Capítulo 8.

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-EDITADO-

Fruncí el ceño. ¿He oído bien? ¿Por qué esa señora me mira de esa forma tan... extraña? Seguramente se ha confundido con alguien. Kyuhyun va hacia ella para intentar controlar las repentinas lágrimas que ha comenzado a derramar. Pero yo sigo sintiendo ese sentimiento extraño en mi pecho, como si... Ya la hubiera conocido.

—Tranquila, señora Lee —tomó su mano—. ¿Se ha tomado sus pastillas? 

—Hyukjae —lo ignoró. ¿En algún momento nos hemos presentado?

—¿Sí? —respondí por si acaso.

Oí varios jadeos provenientes de casi toda esa gran casa, mucho más cuando la señora Lee cayó de repente al suelo. Ayudamos a Kyuhyun a levantarla y colocarla en el gran sofá, eso hasta que su empleado llegó, la cargó en brazos y se la llevó escaleras arriba. ¿Qué está pasando? ¿Cómo es que sabe mi nombre? ¿Me ha conocido en algún momento? Tantas eran las preguntas que llegaban a explotar mi cabeza, sin tener respuestas de nadie. De repente, se escuchan ladridos. Volteo hacia esa dirección, encontrando una pequeña cachorra con un suéter rosa puesto.

Corre con bastante rapidez a nosotros, entonces opté por ponerme de cuclillas para acariciarla. Es de verdad agradable.

—Bien —suspira Kyuhyun—, supongo que vendré otro día.

¿Otro día? Henry no soportará otro día más en ese lugar. Dejo de acariciar a la cachorra para levantarme.

—No puedes venir otro día —advertí—, tienes que decirle sobre algún niño.

Heechul frunció el ceño.

—¿Por qué tanto interés de repente sobre eso?

Aparté la mirada al instante, Heechul sí llegaba a intimidarme un poco.

—Es que...

No logré terminar mi frase, donde claramente les diría sobre el asunto de un niño en especial del orfanato. Los gritos de arriba nos informaron que esa señora ya había despertado, en menos de lo esperado, y que parecía luchar contra alguien.

La vimos bajar intentando ser rápida, siendo perseguida por su empleado.

—¡Hyukjae! —volvió a pronunciar. Llegó hasta mí, tomando de mis mejillas y acariciando éstas mientras me examinaba el rostro— Eres tú. ¡De verdad eres tú!

—Disculpe, señora, pero yo no...

—¿No me recuerdas? —negué— Yo soy tu madre.

—¿Qué?

Una ola de recuerdos me golpeó de repente. Ese tipo de recuerdos que me hicieron comprender el por qué mi madre me había dejado, como en el mismo momento que le dije a Donghae que me esperara.

"—Nosotros seguiremos juntos, como una familia".

" —¡Mamá!—gritó con las lágrimas saliendo de sus ojos— ¿Por qué me dejas aquí? ¿Acaso ya no me quieres?

—Es porque te amo, hijo".

Entonces la miré bien, esa sonrisa que se parecía tanto a la mía, igual que la nariz. Ese sentimiento que transmitía cada vez que me abrazaba para consolarme porque papá ya no estaba. Ese dolor que causó cuando me dejó en mi peor pesadilla. Pero entendía el por qué, ahora lo entendía muy bien. La abracé, llenándonos de las lágrimas y la mar de recuerdos tanto buenos como malos.

—Mamá —susurré.

—Hijo —continuó—, no sabes cuánto te extrañé.

Asentí sin saber qué más decirle, porque con ese acto esperaba demostrarle todas las noches que lloré en aquel lugar, soltando su nombre. Para al final ser callado a base de golpes.

¿Qué había hecho yo de bueno para que la vida me recompensara da esta manera?





























♦♦♦    

Nota no editada:

¡RAZAAAAA!

Primero que nada: lo siento muchísimo por no actualizar 7n7.

Peeero, ahora estoy de vacaciones, así que esperen el final de esta historia porque sí, ya casi llega a su final.

Segundo: sé que he dicho anteriormente que publicaría otra historia EunHae cuando acabará ésta, pero no he podido resistirme. ¡Vaya a ver qué tal si aún no saben de cuál hablo!

Pd: no sé de cuál hablo JAJA.

Y creo que es todo.

¡Adiós, bonitas!💕

"Tiene Que" [EunHae] [P2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora