Muchos 10.0, un 9.0 y un... ¿¡1.0!?

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Estamos finalizando el trimestre. Hoy nuestra directora de curso (la que está pendiente de todos y todo lo que pasa dentro de 7ºC-2), Valeria Calderón, o Vale como todos le decimos, nos va a decir cómo vamos, si vamos perdiendo o no, la definitiva de cada clase y mas o menos todo lo que debemos saber. El problema es que este año se inauguró la clase de magia. No es nueva en el colegio, pero solo la dan desde séptimo. Yo aún no tengo magia y se supone que a esta edad ya todos deberíamos tener algo de magia: así sea desde mover un par de centímetros alguna cosa hasta abrir portales a dimensiones paralelas (aunque nunca nadie haya hecho eso) y yo, por más que trato y trato, no tengo magia así que no he podido hacer nada en esa clase. Además aquí ningún profesor sabe que no tengo magia. Solo lo saben mis amigas y mi familia. Por lo demás no me preocupo. A mi me va muy bien en el colegio, le caigo muy bien a todos los profesores y ¡llevo un perfecto récord de no haber perdido ni un solo quiz en todo el año! Llego al colegio y, obviamente, me puse a hablar con mis amigas.

Áida: ¡Buenos días chicas!
Las demás: ¡Buenos días Áida!
Áida: ¿Cómo les fue ayer en sus clases?
Emilia: ¡Yo! ¡Yo quiero contarles primero! Bueno, primero lo primero: el profesor se llama Emilio y es súper querido. Le encanta el arte y se inspira mucho... tal vez demasiado en las clases.... ¡pero es lo máximo! Ahora sí, la clase. Llegué y no conocía a nadie. No había nadie de nustra generación ahí: todos eran mayores, así que no tuve más remedio que hacer nuevos amigos. Me hice amiga de un grupito pequeño de octavo 1/2 conformado por Laura, Mauricio, Lina y Mario. En la clase hicimos una pintura con acrílico, una pequeña mariposa de vidrio y otra de porcelanicrón y también hicimos kirigami, que es parecido al origami. ¿Quién quiere seguir?

Chiara: ¡Yo! Bueno, pues yo me inscribí a deportes. Me pasó algo parecido a lo tuyo Emilia, solo que el resto de personas no eran mayores, sino que ¡todos eran hombres! ¡Fue muy raro! Y ¡adivinen quiénes más estaban inscritos allí! Pista: eran dos.
Katy: ¡Zack Evans! -el actor juvenil más famoso y galán del universo-
Chiara: ¡Ojalá! Pero no. Nada más y nada menos que Juan y Jorge
Las demás: ¡Uuuuh! ¡Jorge!
Chiara: Sí, fue muy chistoso encontrarlos ahí. No podían creer que yo me hubiera inscrito. Hablamos un rato y después comenzó la clase. Son dos profesores: Catalina e Ignacio. Primero jugamos frysbíni un rato, luego una carrera de obstáculos, tratamos de tumbar unos pines con bolitas de espuma, lo cual fue imposible; y por último tuvimos una pista jabonosa, así que llegué empapada a mi casa. ¡Pero estuvo genial!
Sol: Lo mío no fue tan interesante. Para empezar fue muy raro porque en la clase estaban Brigitte, Mateo, Ana y...
Áida: ¿¡Ana!? ¿¡Mi hermana Ana!?
Sol: Sí, esa misma. Y también estaba Nico. Preparamos cupcakes de limón, fresa y chocolate y... ¡aquí les traje! -le agradecimos y nos dio uno a cada una- y mientras se horneaban hicimos papas.
Las demás: ¿¡Papas!?
Sol: Sí, papas. Pero no las de comer, sino las que son bombas rellenas de harrlina para aplastar. Lo mío no fue una telenovela ni nada, pero estuvo muy chevere.
Katy: ¡Mi clase sí fue muy interesante! No estuve socializando mucho, me hice amiga como de dos personas que eran las de mi grupo y estuvo genial. Primero nos enseñaron como elegir la base, el tono y los colores de maquillaje dependiendo de los rasgos físicos de cada persona y nos mostraron cuales son las mejores combinaciones de colores para outfits casuales.
Jazmín: ¡Wow! ¡Katy, te fue muy bien!
Chiara: Como, ¿a ti no?
Jazmín: ¿Como lo supiste?
Chiara: Se ve en tus ojos. ¿Qué te pasó?
Jazmín: Pues la clase en sí estuvo muy chevere pero estaban Keila y Laila.
Emilia: ¿Y no había nadie más o qué?
Jazmín: No, sí había. Estaban Pablo, Eric, Ramiro y dos chicas súper queridas: Sofía y Juliana. Ayer vimos la comedia y nos ponían de a grupos de a tres a actuar una historia conforme se nos iba ocurriendo y la verdad fue muy chistoso. Además justo me tocó con Sofía y Juliana, así que nos reímos muchísimo.
Karol: Bueno, al final te fue bien entonces. En mi clase ayer nos la pasamos viendo tres estilos de baile: árabe, clásico y salsa. En general estuvo chevere y dio mucha risa porque Richard también se inscribió y fue chistoso verlo "bailando". No tenía ni idea de qué estaba haciendo y me pidió ayuda. Como pude contuve la risa y lo ayudé. -todas nos reímos, pero yo estaba más feliz de lo normal... ¡y eso es mucho decir!
Chiara: ¡Áida, estás muy feliz! ¿A ti cómo te fue?
Áida: ¡Genial! Pues yo me metí a fotografía y al principio fue muy raro porque llegué y...
Vale: ¡Áida!
Áida: Bueno, ya me toca ir a lo de las notas. ¡Deséenme suerte!
Emilia: No la necesitas, pero ¡suerte! -Y me fui a donde Vale estaba-
Vale: Áida, te tengo dos noticias: una buena y una mala.
Áida: Primero la mala
Vale: Okey, seré directa: vas reprobando magia
Áida: ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? ~¡No es justo! ¡No es mi culpa no tener magia!~
Vale: Porque no se ve un avance en tu proceso
Áida: ¿Pero cómo quieren que avance?
Vale: Al menos muestra un truco o algo
Áida: Vale, es que tú no entiendes
Vale: ¿De qué hablas Áida?
Áida: Es que ¿¡cómo quieren que avance si ni siquiera tengo magia!? ~¿¡Qué acabo de decir!?~
Vale: ¿Qué acabas de decir? ~¡Lo mismo me pregunto yo! Bueno, ya lo dije, ya no hay vuelta atrás~
Áida: Aún no tengo magia y nadie lo sabía más que mis amigos y familia. Por más que trato y trato y que espero y espero ¡no tengo magia! No sabía como decirlo ni que hacer en esas clases.
Vale: Ah, ya entendí. Voy a ver si podemos hacer algo al respecto
Áida: Gracias, pero por favor no le digas a mucha gente
Vale: De acuerdo. -Volví con mis amigas-
Sol: Ahora sí, ¿cómo te fue?
Áida: Pues voy reprobando magia porque no tengo y tuve que decirle a Vale.
Sol: Ehm...
Áida: No hablabas de eso ¿verdad?
Sol: No, yo quería saber de la clase de ayer
Áida: ¡Oh! ¡Claro! Pues llegué y no conocía a nadie. Después de un rato llegó Mike y hablamos un buen rato. El profesor se llama Elliot y, seguro notaron que ayer atardeció temprano, así que tomé unas fotos divinas del atardecer. Al final Elliot me felicitó porque había sido la mejor de la clase y me dio de una vez la circular para que me pudiera inscribir y técnicamente ¡ya estoy dentro!
Sol: ¡Wow! ¡Felicitaciones Áida!
Áida: Gracias
Vale: Bueno clase, nos vemos más tarde. -Vale ya estaba saliendo del salón y recordé algo-
Áida: ¡Vale! ¡Espera! ¡Olvidé preguntarte algo! -y fui corriendo a donde ella estaba- ¿Cuál es la buena?
Vale: ¡Ay verdad! Lo había olvidado. ¡El resto de tus notas son extraordinarias! Tu nota definitiva más baja fue un 9.0 en historia.
Áida: ¡Wow! Gracias, por decirme. ¡Chao!

Y me fui a contarle a mis amigas. Ellas me felicitaron y al final del día le conté a Mike. En la ruta me fui hablando con Ana sobre la clase de cocina: había muchas cosas que aclarar
Áida: Ana, ¿me puedo hacer contigo hoy?
Ana: Claro
Áida: ¡Me enteré que estás en la clase de culinaria!
Ana: ¿Cómo te enteraste?
Áida: Me lo dijo Sol. ¿Por qué no nos contaste?
Ana: Es que todas en la casa me ven como la "abogada" ya que soy experta en leyes y derecho y todo eso y quería decirles cuando fuera el momento. Las demás no creen que pueda hacer algo así de divertido.
Áida: Ah, ya entendí. Igual no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo
Ana: Igual planeaba decirles hoy a ti y a Ámbar
Áida: Bueno, Ámbar aún no sabe...

Llegamos a la casa, hablamos toda la tarde y cuando nos estábamos empijamando nos acordamos de contarle a Ámbar. Mañana es la primera clase oficial de fotografía porque es viernes. Las clases extra curriculares son los lunes, miércoles y viernes y mañana comienzan oficialmente.

La vida de Áida: una chica... ¿Normal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora