-EDITADO-
Dos semanas han pasado desde que comencé a trabajar como ayudante en el orfanato.
La señora Lee me ofreció quedarme en su casa en lo que conseguía para pagar, aunque sea, un apartamento. Donghae sigue siendo todo lo que extrañé desde hace cinco años, puedo disfrutar de sus labios, su sonrisa y su mirada bastante brillante. Puedo disfrutar estar a su lado cada momento que ambos llegamos a casa. Aprovechar volver a oler ese perfume de fresas que tanto me gusta.
Aprovechar cada segundo que esté a su lado.
Dejo el último plato sobre la mesa, grité un "comida lista" y al instante escuché varios pasos correr por la segunda planta y luego mucho niños bajar las escaleras hacia el comedor. Esperé a que todos se sentaran donde siempre para empezar a servir el jugo. Es cuando me di cuenta que faltaba un niño..., otra vez.
Dejé el vaso en su sitio, me quité el mandil de la cintura y subí las escaleras. Esto pasaba muy seguido, no sé por qué.
Asimismo, Donghae también ha conocido a Henry, dice que le parece un niño muy inteligente.
Toco un par de veces la puerta antes de abrir.
—Henry —llamé—, ya está lista la comida.
—No tengo hambre —se cubrió más con la manta.
—Tienes que comer.
Oí que sorbía la nariz, así que me acerqué.
—¿Estás bien?
—¿Parezco estar bien? —se destapó, dejando ver sus ojos rojos por el llanto.
—¿Qué pasa?
Me senté a su lado.
—Esto —igual se sentó. Henry me ha tomado confianza desde, según confesó, el primer día—. Ya no quiero seguir aquí, ha-hay niños que me dicen que soy raro, que mejor me hubieran abortado si es que no me quisieron. ¡Ni siquiera existir!
Empezó a sollozar. Se levantó un poco solo para rodearme el cuello con sus cortos brazos y enterrar la cara en éste.
—¡Hyuk, no quiero seguir aquí! Eres mi único amigo —despegó su rostro y me miró directamente a los ojos—, ayúdame.
Ellos me suplicaban la última palabra, pero, ¿qué podía hacer yo? No tenía nada.
Suspiré y asentí.
—Veré cómo ayudarte, pequeño.
♦♦♦
—¿Hablas en serio?
Donghae me miró preocupado. Sinceramente no estaba seguro de si estaba bien lo que hacía o no, pero suponía que era el momento.
—Hyuk —se levantó, fue hacia la puerta de su habitación y verificó el pasillo. Después la cerró. Estábamos solos, así que no había problema—, no puedes adoptar un hijo.
—¿Por qué no?
—Bueno —se volvió a sentar a mi lado—. No tienes casa, tampoco creo que te alcance para mantenerlo y, además, pagar su colegiatura cuando..., desde ahora.
—Lo sé —suspiré—, pero quisiera ayudarlo.
—¿Y cómo?
—Solo... —miré el techo— sacarlo de ahí.
Sentí un roce en mis manos, así que bajé la vista. Donghae sonreía de esa manera tan suya, con dientes torcidos pero perfectos a la vez, tan suya que lograba ha tranquilizarme sin saber que estaba tenso. Sus precioso ojos cafés brillaban mientras me veía directamente. No pude resistirme, me incliné a por sus labios. Lo besé de manera lenta, adentrando al instante mi lengua su cavidad. Suspiró. Lentamente fue inclinándose para quedar acostado en la cama. Lo seguí sin poder dejar sus labios, se abrazó a mi cuello mientras seguía mi beso y separó sus piernas para poder estar entre ellas. Cuando nos separamos para respirar, susurró:
—Yo te voy a ayudar, Hyuk.
—¿Qué? No creo..., no creo que-
Mi frase quedó completa por el sonido del timbre resonar por toda la casa. Fruncimos el ceño con cierta molestia. Ambos bajamos, pero yo me quedé en el pasillo mientras él iba a abrir. Oí un jadeo.
—¡Hee! ¡Kyu!
¿"Hee" y "Kyu"? ¿Quiénes eran ellos? Entró con dos chicos, uno rubio y el otro castaño. Se me hacían conocidos, ¿será que...?
—¡Mira, Hyuk! —corrió hacia mí— Son mis amigos. Hace mucho que no los veía.
—Un gusto —hablaron.
En el momento que el castaño me miró, sentí una punzada en mi estómago. Una punzada buena pero a la vez mala.
¿Por qué?
♦♦♦
Wuait.
QUÉ ESTÁ PASANDA.
La sabremos en el próximo capítulo :).
¡Esperen, bonitas! Aún tengo una noticia (¿?
A las que les gusta el Kyuwook, voy a publicar una historia :0.
Es todo, creo jsjs.
¡Lindo día!💕
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"Tiene Que" [EunHae] [P2]
FanficLuego de cinco años que cumplió como condena, por fin sale. Es una persona nueva, ya no se altera por escuchar la palabra "familia" y además se siente muy arrepentido de lo que hizo. Ahora que está libre, solo tiene un propósito: buscar a ese preci...