Los Juegos del Hambre El Regreso

Capítulo V

Narra Katniss

 Hoy era un día como otro cualquiera, bastante aburrido desde que llegaron los agentes de la paz, y como los otros días yo estaba sentada  en el sofá del salón después de mi siesta de una hora despertada por las incesantes pesadillas y malos recuerdos, aquella vez fui vencida por el sueño, ya que llevo desde que ellos llegaron sin dormir, desde aquellas no puedo dormir sin despertarme toda sudada y gritando, a Peeta le pasa lo mismo, pero el lo lleva mejor, con una sonrisa siempre en su rostro cansado, ya no me puedo dormir en sus brazos como antes. Yya era media tarde, y aún no habían llegado los niños del colegio, y estaba empezando a preocuparme, pero se podrían haber retrasado por cualquier motivo, pero aún no estaba tranquila sobre todo por como estaba el distrito, bueno todo Panem, en estos momentos. En ese instante, una voz hizo  que saliera  de mis pensamientos.

- Cariño, ¿no están tardando mucho en volver del colegio los niños? -me pregunta un Peeta manchado de harina y un poco sudoroso con una voz algo tensa, pero que intenta parecer calmada y relajada.- Estoy algo preocupado, que tarden tanto, teniendo en cuenta en la situación que está nuestro distrito, no es nada bueno.

- Tienes toda la razón -respondí asintiendo levemente y haciendo una larga pausa, hasta que estallé- ¿Y si les pasa algo? ¿Y si Beatrice los mata para vengarse de nosotros por lo de su tío y hacernos sufrir? -pregunté rapidamente y sin esperar una respuesta seguí, necesitaba alguien que me consolaran y Peeta siempre había estado aquí conmigo, a mi lado.- Peeta, llevo desde que llegaron asustada porque y no estamos seguros aquí ni en ningún otro lugar de Panem, las pesadillas vuelven cada noche y se que los dos estamos igual y esto no va a acabar bien. Beatrice no parará hasta arruinarnos la vida y tengo miedo de que le haga algo a nuestros hijos, porque no nos lo perdonaríamos en la vida, también pensé que te volverían a cambiar y que me intentases matar delante de ellos o ya que estamos al revés ¿Qué vamos a hacer?

- No lo sé, de verdad que no lo sé. - Me dice Peeta casi en un susurro cuando ya está rodeandome con sus brazos sentado en el sofá conmigo-. Pero, podríamos empezar en ir a buscarlos al colegio a ver porque tardan tanto. Espero que no les pase nada. -dice Peeta levantándose para ir a coger sus cosas.

- Me parece bien. - respondí antes de salir como un rayo a coger mi chaqueta de cuero marron y mis botas favoritas.

  Cuando estabamos a punto de salir por la puerta de la casa dispuestos a ir a por nuestros hijos al colegio del distrito, suena el teléfono del salón.

  En ese momento fuimos a cogerlo porque llevabamos varios días esperando noticias del Capitolio o de nuestros amigos en los otros distritos, y también de mi madre, que seguía en el distrito 4 (tengo que acordarme de que después la tengo que llamar). En ese momento Peeta cogió el teléfono fijo y lo puso en manos libres para que yo también pudiese escuchar la conversación.

~Conversación telefónica~

- Hola? Quién es? - Pregunta Peeta esperando una respuesta del otro lado.

- Peeta o Katniss escuchadme bien tengo poco tiempo. -dice la voz de Plutarch al otro lado del aparato, con una voz medio susurrando para intentar que solo lo oigamos nosotros, pero eso no creo que sea posible.- Las cosas por el resto de los distritos están igual que en el 12 o incluso peor, hasta en el 13 está todo como antes de los días oscuros. Y no creo que os sirva de consuelo que esto es el principio de todo, no os puedo contar nada ahora, pero os llamaré en cuanto pueda. Solo os digo que esteis alerta, no salgais mucho de casa y mantener una vida normal, pero vigilar a los niños y acompañarlos a cualquier sitio que suponga salir de casa.

En ese momento sonó el bip que indicaba que la llamda había finalizado. Peeta y yo nos quedamos un par de minutos en silencio antes de salir a paso ligero hacia la escuela (no corríamos para no llamar la atención de los agentes y de los ciudadanos), íbamos cogidos de la mano para no levantar sospechas.

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  unos 20 minutos estabamos delante de la escuela a punto de entrar, antes de entrar le eché un último vistazo a mi reloj, las siete de la tarde.

  Cuando estubimos dentro solo pudimos dar unos diminutos pasos antes de que un agente de la paz nos cortara el paso.

- ¿Qué desean a estas horas de la tarde? - Nos pregunta el gran agente de la paz con una voz con cierta desgana como de cansancio.

- Hemos venido a recoger a nuestros hijos, porque estaban tardando mucho. -Respondí inmediatamente para poder si están bien de una vez.-

- Claro, como se llaman? ¿Y en que curso están? -siguió preguntandonos el agente haciendonos pasar a una mini sala sonde guardaban el material escolar.

- Olivia y Finnick Mellark, ella está en séptimo y el en quinto. -respondió Peeta antes de que el agente se fuera tras una puerta, me imagino que irá a buscarlos a las respectivas clases.

  Tenemos que esperar unos cinco minutos que se me hicieron interminables hasta que de la puerta desde donde había desaparecido aparezcan un Finnick sonriente  que abraza fuertemente a Peeta y una Olivia cansada que pide a gritos irse a casa a descansar

- ¿Estais bien los dos? -Preguntamos Peeta y yo al unísono.

- ¿Por qué no iban a estarlo? - Pregunta el agente de la paz con una cara interesada, es ese momento me doy cuenta de que hemos metido la pata hasta el fondo:

- Emm... eh... Porque llevamos mucho tiempo sin verlos y los hechábamos de menos. -respondo yo, en un tono bastante convincente, lo que me sorprende un poco, debe de ser por la práctica.

  En ese momento nos damos la vuelta y salimos a paso ligero del colegio, haciendo que los niños vayan delante de nosotros para asegurarnos de que no les pase nada y que no se quedaran allí y dejando al agente de la paz con la palabra en la boca y una mueca de curiosidad adornando su rostro (no llevaba el casco puesto).

  Cuando ya habíamos dejado bastante atrás el colegio y estabamos llegando a casa bajamos un poco el ritmo del andar. Todo el trayecto que llevabamos habíamos estado en silencio, hasta que Olivia no pudo evitar preguntar:

- Mamá, papá, ¿qué está pasando? -preguntó la niña, no la culpo, se está enterando de lo más mínimo y los dos se merecen una expicación, sin embargo no puede ser aquí-.

- Os lo contaremos todo al llegar a casa. - aseguramos Peeta y yo al unisono, para después acelerar el paso, y yo añado- Pero vosotros también teneis que contarnos lo que pasa en el colegio y por que el agente estaba ahí.

- Pues vamos.

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Hola!

Os tengo que decir dos cosas.

1. Nunca voy a dejar una historia sin terminar, aunque tarde un poco en escribir por varios motivos y 2. Espero quue os guste el cap., porque tengo la ligera sensación de que a pocas personas les guste mi novela.

eso era todo, COMENTAD Y VOTAR!!!!!

Agur neska!!! :)