— La encontré.
El moreno llegó a la sala corriendo, una capa de sudor invadía su cara, y su respiración era descontrolada.
Los seis chicos restantes se miraron entre ellos y abrieron los ojos lo más que pudieron. La alegría y el furor corrían por sus venas en ese instante.
— Ahora lo único que nos falta es traerla. Por fin, amigos míos, por fin nos vamos a deshacer de éste espantoso hechizo.
Los ojos de los siete jóvenes brillaron al saber que en poco tiempo serían libres y normales.
— Ella se encuentra en Seúl. Viajé hasta allá y la encontré en una escuela secundaria. Será fácil y rápido traerla.
— ¿Quién irá hasta allá? Yoongi no puede por la luz, Jimin por sus extremidades, Jungkook jamás ha salido afuera y yo no sé controlarme cuando veo a la gente...
Taehyung tenía razón, casi nadie salía de la mansión a menos que pasara algún humano o algo que se pudiera comer y que estuviera vivo.
— Creo que la mejor opción es ir con Hoseok y Jin. Hoy por la mañana, iremos. Me enteré que ella sale de casa a las siete de la mañana —miró su muñeca y suspiró— ya es hora, tomaremos a Natnoey.
Los tres jóvenes se despidieron y fueron en busca de la sangre preciada de aquella joven.
Volverían con ella, sí o sí.