Yo era consciente que mi vida era una farsa.
Me gustaba ir a la escuela porque tenia esa libertad de experimentar lo que era la tranquilidad. Me gustaba observar a mis compañeros. Leer sus mentes y de vez en cuando me gustaba pensar que podrían ser mis amigos.
Cuando llegue por primera vez pensé que seria así, no buscaba ser la mas popular, pero esperaba tener una o dos amigas, quería sentirme como una adolescente normal, pero la vida no te da limones cuando se los pides. Y a mi no me dio ni una sola amiga.
La vida en mi casa no era mas emocionante que eso. Mi padre solo me dirigía la palabra para asegurarse que llegara a ser la mejor de la clase; porque pensaba que un tercer lugar no era mas que vergonzoso.
Y mi madre estaba mas ocupada con sus plantas, que a veces envidiaba a las rosas de su jardín, deseaba ser tratada con la misma dedicación.
Y ahora mi vida estaba mas que terminada.
No había podido dormir el día después de enterarme lo que Ben había dicho, pero cuando pasaron los días y no sucedía nada empecé a creer que Ben estaba jugando conmigo.
Pero no estaba dispuesta a averiguarlo. Cuando se trataba de las clases era la última en llegar y la primera en salir, Además decidí dejar mi rincón en el comedor para comer en las bibliotecas, cual carrera dejaba mis libros para huir directamente a mi lugar seguro.
─ ¿Me parece me estas evitando? ─ volteo y allí esta Ben apoyado al frente de mi casillero
Yo me encuentro en pleno ajetreo. Tirando algunos libros. Cierro la puerta tan rápido como puedo
─ ¿Disculpa? ─ Digo dándole una vista rápida y siguiendo mi camino a la biblioteca.
─ Supongo que no ¿A quién estas evitando? ─ dice el siguiendo mi paso
─ A nadie─ respondo con inquietud
─ ¿En serio Emma? ─ dice divertido ─ Pues no parece eso
Me detengo y lo miro con toda la fuerza que tengo ─ No evito a nadie
Abro la puerta y ingreso a la biblioteca, diviso el sitio mas oculto y oscuro que encuentre, era agradable saber que a estas horas solo habían alrededor: de una, a dos personas alli. Haciendo sus tareas o simplemente leyendo historietas.
Deslizo la silla lo mas delicadamente que puedo y Ben aun esta allí parado. Sin mas reparos el tira de la silla provocando un chirrido y se sienta justo a mi lado
Lo miro y él dice ─ ¿Qué? No tenemos asientos designados
─ ¿Qué quieres, Ben? ─ abro algunos libros, para despistar
─ Acaso no puedo venir a la biblioteca ¿o esta prohibido?
Se que esta jugando algo, solo que aun no se que es. No se que quiere o que busca de mi
─ Eres libre de ir donde te plazca, y tienes un montón de sillas─ señalo los asientos vacíos ─Allí.
El sonríe y yo deslizo mi galleta y con mucho cuidado procedo a abrirla
─ No quiero─ dice con descaro ─ Además tal vez lo que te diga te interese
Entonces capta toda mi atención
─ Devon no me vio ¿cierto? ─ digo con esperanza
El da una pequeña carcajada, lo que provoca que lo fulmine con la mirada
─ Si, estoy seguro que si te vio. Solo estoy curioso porque no te ha hecho nada ¿no te estas preguntando lo mismo ─ dice jugando con las hojas de mi cuaderno.
─ No, la verdad no me interesa─ miento
─ Tal vez esta jugando contigo y pretende cogerte con la guardia baja─ ruedo los ojos─ O tal vez pretende obtener algo mas de ti. Ya sabes ─ dice de manera jocosa
─ ¿Eso es todo? ─ Digo cortante
─ No─ dice, acercándose peligrosamente─ Yo puedo ayudarte Emma─ Lo miro a los ojos─ ... a descubrir los secretos de Devon Lane ¿Entonces que dices?
─ ¿Qué tengo que hacer?
ESTÁS LEYENDO
Mi lista de chicos malos: La Perfecta Mentirosa
Teen FictionEmma fue descubierta, tantos años fingiendo ser una chica buena y la descubrió el peor de sus problemas. Ben era peligroso, un estallido de emociones, que podría hacerle perder el control y Devon, era malo, lástima que también era el chico dorado. D...