Aquí, y ahora.

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*Sale del trabajo, y en medio de la lluvia, piensa*

He aquí,
te encuentro por los rincones,
de los pasillos, y de mi mente.

Te siento en las esquinas,
de las calles al pasar,
y de cada partícula que conforma este corazón.

Siento como si fuesen vanos recuerdos, ahora que te tengo lejos, distante, pero,
¿será realmente que lo estás?

*abre la botella de vino, que se encuentra en uno de los compartimentos de la cocina*

Te pienso, mas no te siento,
te quiero, mas no te lo digo,
me ahogo en estos sentimientos, y prefiero callar antes de pasar por otra decepción.

*Bebe un sorbo de aquel dulce licor*

Puede que sea temor,
y no necesariamente a ser lastimada, ya he pasado por esas cosas antes.

Lo que temo es no volver a reponerme, quebrantarme más, mucho más de lo que ya me encuentro, ese es mi predicamento, la suspicacia que ha de tener cualquiera.

Pero este mundo es para quienes arriesgan, de otro modo,
sería  como tejer,
un patrón establecido sin ninguna gota de emoción ni duda,
la monotonía hay que evitarla a toda costa.

Pero, ¿quiénes no son vulnerables en caer en lo simple?
En lo cotidiano de la vida,
ciertas cosas dicen que es por nuestro bien.
Estudio, buena alimentación, unas benéficas horas de sueño completas, y así.
¿En dónde nos menciona ser felices? Creo que lo más importante es ello.

Creo...

Aunque la felicidad no es constante, hay que hablar y tratarla como si así lo fuera,
de otro modo puede quedar en el olvido y extinguirse.

Hazlo ya,
no te quedes ahí con esa cara mirando la pantalla,
vive un poco, sal afuera y camina un rato, el aire fresco te hará bien, adelante,
si hace frío lleva una chamarra y un gorro,
si hace calor ponte bloqueador y un sombrero,
ve como quieras, al fin de cuentas, eres tú quien importa.

Eres tú quien importa...

Y si uno es quien importa,
¿por qué con esa pregunta me genera cierto desconcierto?

Quizá, es que en parte de esa pequeña felicidad efímera te encuentres tú.

Estando o no,
junto a mí, físicamente,
te tengo sin que lo sepas,
porque algunos pensamientos son más fuertes que la presencia misma del ser, visible,
ante el resto.

*Demonios- dijo sutilmente.*

Creo que te empiezo a querer.

*Termina de beber la pequeña copa de vino*

Pensamientos en Crisis ExistencialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora