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Taehyung se levantó temprano ese día, fue a trotar y seguido de un baño, se dirigió al gimnasio.

Comenzó con el calentamiento, después paso al entrenamiento, empezó con la pera y al cabo de media hora siguió con la bolsa, debía incrementar la resistencia de sus golpes, al igual que su rapidez.

- Vas bien Kim. Un poco más fuerte... Todavía tienes un poco más de fuerza, enfócate, si quieres entrar en la siguiente competencia, debes mejorar.

Allí es donde comenzaba su duro entrenamiento, enfocado en mejorar, debía distraerse de pensar en ese omega, el que jugó con él, por el que fue un completo tonto al pensar que quizás tuviese oportunidad de llegar a más, como siempre cayó en un juego, no sabía que ser visto como el mero placer fuese tan horrible, se sentía mal, él realmente esperaba empezar algo con él, sabía que era demasiado joven como para estar con él, pero se dejó llevar por su corazón enamoradizo, era solo un soñador, un iluso.

Un golpe más, que hizo que la bolsa se enredara con la baranda donde colgaba.

Y es que estaba tan enojado, que se quitó los guantes y se dirigió a los vestidores, los metió en su mochila y se fue directo a la cafetería.

- Es malo que tomes tanta cafeína.

- No importa ahora.

Jimin se sentó a su lado, tomó su mano y la acarició, en gesto de reconforta miento.

- Tae, solo fue una noche... y como te conozco debes estar atormentándote porque realmente pensaste que estarías con él para siempre, deja eso, ya conseguirás a alguien más.

- Es mi pareja destinada Jimin, bueno, era.

Jimin suspiró.

- Sabes que eso no existe.

Taehyung se recostó sobre la mesa, y cerró los ojos, mientras que el omega le peinaba los cabellos.

- Supongo que no.- Susurró, más para sí mismo que para el omega.

Taehyung besó la mejilla de Jimin, y cogiendo sus cosas se retiró.

Caminó hasta su departamento, aunque quedara un poco lejos del lugar, eso era lo que necesitaba, estar solo. Como iba a estarlo toda su vida.

Cuando llegó ya había anochecido. Sacó las llaves y las metió sin mucho ánimo, abrió la puerta, y tirando todo a un lado del sillón, fue hasta su habitación.

Cerró los ojos y lloró. Lloró porque estaría solo toda su vida, porque siempre se enamoraba estúpidamente como si fuera un inocente niño, y siempre de personas que jamás podrían quererlo de verdad.

La puerta se abrió lentamente, Taehyung ni se molestó en averiguar de quien se trataba, pero no pudo contenerse cuando lo escuchó hablar.

- Bebe, ¿Por qué lloras?

Su padre omega, estaba ahí mirándole con tanta pena, y no pudo resistirse a lanzarse a sus brazos y ser consolado por el aroma de papá.

- Ya mi niño. Sabes que te ayudare a resolver lo que sea que te acongoje.

Taehyung cedió a contarle todo, sobre Yongsun, Hoseok, la competencia, y hasta del estrés de la universidad y sus trabajos.

- Debes de estar demasiado cansado emocionalmente, como físicamente. Tomate unas vacaciones, donde solo te concentres en sanar heridas, en recuperar fuerzas, tomar aire. Tomate un tiempo para ti.

El alfa asintió, aun en lágrimas.

- Lo haré. - El omega sonrió.

- ¿Vendrás conmigo a Daegu?

Fighting For You (Vhope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora