Epílogo

4 2 0
                                    

—¿Quién diablos eres tú? —Digo asustado.

—Ya sabrás de mí Clarissa pero este chico debía morir, nadie se burla de nuestra secta y vive para contarlo.

—¿Secta...? El ocultismo ya no existe en este pueblo.

El hombre se rie.

—Ere una niña ingenua, creen que por vencer a un estúpido ocultista, que ni siquiera tenía un rango, ya liberaron este pueblo de las maldiciones. Nuestro dios vendrá pronto cuando el verdadero Heblem despierte, será un día de celebración.

— ¿Dios?

—Sí. Soy Jay, y tú no tienes ningún sentido paranormal, Clarissa, no te sientas tan especial, Lo sé, es una lastima la tendría muy fácil solo tendría que asesinarte, así que... yo debo irme. Pero si quieres vuelve pronto para que conozcas el verdadero Heblem, adiós.

Desaparece. Corró donde mi amigo y trató de llevarlo al hospital pero ya era tarde. Lloré como nunca lo había hecho y en algunos momentos el hombre con el que hablé llega a mi mente. ¿Qué debo hacer ahora? ¿Volver? No lo sé...



La historia de Clarissa ha llegado su fin, agradezco mucho que hayas leído. 


ClarissaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora