Narra Katniss
Nos paramos en seco los dos por un par de segundos, tanto Peeta como yo sabíamos que no debíamos hacer nada. Aunque tenía unas ganas tremendas de saber lo que pasaba, nada más pensar en la situación en la que nos encontrábamos y los niños, estas se esfumaron a la misma velocidad que llegaron.
Seguimos caminando hasta llegar al pueblo, donde todos entaban trabajando como siempre, pero al pasar por delante del Edificio de Justicia vimos que había varios agentes de la paz poniendo la pantalla en este, para que los ciudadanos del distrito que no tuviesen televisión pudiesen ver los avisos que antes daba Snow desde el Capitolio y que ahora daba su nieta Beatrice.
- Peeta -Lo llamé dirigiendo mi mirada hacia él esperando a poder encontrar sus ojos azules- ¿Te has fijado en que están volviendo a poner la pantalla delante del Edificio de Justicia?
El rubio se detuvo poniendose a mi altura y miró hacia donde yo le había indicado, haciendo que yo tambien dirigiese la mirada, y acto seguido una mueca apareció en su rostro, pero este empezó a caminar otra vez, arrastrándome a mi por el brazo para evitar que me quedase allí quieta mirando en silencio como la montaban.
- Sí, pero no podemos hacer nada, si ya no podíamos antes, ahora podemos hacer menos. -Me espeta gritandondome para después dar un largo suspiro antes de continuar hablando- ¿Hay que comprar algo de comida? -Pregunta cambiando de tema radicalmente, lo que me pilla un poco bastante desprevenida-.
- Creo que sí, vamos. -Contesto después de estar varios segundos en silencio-.
De un momento a otro, ya me encuentro separada de Peeta caminando hacia los puestos de comida que hay por las calles. Compramos comida suficiente para un par de días y él compra varios sacos de harina que carga sin ninguna dificultad.
Durante el camino a casa ninguno de los pronunciamos palabra. La tensión es palpable en el ambiente, no sé porque, pero su reacción a mis preguntas me molestaron un poco, y yo no iba a ser la primera en hablar.
Íbamos los dos cargados, y yo sumida en mis pensamientos, hasta que siento un brazo al rededor de mi cintura que me sujetaba con fuerza. A los pocos segundos, reaccioné y este me sujetaba porque me había resbalado en la nieve (estamos a principios de febrero), enseguida me incorporé y seguí mi camino sin antes responder con un gracias con un tono bastante cortante. Vi como Peeta cogía otra vez el saco de harina que había tirado en el suelo para cogerme y volvía a caminar sin preguntar ni decir nada.
Al llegar a casa dejé las cosas sobre la mesa, decidida a ordenarlas cuando sentí que me abrazaban por detrás depositando una corto beso en mi coronilla.
- Katniss, lo siento - suelta un poco su agarre para girarme y le pueda ver los ojos, que reflicten una mezcla de preocupación, pena y confusión - sé que no debí reaccionar ante unas simples preguntas, pero intento encontrarle sentido a todo lo que está pasando, no me puedo creer que después de todo lo que pasamos, lo que sufrimos y lo que luchamos no haya valido para nada, que aún nos quede por luchar y que tengamos que vivir así otra vez, pero almenos esta vez tengo algo más que la última vez y no pienso perderlo. Tengo a Olivia a Finnick, y a lo más importante, te tengo a ti.
No esperé ni un segundo más para unir mis labios con los suyos en un beso dulce y tierno, pero también un poco desesperado. Para cuando nos separamos para coger aire no pude evitar ver la hora que era, pensando en que ya era la hora de comer.
- Creo que deberíamos hacer la comida e irnos a recoger a los niños. -Dice Peeta separandose de mi y dirigiendose a las bolsas de comida para guardar su contenido en su respectivo lugar, como si me hubiese leído la mente-.
Yo solo hice un gesto con la cabeza en modo de asentimiento y me puse a ayudarlo con las bolsas que quedaban.
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Después de ordenarlo todo en su respectivo lugar nos pusimos a hacer la comida para los dos (ya que los niños comían en el comedor del colegio) y cuando estuvo lista pusimos la mesa para comenzar a devorarla.
Estuvimos hablando de cosas sin importancia hasta que acabamos limpiar y ordenar todo lo que habíamos ensuciado durante la comida y como ya quedaba poco para que salieran Olivia y Finnick cogimos nuestras cosas y nos fuimos hacia el colegio.
Al llegar estaba todo como el día anterior, pero esta vez estaban varios padres para recoger a sus hijos, como los del amigo de Finnick, Jason. En cuanto vinieron los niños nos fuimos de allí a toda prisa, no sin antes pronunciar un gracias.
- Papá, -dijo Finnick intentando captar la atención de Peeta- hoy Oli y yo hemos hecho lo mismo en clase.
- ¿Y qué hicisteis? - Le preguntó este poniendo más atención a el pequeño, al igual que yo-.
- Nos hicieron ver los dos últimos "Juegos del Hambre", es decir los setuagésimos cuartos y es vasallage de los veinticinco. -dice Olvia terciando en la conversación, aunque a los niños ya les habíamos hablado del tema, había detalles que no les habíamos contado- En el vasallage nos fijamos de que decías que estabas embarazada, y actuabas como tal, -hace una pausa para coger aire-, en un principio Fin y yo pensamos que estabas embarazada de mí, pero hicimos cuentas de los años y era imposible, es decir si no ahora tendría más de veinte años. ¿Podeis aclararnos el asunto?
- Bueno... ehh... -respondo yo un poco confusa y sin palabras, quiero decir ¿cómo les explicas a unos niños que sus padres tuvieron que fingir estar enamorados para evitar que nos mataran y a nuestros seres queridos, y que para eso además tuvieron que fingir tener un bebé?-.
- Haber que ya sabemos que al principio estabais juntos para sobrevivir y que no mataran a nadie. -dice Finnick, soltando un suspiro para después continuar- Y no nos parece mal, todo lo contrario, hicisteis lo que tuvisteis que hacer, y estamos muy orgullosos de vosotros. Solo que no entendemos muy bien el tema del bebé.
- Pues intentamos detener el Vasallage soltando esa noticia, para que no tuviesemos que ir allí a matarnos entre nosotros. -Explica Peeta con una mueca en el rostro, pero se nota que está feliz por lo que dijo antes los Finnick-. Lo que no funcionó.
- Vale ya lo entendimos todo. -dice Oli- Gracias por respondernos sabemos que no os gusta hablar de este tema y lo sentimos.
Acto seguido los envolvimos en nuestros brazos dando lugar a un cálido abrazo familiar, en el que Peeta y yo estábamos más que felices con la reacción de nuestros hijos sobre el asunto y ellos también.
Después pasamos el resto del camino entre bromas y risas y al darnos cuenta ya estábamos llegando a casa pero nos sorprendió mucho lo que vimos delante de ella.
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Hey!!!!!!!!!!!!!!!
Capítulo fofo lo se, pero para el siguiente habrá más de todo, lo prometo. Hasta la semana siguiente!!!!
Agur neska!!!
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Los Juegos del Hambre El Regreso
FanfictionCuando Katniss Everdeen vive feliz con sus dos hijos y su marido, una vieja enemiga del pasado vuelve a por venganza. Sobrevivirá esta vez? Harán daño a sus seres queridos? ~Porque por mucho que nos opriman seguiremos siendo libres~