La vida de Áida: una chica... ¿Normal?

Conociendo a los amigos de Mike

Al fin es sábado y Mike me invitó al cumpleaños de uno de sus amigos. La verdad yo he escuchado de ellos, pero no los conozco bien así que hoy será el día. No sé yo cómo terminé en la lista de invitados si ellos ni me conocen, pero seguro Mike los convenció. El grupo de Mike es aún más pequeño que el mío; ellos son cinco (incluyendo a Mike), pero a ellos nadie los molesta por eso. El del cumpleaños se llama Juan, y los otros son Nicolás, Pedro y Ramiro. Ahora me voy a arreglar y después salgo para la bolera.

~En la casa de Juan (antes de salir a la bolera)~

Juan: Bueno, ya estamos todos, ¿no?
Ramiro: Creo que sí.
Pedro: ¿Solo somos nosotros cinco y Áida?
Juan: Sí, aunque aún no entiendo como ella terminó en esto
Nico: Yo tampoco.... ¡Mike!
Mike: ¿Si?
Pedro: ¿Como fue que Áida terminó en este plan?
Mike: ¿Recuerdan que les dije que sería una buena idea para que se conozcan?
Ramiro: Ah, verdad.
Juan: Ella es muy importante para ti, ¿no?
Mike: Sí. Y justo por eso quiero que se conozcan: mis grandes amigos y...
Los demás: Y....
Mike: Y..... ¡mi mejor amiga!
Nico: Sí, claro.
Mamá de Juan: ¡Alistense! Ya vamos a la bolera. -Y después de eso se montaron al carro de la mamá de Juan para ir a la bolera-

~En el carro de Áida~

Ámbar: Así que... te invitaron al cumpleaños de Juan
Áida: Sip
Ana: En el que va a estar Mike
Áida: Sip
Ámbar: Y... ¿cómo terminaste invitada?
Áida: La verdad no sé
Ana: Fue Mike, ¿verdad?
Anahí: Bueno niñas, no molesten a Áida. -me salvó mi mamá justo a tiempo- Llegamos
Áida: ¡Listo! Mami, porfa recógeme a las cinco. No antes, a las cinco.
Anahí: Tranquila hija, a las cinco. Diviértete y recuerda: ¡no te emborraches!
Áida: -Me reí un poco- Tranquila.
Mike: -Sale al parqueadero y me ve. Justo después me grita- ¡Áida!
Áida: Bueno, me voy. ¡Bye!
Ana: ¡Chao!
Ámbar: ¡Que te diviertas! -nos fuimos adentro y en el camino nos pusimos a hablar-
Áida: Oye Mike, una pregunta: ¿cómo rayos terminé yo invitada a la fiesta de uno de tus amigos?
Mike: Bueno, pues pensé que esta sería una buena oportunidad para que tú los conozcas a ellos y ellos a ti. ¡Estoy seguro de que se van a entender muy bien!
Áida: Y ¿por qué piensas eso?
Mike: Pues piénsalo así: ¡tienen muchas cosas en común! A ellos también les gusta la música, son divertidos, amables, buenos amigos, son muy sociables, aunque no se les note; son buenas personas, son buenos en el colegio y así podría seguir diciendo cosas que tienen en común.
Áida: Bueno, tal vez tengas razón. Pero ¿a ellos no les incomoda que yo me meta así, como si nada en un plan de chicos?
Mike: Créeme Ái, si no estuvieran de acuerdo no estarías aquí.
Áida: Tal vez, pero recuerda que también es que tú eres demasiado bueno convenciendo a la gente.
Mike: Pues sí, pero... -y Juan llegó antes de que Mike pudiera terminar de hablar. Aunque yo creo que ya se quedó sin argumentos-
Juan: ¡Bienvenida Áida! ¡Es un gusto conocerte!
Áida: ¡Gracias Juan! ¡Lo mismo digo!
Juan: Bueno, nos esperan adentro.
Áida: ¡Juan! ¡Espera! Feliz cumpleaños -y le di su regalo-. Voy a confesarte que no sabía que regalarte, pero ¡espero que te guste! -era una camisa azul que decía "Enjoy what you do" en letras negras y abajo tenía una bicicleta-
Juan: ¡Wow! ¡Me encanta! ¡Gracias!
Áida: ¿Si te gustó?
Juan: ¡Sí! ¿Cómo adivinaste que a mi me encantan las bicicletas?
Áida: Mike me dijo.
Juan: Tiene sentido. Bueno, vamos.

Entramos a la bolera y ahí estaban todos los amigos de Mike. El problema es que aunque yo me sabía sus nombres y los había visto en el colegio, no sabía cuál es quien; así que muy tímida me acerqué a Mike y le susurré: