𝗣𝗔𝗟𝗔𝗗𝗜𝗡𝗦: 𝗖𝗢𝗧𝗥 | 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦

𝟎𝟎𝟔. dredge y furia (AU)

El Admirante del Abismo x el Ángel de la Venganza.
One-shot pedido.

TW: Hanahaki.
Una enfermedad ficticia que consiste en escupir de la boca flores y/o pétalos ensangrentados. Esto ocurre por una relación unilateral, o en otras palabras, por un amor no correspondido.

»──── « 🦋 » ────«

- ¡Eh! ¡Furia! - la llamó una voz masculina con acento un tanto "de pirata". La recién mencionada se giró y observó a la persona que la llamaba, al darse cuenta de quien era, una sonrisa tímida se formó en su rostro.

- ¡Dredge! - dijo con felicidad y fue corriendo hacia él para darle un gran abrazo.

Ambos son conocidos, mejores amigos. Ya saben, la típica historia donde unos de los dos mejores amigos se enamora del otro. Bueno, la persona que se había enamorado en esa amistad era Furia, ella siempre gustó de Dredge pero nunca se animó a confesarse por temor a que este la rechace.

Los dos se separaron del abrazo.

Dredge miró los ojos de la mujer presente - Hola Furia － le sonrió － ¿Cómo estás?

- Bien, hace un rato acabo de terminar un entrenamiento. ¿Y tú?

- Igual... Gracias por preguntar. ¿Cómo te ha ido en la práctica?

- Por suerte, bien, he notado que mejorado bastante si hablamos de curación y sobrevivir un poco más. O bueno eso pienso yo, que mejoré.

－ Pfft... Es obvio que de seguro habrás mejorado. Siempre mejoras en todo lo que haces. No te rindes hasta notar algún cambio en tu forma de "trabajar" － hizo comillas con sus dedos.

Ella sonrió ante ese comentario positivo por parte de su amigo － Gracias, Dredge. ¿Tú qué estabas haciendo?

－ No mucho, lo de siempre. Salir a caminar un rato o quedarme en casa.

－ ¿Y si algún día de estos vienes a entrenar conmigo? ¿O vienes a verme practicar? － se cruzó de brazos, pensado － ¿No te aburre estar todos los días encerrado en tu cuarto?

－ Un poco, pero supongo que ya me acostumbré. Con gusto iría a visitarte. Algún día de esos iré a verte.

- Gracias de nuevo...

Luego de ese comentario de Furia, ambos se quedaron en silencio por un largo rato. Ninguno hacía nada más que respirar o mover sus pies en dirección contraria al otro, indicando que querían marcharse y terminar esa "conversación" de una vez.

－ Bueno, creo que debo irme, mis amigos me esperan - señaló hacia atrás, pero allí no estaba nadie. Se despidió de él dándole un beso en la mejilla - Hasta luego, otro día volvemos a hablar － habló con un leve sonrojo.

- De acuerdo, esperaré por ese día y tendré en mente ir a visitarte. Adiós Furia - se dió la vuelta para ir rumbo a su casa, pero lo que él no sabía era que una persona también lo esperaba.

Furia empezó a caminar hacia una esquina, al estar ahí entró. La Hija del Cazador, Cassie, estaba ahí esperándola y viendo como actuaba con su enamorado; ella tenía una expresión de felicidad.