XVI

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-Él y yo estuvimos destinados a no ser, o tal vez a ser hasta el infinito, pero lo qué sé es que duele no saber cómo pudieron terminar las cosas entre nosotros, haber sido destinados a no tener un final. Lo amaba y siempre estará en mi corazón, así como en el de todos los aquí presentes, porque cada uno llevara hasta el último de sus días el recuerdo de su sonrisa.
Thiago, amor, no puedo decir que estaré bien sin ti y que seré fuerte, en los tiempos más difíciles tú eras mi fuerza... Qué voy a hacer ahora que no estás?- Eso fue lo que dije cuando me pidieron hablar en su funeral, a penas podía aguantar el llanto.

Durmiendo sola la noche después, llegó a mí una interrogante que todos nos hemos preguntado en algún momento de nuestra vida: Y ahora, quién soy yo? Soy mi pasado? Soy el hombre con quien dormía? Los errores que he cometido? No. Estoy hecha de un pasado que aún no deja de doler, necesité de amores para sentirme viva y busqué el amor, hasta llegué a forzarlo, no dejé que llegara solo a mi puerta porque necesitaba encontrar en alguien más lo que yo no podía ser. Entonces, quién soy yo?
Sentí un gran vacío dentro de mí, sentí frío y dolor, cómo había tardado tanto en hacerme esa pregunta? Ahí me di cuenta de lo mucho que necesitaba la respuesta.
Un mes después decidí irme para dar una caminata de un par de horas, hasta que curiosamente llegué a un parque, el cual me trajo muchos recuerdos de hace años atrás. Era extraño, ya no sentía la necesidad de encontrar a nadie, los parques eran mi lugar seguro antes de compartirlo con quienes llegaron a mi vida después, era mi espacio.
Fue entonces cuando mi anhelada respuesta llegó; nunca seré la novia de alguien, la mujer de alguien, sí, voy a casarme y amo al hombre que será mi marido, pero no voy a convertirme en una parte más de mi esposo, siempre seré Edith, y no iba a amarrarme con ilusiones a las personas que no lo merecían.
Al regresar al departamento me esperaba Daniel, hermano de Thiago.
-Hola... sé que debe ser difícil verme aquí, debes estar tratando de olvidar todo lo que pasó, por eso tardé tanto en decidir venir a verte, no sabía si era lo mejor.- En parte tenía razón, pero la familia de él siempre me acogió con calidez, no sería capaz de alejarme después de todo en lo que me han ayudado.
-Quieres pasar?- Le hice un gesto con la mano invitándolo a entrar.
-No, gracias. Solo vengo a hablarte de algo puntual, estoy un poco apresurado.- Hizo una pausa un momento y luego continuó. -Escucha, mi hermano dejó algo para ti... me había hablado antes de todo lo que pasó de una sorpresa que te tenía preparada, crees que estés en condiciones de recibirla?- Mi corazón se aceleró al recordar las palabras de Thiago. Asentí con la cabeza.
Fue hacia su auto y se acercó con un tipo de caja bajo el brazo, que cuando se abrió dejó ver a un pequeño cachorro durmiendo entre una manta.
-Se llama Jack, es un rottweiler.- Luego sacó una carta de su bolsillo y me la entregó. Mis ojos se llenaron de lágrimas al leer: "Espero que cuides de él tan bien como lo has hecho conmigo. Te diría que Jack te protegerá cuando yo ya no esté pero sé que puedes hacerlo por tu cuenta, aún así yo siempre voy a ser tu ángel de la guarda desde donde sea que me encuentre (A los diablos como yo se les permitirá eso? Esperemos que sí), te amo."
-Y aún estás conmigo, verdad amigo?- Jack mueve su pequeña cola, supongo que eso es un "Sí".
Claro que después de él adopté a Ares, haciendo que mi familia se sintiera aún más llena de amor.
Por trabajo me fui un tiempo a Francia, de nuevo, y después de este viaje sucedió lo que voy a contarles ahora...

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⏰ Última actualización: Nov 28, 2018 ⏰

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Edith: Amores De Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora