asistir y pues yo hice de madre sustituta. A veces los extraño.

No vivo con mi madre me mudé temporalmente junto con Matias a un pueblo llamado: Heblem, para saber si la vida me presenta alguna experiencia que pueda documentar, deje los estudios congelados pero espero retomarlos cuando vuelva a mi casa. Vine aquí con la esperanza de encontrar una historia que asustaría hasta al más valiente y creo que lo de aquella noche calza muy bien, no obstante, desconocíamos mucho de lo que ocurre en aquella casa. Fuimos ahí por consejo de Abbie Cipriani, la bibliotecaria. Decidimos ir a enseñarle el video para saber su opinión.

—¡Lo sabía! Esa casa esconde algo... espera un momento, ¿Clarissa no me digas que? —De fondo muy bajo sonaba una canción de los sesenta.

—Está en mi cuarto —Le dije con una sonrisa nerviosa.

—¡Mierda! debí ir contigo. Eres de las mías no le temes a nada. Te amo maldita sea.

—Yo le aconsejé que se la llevara —Mintió Matias— Y esa canción me transporta a otra galaxia.

—Cierra el hocico yo debería ser su amiga cercana no tú. Es más, un hombre y una mujer no pueden ser mejores amigos. —Abbie tenía un tacto peculiar para decir las cosas— Cambiando de tema, esa casa pertenecía a un tal Alex Seth y se dice que era raro el tipo.

Me da risa las conversaciones de estos dos.

—¿Te gusta la música antigua? —Matias la ignoró por completo.

Ella arremete con un codazo, en medio de nosotros tenía total control. Estábamos en su sillón viendo el video.

—Clari podrias subir esto a tu canal ¿No crees? —Matias está ansioso por subir sus creaciones.

—Aún no, necesito más material. Mi plan es documentar todo lo que ocurre con esa casa... y Heblem, además necesitamos más cámaras que estén enfocando en todos los puntos para que la gente vea que no hay nada falso en esto.

— ¿Y donde diablos piensas conseguir el dinero para eso?

— El dinero de papi nos ayudará — Le dije

El timbre comenzó a sonar interrumpiendo la conversación. Abbie se levantó para abrir.

—Clari te recomiendo que te prepares —Me aconseja Matias con una sonrisa.

No tenía necesidad de decirlo ya yo sabía lo que me esperaba. David Carter entró a la habitación y lo primero que hizo fue golpear a Mati en el brazo.

—¡Los odio a los dos! —Vocifera— ¿En que cabeza cabe no llevar al próximo Quentin Tarantino a grabar una casa paranormal.

—¿Quentin Tarantino? Creo que alguien anda soñando con aviones —Dice Abbie levantándose.

Unos segundos después entró su hermana Alexandra.

—Hola chicos.

—Hola Ale —respondí, Matias la abrazó—. Deberías aprender a tu hermana ella si tiene educación.

—Ni me la menciones, ella es parte de este complot. ¡Sangre de mi sangre! —Dijo mientras la apuntaba con el dedo —¿Por qué le dijiste que no me dijera que iban a grabar?

—¿Recuerdas la broma que me hiciste? —Su cara cambió totalmente— Con Clari no bromeas.

—¿No lo superas Clarissa? —David no podía creerlo.

—Bueno a mi apartamento no vienen a gritar. —Gruñe Abbie dando palmadas fuertes.

— Por cierto ¿Te gusta The doors?

—Otro que pregunta —Abbie sacudió la cabeza en señal de resignación—. Sí. ¿Algún problema?

—Ninguno —Contesta Carter.

David vió la computadora. Analizó el video y luego de un rato de silencio soltó:

—Yo hubiera hecho mejores tomas.

David Carter me jugó una broma con mi ilusión de conseguir la historia que tanto deseaba. Nos invitó a su ciudad diciendo que había una casa cerca de la suya poseída por una bruja que guardaba un secreto en su sótano, y que iba a ser la bomba que explotaría la cabeza de mis fans. Yo fui con Matias y Caleb, luego de unos largos minutos de espera escuchamos lo que parecía un intento de comunicación, debo admitir que temblaba pero seguía en pie y en mi mente solo habitaba la emoción de encontrar mi tétrico deseo. Bajamos al sótano de donde provenían los ruidos pero David se nos adelantó al bajar las escaleras algo se lo llevó a la oscuridad. Creímos lo peor... No lo era; lo había montado todo junto con su hermana Alexandra y dos amigos más. Ahora tal vez la pregunta sea: ¿Por qué está conmigo? Pues Mati me pidió que le diera otra oportunidad y nos está ayudando. El chico tiene un canal de cortos fílmicos, su sueño es ser director de cine, vi sus cortos y tienen una buena calidad en otras palabras el bromista tiene futuro.  Lastimosamente sus visitas no son muchas.

—¿Dónde quedó la muñeca? —preguntó Ale.

—En mi cuarto —Conteste.

—Ahora si se te soltaron los cables Clarissa —David giró su dedo en torno a su oreja.

—¿Se acuerdan de lo que les conté? —Pregunta Abbie.

—Sí. Conocimos las agujas también.  —Lo de las agujas ya Abbie nos lo había contado pero difícil de creer.

Respondimos.

—Pues hay una anciana que sabe mucho más. Iremos a verla. Y así puedes documentar una historia de Heblem.

— ¿Esas agujas que contenían somníferos y esas cosas? —David también había recordado la historia.

ClarissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora