El Escape

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Con un bastón de madera que había encontrado en la otra habitación, logré romper la cerradura de la puerta, salí lo más rápido que pude de la casa, pero no veía nada más que árboles y pinos cubiertos por nieve interminable, de verdad no sabía dónde me encontraba, pero no me iba a dar por vencida, quería estar con mi madre.

Tenía miedo, aun así, me adentre al bosque, estaba oscuro y sobre todo helado, no paraba de temblar, el invierno ya se había hecho presente, al menos en ese lugar, después de todo, por la altura de la montaña siempre hacia más frio.

Todo iba bien, hasta que escuche un ruido extraño, pare un momento mi caminata para ver de qué se trataba, era un oso enorme.

Grité y salí corriendo de ahí, no podía ver nada por el viento y la oscuridad que tenía el bosque hasta que caí por culpa de un tropiezo ¿Por qué siempre tengo que ser tan tonta para tropezar por todas partes? Comencé a rodar por la nieve, mi vista se comenzó a nublar y lo único que recuerdo fue llamar a, Benjamín....

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Llegué al pueblo, todos estaban reunidos en el cementerio, vi a lo lejos a la madre de Aní llorando, sosteniendo en sus manos la capa verde que llevaba el día anterior, al parecer todo el pueblo se había reunido para hacer un funeral digno; Pasé de largo hasta llegar a su casa, como no había nadie, por obvias razones, pude sacar su respectiva ropa sin problema.

Pensaba en ella todo el tiempo y ahora también en su madre, en su pesar de que su única hija había muerto, pero no había otra manera de tenerla a mi lado.

Al regresar a la montaña, vi la puerta de la casa abierta.

Entre en pánico, pues ella ya no estaba dentro, me transforme en lobo para buscarla de manera más rápida.

Esa niña tonta, era muy peligroso salir, estaba en completa desesperación, si lograba pasarle algo no me lo perdonaría.

Paso el tiempo, guiándome con su olor seguí buscando, hasta que la encontré, estaba cubierta de nieve, sus labios estaban completamente morados y había unos golpes en sus brazos, incluso el vestido que tría estaba rasgado, al parecer también había sufrido daños en su espalda.

Me transforme de nuevo en humano, la tome en mis brazos y la lleve de vuelta a la casa.

Al llegar, la posicione en la cama, prendí la chimenea para que entrara en calor, tan solo espero que no le de hipotermia; Para poder curarle los rasguños y moretones que ya hacían en su cuerpo y que no se infectaran por la suciedad, tuve que quitarle la ropa de la parte de arriba y así poder vendarla de pecho y espalda.

Aunque mi deseo hacia ella era inminente, no le haría nada que ella no quisiera, tan solo me enfoque en curarle sus heridas, respete su cuerpo y no me atrevía a tocarla de manera morbosa o indecente.

Tiempo después ella recobra la conciencia.

-Benjamín....

- ¿Te encuentras bien?

- Si

-Pues que bien. -Dije molesto- Porque si no hubiera llegado estarías muerta, te dije que no trataras de escapar y me desobedeciste.

-Yo sólo quería. –Ella comenzó a llorar. - Ver a mi mamá por última vez, decirle que estoy bien. –Decía entre sollozos.

- Lo siento, pero ya está hecho, ella ya cree que estas muertas.

- ¿Por qué lo haces? ¿Qué tengo yo que no tienen otras chicas?

-Tu eres amable, bondadosa, humilde, hermosa, te he observado y me has enamorado completamente, tú eres diferente, y tenía miedo a no volver a tenerte a mi lado. Cuando me dijiste que ya no podrías verme me dolió tanto. No quería perderte porque sólo de ti estoy enamorado; Es por eso que lo hice.

-Ben...-Deja de llorar para tornar un semblante más calmado. -Tú también me atraes, pero tenía miedo de mis emociones y pensar en que diría la gente, pero ahora si estoy contigo al menos quiero decirle a mi mamá que estoy bien y te juro que no volveré a escapar y así no estaré encadenada y ni tu ni yo estaremos infelices.

- Tengo que pensarlo, no es tan fácil como crees, volver al pueblo y que no te vean más que tu madre, además, primero necesitas aliviarte de todos esos golpes.

- ¡Estoy desnuda! –Reacciono bruscamente de repente. - ¿Tú me pusiste las vendas?

-Pues sí y tuve que quitarte la ropa para poder hacerlo, también tenías golpes en la espalda, pero además de eso, tranquila no hice nada malo, nada que atentara contra tu decencia, si no actué como si fuera un médico, simplemente eso.

-Gracias...

Al ver mi cuerpo vendado, no pude evitar reaccionar así, me sonroje, pero le sonreí, pudo haberme dejado morir a pesar de lo mal que lo trate, pero el en verdad me quería, o ¿tan sólo era una obsesión?

💘Amor De Bosque🌄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora