La vida de Áida: una chica... ¿Normal?

¡Espera! ... ¿¡Qué!?

(Vuelve a narrar Áida)

Anoche casi no duermo pensando en qué sería eso "muy grande" que está por pasar. Al final logré dormirme y ya es de mañana. Por alguna extraña razón Ángela y yo estamos despiertas y las demás no. ¡Ángela! Ella es siempre la última en despertar

Áida: Ángela, ¿qué haces despierta tan temprano?
Ángela: Hoy decidí levantarme temprano para tener tiempo de hacer muchas cosas
Áida: ¿Será esto lo "muy grande" que está por pasar? No, no puede ser. Ya pasó y sigo diciendo todo lo que pienso
Ángela: Ehm.... ¿Qué?
Áida: ¡Nada!
Anahí: ¡Niñas, despierten! Ya está el desa... -dijo mi mamá mientras entraba a nuestro cuarto- ¿¡Ángela!?
Ángela: ¿Sí?
Anahí: ¿¡Qué haces despierta tan temprano!?
Ángela: Es que me... -y en eso se despierta Agus-
Agus: Buenos dí... ¿¡Ángela!? ¿Por qué despierta tan temprano?
Ángela: -toma aire y dice gritando- ¡ME DESPERTÉ TEMPRANO PARA ALCANZAR A HACER MUCHAS COSAS!
Las demás: ¡Aah! -gritaron todas asustadas-
Alicia y Amalia: ¡Ángela! ¿¡Qué te pasa!?
Ángela: Me han preguntado tres veces que por qué me desperté tan temprano y apenas son las ocho de la mañana, así que para que a todas les quedara claro, y también para que se despertaran, decidí gritarlo.
Urania: -entra repentinamente a la habitación sosteniendo una almohada como si fuera un bate de beisaból- ¡Escuché gritos! ¿A quien tengo que apoyar?
Ariel: Tranquila tía Urania, solo es Ángela aclarando que se despertó temprano para hacer muchas cosas
Urania: ¿Sólo eso? -dijo bajando la almohada- Pensé que estaban a punto de ser devoradas por un letroll o algo así
Akemi: Nope. Mamá, dijiste que el desayuno ya estaba listo, ¿verdad?
Anahí: ¿Por qué todos los domingos me lanzan una indirecta sobre el desayuno?
Urania: ¿Quieres decir que así son todos los domingos?
Anahí: La mayoría. Bueno, si tanto quieren, vamos a desayunar
Todas las niñas: ¡Sííííí! -y salimos corriendo hacia el comedor. Ayudamos a servir los platos y al fin nos sentamos todas a desayunar-
Aurora: Y bueno, tía Urania, ¿hasta cuando te quedas?
Áida: ¡Por siempre!
Aurora: Claro, por siempre... yo pensé lo mismo. ¡Chócala! -y, ¿qué puedo decir? No la dejaría con la mano en el aire, aunque igual ese "¡Por siempre!" se me escapó, no quería decirlo... como siempre-
Audrey: ¡Alto! ¿Por siempre?
Áida: No, ojalá.
Alicia: Entonces...
Amalia: ...¿Por qué lo dijiste?
Áida: Es una larga historia, perooooo... ¡tenemos tiempo! Desde más o menos la semana pasada... -y les expliqué toda la historia, aunque no sé bien si quería decirla-
Casi todas: ¡Uuuuhhhh!
Audrey: ¿Querías decir eso?
Akemi: ¿También pasa con canciones?
Agus: ¿Por qué pasa?
Astra: ¿Lo dices absolutamente todo, o solo lo que no quieres?
Ariel: ¿Eres la primera a la que le pasa?
Ángela: ¿Qué se siente?
Akemi: Ya sabes, como cuando se te pega una canción
Aurora: ¿A mi también me va a pasar?
Alína: ¿Cómo empezó?
Amalia: ¿Como te...
Alicia: ...diste cuenta?
Todas: ¡Dinos algo! -gritaron todas ellas al mismo tiempo después de preguntarlo todo a mil por hora mientras yo estaba arrinconada contra la pared, ya que a medida que iban preguntando, se iban acercando más y más a mi hasta que quedé así-
Áida: Ahm.... déjenme ver.... -y mientras respondía, señalaba a la que hacía la pregunta, aunque las respondí en orden- Sí, no lo he intentado, magia, todo, no, raro, ehm... siguiente pregunta. No lo sé, solo empecé a decir todo y le pregunté a mamá.
Urania: Espera, ¿en serio entendiste y respondiste todas esas preguntas?
Áida: ¿Qué te puedo decir? Con doce hermanas uno se acostumbra a escuchar a más de diez personas al mismo tiempo. Esto fue fácil. -todas reímos un poco y terminamos de desayunar. Nos fuimos a arreglar y apenas termine de lavarme los dientes Urania me llamó-
Urania: Áida, ¿podemos hablar?
Áida: ¡Claro! -yo esperaba que me llevara a la sala o algo así, pero en lugar de eso mi mamá también entró y se sentaron en mi cama (de mi cuarto con Ana y Ámbar) y me señalaron el espacio justo entre ellas para que yo me sentara- Okey.... esto al parecer es más serio de lo que pensé
Urania: Sí.
Anahí: Pero no te preocupes, es algo bueno.
Áida: Okey, suéltenlo. ¡Estoy lista!
Urania: Okey, ¿recuerdas que te dije que a tu tatarabuela Celestia le había pasado lo mismo que a ti?
Áida: Sí
Urania: ¿Recuerdas que te dije que ella había sido el único caso en el que las dos cosas pasaban?
Áida: Sí
Urania: Y ¿recuerdas que me preguntaste si tú estabas destinada a hacer grandes cosas y yo te dije que tal vez no?
Áida: Sí
Anahí: Bueno, pues resulta que la otra noche, cierta persona conjuró un libro mágico que se quemó hace unos cincuenta años y tiene toooooda nuestra historia familiar y me mostró una página bastante particular que te afecta directamente. -y en eso Urania sacó de detrás suyo un libro fantasmal y lo abrió en una página "misteriosa" que tenía como título la palabra "Advertencia" y la fecha de 3'001899. La leí y casi me muero-
Áida: ¡Wow! Osea... que eso quiere decir... -dije esperando a que alguien me lo explicara mejor porque mi cerebro aún no asimilaba las ideas. Por suerte, como si hubieran leído mi mente, Urania completó la frase. Tal vez sí lo dije, pero ¿quien sabe?-
Urania: Sí. Eres una de las dos únicas personas en la historia de Cinari que está destinada a hacer grandes cosas...
Anahí: ...y a la que algo muy grande le pasará.

No lo podía creer y francamente no sabía cómo reaccionar, así que hice lo único que mi cerebro encontró razonable: quedarme mirando al universo. Tal vez mi mamá y Urania esperaban que dijera algo, porque me quedaron mirando con entusiasmo hasta que chasquearon los dedos en frente mío varias veces repitiendo mi nombre. No reaccioné y decidieron dejarme a solas para que pudiera reaccionar. Me quedé ahí creo que unos quince minutos hasta que mi cerebro reaccionó. <¿¡Qué!?> Dije espontáneamente al cabo de veinte minutos. Sin embargo, se me hizo raro que mis hermanas no me hubieran buscado porque.... pues..... ¡DESAPARECÍ DEL MUNDO DESPUÉS DE LAVARME LOS DIENTES!

Después de un rato sacudí mi cabeza para despertar y al fin logré asociarlo todo. <Por más que quiera no creo que le pueda ocultar esto a mis amigos... por lo menos no a Mike. Lo digo todo y con él paso por lo menos la mitad de mi tiempo. Y... lo estoy haciendo otra vez, estoy pensando en voz alta involuntariamente.> Me quedé en silencio como cinco minutos más y volví a abrir la boca. <Va a ser muy raro cuando se me escape: ¿cómo van a reaccionar? ¿Lo tomarán bien? Y ¿qué es ese libro fantasmagórico? Si se quemó no debería ni siquiera poderlo conjurar ¿o si? Tengo tantas preguntas... ¿qué será eso "tan grande" que va a pasar? Y eso que estoy destinada a hacer ¿será en el futuro lejano o cercano? ¿Qué tal que no esté lista para hacerlo?>

Ana: Tranquila, ...
Ámbar: ... sí lo estás.