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¢αρíтυlσ 6 | мєямαι∂s   

     Dejé caer los zapatos al suelo encharcado

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     Dejé caer los zapatos al suelo encharcado. Esta era su forma de pedirme ayuda, causando destrucción.

     Había pasado algo y, en el fondo, deseaba que hubiera pasado cualquier otra cosa para librarme de la culpa de haber herido a Jungkook. Está mal, lo sé, lo sé. Pero, no quería ser yo la culpable de que él se encontrase así.

     Recorrí los pasillos con lentitud, arrastrando los pies en los pocos centímetros de agua que cubrían el suelo. Ignorando el agua que expulsaban los rociadores automáticos contra incendios del techo, recordé la charla en el vestuario femenino, a pesar de que durante el día del suceso me había escondido en la sala de estudio, estaba casi segura de que el despido del señor Dickens tenía una estrecha relación con mi "pelea" con Kook, no sería la primera vez que hace algo así.

     El sonido de cristales rotos me sobresaltó, provenía del piso de arriba, sin saber por qué, inmediatamente temí lo peor y me apresuré a subir las escaleras.

     — ¡Jung-!

     Y lo vi. Al final del pasillo, mirando a la nada y dándome la espalda, desnuda pero a la vez cubierta de moratones. Me detuve, no quería acercarme y verlo más de cerca, sin embargo, mis piernas desobedecieron mis órdenes y avanzaron hacia su cuerpo robusto, dándome cuenta de que en su espalda no solo había moratones.

     Dudé entre sí tocar su espalda o no.

     — Puedes hacerlo, no puede dolerme más de lo que ya me duele.

     Su tono de voz, trataba de hacerse el fuerte, pero sabía que estaba a segundos de derrumbarse, ya lo había presenciado antes, y pensé que jamás volvería a pasar. Una lágrima se escurrió por mi mejilla, los rociadores automáticos dejaron de expulsar agua y ahora todo se encontraba en silencio.

     Había marcas enrojecidas de latigazos en su espalda, latigazos. ¿Acaso me lo enseñaba porque yo era la causante de aquello y quería que me doliera tanto como a él? Giró sobre sí mismo, con la cabeza agachada, como un niño pequeño tras haber recibido una reprimenda por haber hecho algo malo.

     — Kook... —susurré colocando la mano derecha en su cuello, tembloroso por el frío que seguramente había empezado a sentir— mírame a los ojos.

     Comenzó a gimotear y a hipar causando que tuviera más ganas de llorar, «por favor, no sigas llorando, por favor, me duele...» pensé.

     — Jungkook, mírame a los ojos.

     Levantó la cabeza poco a poco, hasta que pude verlo con claridad, su ojo hinchado y amoratado. Fue entonces cuando supe el principio y el fin de aquella historia, aquella estúpida historia. Todo era obra de la persona más amargada y cruel que jamás había tenido la mala suerte de conocer en persona, Jeon Yohan, su abuelo.

     — Me da igual lo que digas Jungkook, voy a matar a tu abuelo, ¡él no puede seguir haciéndote esto! ¿Por qué ha sido esta vez? ¿Bajaste tu tiempo en natación? ¿Tus calificaciones?

     — Fue por ti.

     — Fue por ti

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Mermaids. «JM vs JK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora